Variedad de precios, amplio stock y evitar las aglomeraciones son algunas de las ventajas de adelantar las compras de productos para el año escolar.
Comienza febrero y miles de familias inician el mes con una preocupación constante que se da todos los años: la compra de los útiles escolares. La clave en este proceso está en adelantar las compras, porque existe variedad de precios, se pueden evitar las aglomeraciones que se darán si o si durante las dos primeras semanas de marzo y habrá garantía de stock disponible.
Es cierto que adquirir los productos escolares conlleva tiempo que se podría utilizar en otras actividades. Sin embargo, la lista de beneficios que trae el anticipar las compras es múltiple, sobre todo, en materia de costos.
Una consideración a tener en cuenta es que no es lo mismo comprar una lista de útiles de enseñanza básica, que una de enseñanza media.
De acuerdo a lo expresado por vendedores de las grandes tiendas comerciales, comprar durante febrero, y no en marzo, puede tener una variación de precios de hasta un 25%, oscilación que se da, principalmente, en productos como los cuadernos. Comprar los cuadernos en formato pack de 10 unidades permite ahorrar hasta $3.000, siempre, teniendo en cuenta la marca. Por ejemplo, en Falabella, los cuadernos universitarios Holley Skool se venden en packs de 5 y 10 a casi mil pesos cada unidad. Mismo valor tienen marcas como Barbados o CloudBreak en Ripley.
Respecto a otros útiles como lápices de pasta, el valor más conveniente y con calidad garantizada es de la marca Bic y toda su variedad de colores. Por solo $1.000 se pueden adquirir los cinco colores tradicionales y que generalmente se utilizan en la enseñanza media. Además, en librerías y distribuidoras como Giorgio, se pueden encontrar cajas de 50 unidades por un valor cercano a los 10 mil pesos.
Algo muy utilizado en la educación media son las reglas. Para abaratar costos existen completos packs de estos productos a precios que bordean los $3.000. Una calculadora científica básica, de mucho uso en el tercer ciclo, tiene un valor cercano a los 15 mil pesos en diferentes librerías. Por último, un estuche completo (lápiz pasta, lápiz grafito, goma, corrector) se puede adquirir por un monto cercano a los 6 mil pesos.
“Para enseñanza media, armar un estuche y los productos que usan los estudiantes es mucho más fácil. Por un valor cercano a los 35 mil pesos, se pueden comprar todos los productos que un joven de media necesita”, comentaron desde una reconocida librería del centro de Concepción.
Para los alumnos de enseñanza básica, la situación es totalmente diferente, puesto que en un 60% de las escuelas y colegios, las listas se elaboran al detalle. Por ejemplo, se solicitan listas específicas, donde se incluyen cuadernos de caligrafía, con líneas, cuadros o algún tipo de marcado especial.
“No es lo mismo, armar una lista para enseñanza media que para la educación básica. Se nota mucho la diferencia al momento de la compra. Cuando llega alguien a comprar cuadernos para jóvenes más grandes, compran un pack de cuadernos, un par de lápices y se van. Cuando el son alumnos de básica, los padres vienen y compran con más dedicación y al detalle. Tratan de llevar todo lo que les piden desde el colegio”, comentó una vendedora de París.
Lápiz grafito, la tradicional caja de lápices de colores, sacapuntas, destacador, tijera, gomas de borrar, pegamento y la regla de 20 centímetros son elementos indispensables en el estuche de un alumno de enseñanza básica. Armar un combo así cuesta, aproximadamente, unos 10 mil pesos.
A eso, hay que sumarle otros productos que serán usados durante el año escolar, como los block o croquis de dibujo, los sobres de cartulinas, plumones o calculadoras. Productos que son de primera necesidad. Lo cierto es que, según estimaciones de mercado, la lista de útiles escolares tiene un valor cercano a los 55 mil pesos, sin considerar los libros que, en la actualidad, son prácticamente obligatorios.