
Emprendedor del área de la salud ocupacional acaba de subir al podio del Desafío High Tech Centenario, tras ganar BioHic de Everis en 2018. Su norte es ahora llegar hasta Perú y Brasil.
Para nadie es un secreto que Bío Bío está al debe en innovación aplicada. De ahí la importancia del éxito obtenido por Majaga, un emprendimiento del área de la salud ocupacional que acaba de subir al podio del Desafío High Tech Centenario, tras ganar BioHic de Everis en 2018. Su norte es ahora llegar hasta Perú y Brasil.
Para Jonathan Sánchez, dueño de Majaga, es un orgullo decir que “fuimos pioneros en Chile en dar solución a la Ley del Saco”, pero aún así se queda corto con los avances que ha tenido su empresa.
En entrevista con este medio resalta cuáles han sido los principales logros y proyecciones de su negocio.
– ¿Cuál es la evolución que ha tenido Majaga desde que ganaron el torneo BioHic de Everis?
– Crecimos en la llegada a empresas, desde 30 que teníamos a lo largo y ancho del país, a más 100 y, además, estamos prospectando llegar a Perú y Brasil.
– ¿Con qué innovación partieron?
– Partimos dando una solución a la llamada Ley del Saco (ley N° 20.949), que establece que los trabajadores no pueden cargar más de 25 kilos. A partir de esto, creamos herramientas mecanizadas para mover e instalar soleras, lo que, posteriormente, el Gobierno de Chile adoptó como norma. Entonces, ahora todas las empresas deben instalar las soleras de la manera que determinamos como Majaga. De hecho, nos puso en un libro denominado El Manejo y Manual de Cargas. Así fuimos los pioneros en Chile y ahora queremos ser primeros en Sudamérica con nuestra innovación. A partir del éxito obtenido, las empresas nos contactan para generar soluciones a variados problemas. Así nace la innovación que nos dio el triunfo del Desafío High Tech Centenario, donde nuestra área de desarrollos es la salud ocupacional de los trabajadores. Así fue como nació, además, nuestro instalador de panderetas, que es nuevamente, el primero en su tipo en Chile y ha sido bien recibido por nuestros clientes e, incluso, ya se fue uno para el norte.
Fotografía: Carolina Echagüe M.
– ¿En qué consiste esta nueva innovación ganadora del Desafío High Tech Centenario?
– El BloqBox es un producto nuevo que queremos comercializar con una nueva empresa. La Ley 20.096 dice que los trabajadores expuestos al sol en Chile deben usar bloqueador solar, cuya exigencia varía en todo el país. En el norte es para todos los días del año, pero en Bío Bío la fiscalización es de septiembre a marzo, donde los trabajadores deben usar bloqueador mínimo de 4 a 5 veces por día, sin embrago, el uso no está bien controlado, ya que sólo se firma un hoja con la recepción del bloqueador y no se supervisa adecuadamente la aplicación. Como la tecnología ya existe, creamos una caja con bloqueador solar que controla a través de la huella digital cuánto y a qué horas el trabajador sacó su bloqueador solar, lo que permite al prevencionista ver en vivo quiénes sacaron, en qué turnos y cuánto fue. Esta caja, además, cuenta con memoria interna por si se corta la energía, un ship de teléfono y wifi, que es un prototipo bastante moderno que hemos validado en varias construcciones con más de 150 trabajadores.
– ¿Cómo ha sido la evolución de Majaga en cifras?
– Me gustaría resaltar que cuando partimos lo hicimos con apoyo de Corfo y Cidere Bío Bío, con un Prae (Programa de Apoyo al emprendedor) de $25 millones y, hasta ahora, hemos triplicado eso en ventas ($75 millones), donde en febrero cumplimos recién dos años, lo que para nosotros ha sido bastante bueno, porque de alguna manera estamos demostrando que la manufactura con innovación es vendible en Chile. Eso es lo que estamos ofreciendo, porque no somos una maestranza más, sino que vendemos herramientas inteligentes.
– ¿Cuánto han invertido en total hasta la fecha?
– Incluyendo el apoyo de Corfo son $50 millones aproximadamente.
– ¿Qué han hecho con las ganancias derivadas estas mayores ventas?
– Hemos reinvertido todo en la empresa. De hecho, crear el prototipo de BloqBox tuvo un costo aproximado de $4 millones, dado que todo se hizo con el uso de nuevas tecnologías.
– ¿Qué destacarías en este transitar de más de un año de evolución?
– El que ya estamos trabajando con Sodimac para poder expandir algunos de nuestros productos, donde la idea central es comenzar a exportar.
– ¿Cuáles son sus proyecciones para los próximos cinco años?
– Gracias a la rentabilidad de la empresa pude ir a Brasil y Perú, donde pude prospectar negocios y observar que aún no cuentan con las leyes que tenemos en Chile, por lo que existe un buen mercado potencial para nuestros productos. Con nuestra tecnología creo que podremos llegar a estos países sin mayores problemas. Entonces, como proyección en 2020 queremos tener uno de nuestros productos comercializados fuera del país.
Apuntamos a la creación de soluciones. Fuimos pioneros en Chile en dar solución a la Ley del Saco y eso tiene la gran ventaja de que nos llaman y hemos ido a todo el país por este emprendimiento.