Sergio Baeriswyl sobre densificación urbana: “En los últimos 20 años, el centro penquista ha perdido 5 mil habitantes”

El experto preside el Consejo Nacional de Desarrollo Urbano, instancia que prepara un documento para velar por el desarrollo armónico de las ciudades de Chile.

En plena discusión por el proyecto de Aitué, Ciudad del Parque, Diario Concepción entrevistó al actual presidente del Consejo Nacional de Desarrollo Urbano, el experto arquitecto y  urbanista, Sergio Baeriswyl, acerca de los desafíos relacionados al crecimiento armónico de las ciudades y, en específico, de Concepción.

-¿Cuál debiera ser la altura máxima en edificios para Concepción?

-Aquí hay que tener una mirada global del asunto, y entender que lo que está detrás es el fenómeno de densificación, el cual es urbanísticamente positivo, entre otros puntos, porque permite frenar el crecimiento periférico que es muy dañino porque produce segregación social espacial. Entonces ya hace 20 años, la política pública se ha enfocado en potenciar la densificación, la que trae por cierto el aumento de las construcciones en altura. Entonces estamos frente a un fenómeno de fondo positivo, porque reduce la expansión urbana, disminuye los efectos ambientales ya que no necesita ampliar la matriz de servicios de la ciudad. Además, se reconoce internacionalmente como algo positivo. En el caso de Concepción permite el repoblamiento del centro, que en los últimos 20 años, ha perdido 5 mil habitantes. Tenía 13 mil para el censo de 1992, y en el último registra sólo 8 mil. Por eso, cabe preguntarse si queremos que siga despoblándose, u otorgarle nuevamente su rol residencial, pero de forma equilibrada.

-¿Cómo se logra eso?

-En eso estamos en el Consejo de Desarrollo Urbano, preparando un estudio que presentaremos al Presidente de la República, y que busca ser un potente insumo para la toma de decisiones respecto a las alturas máximas, de hecho el trabajo comenzado ya hace un año se denomina Densificación Armónica. El Consejo ha establecido cuatro criterios: que la densificación sea inclusiva socialmente; que permita usar de manera eficiente la infraestructura de los sectores mejor desarrollados de la ciudad, con mejor infraestructura. Lo tercero es que el proceso sea armónico, de manera tal de conciliar el tamaño de la calle con la altura del edificio.

Y lo cuarto, es que este proceso de desarrollo inmobiliario equilibrado asegure la construcción de capital social, comunidades, lo que significa que el edificio se relacione muy bien con el entorno, en cuanto a infraestructura comunitaria, y que en sí mismo, logre comunidades bien relacionadas. Por eso, se debe entender que la altura es una parte del análisis que hay que hacer cuando se habla de densidad. Algunos aspectos serán incluidos en la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones, y otras serán de carácter referencial para los desarrolladores de proyectos, asesores urbanistas y alcaldes, lineamientos que deberán ser tomados en cuenta cuando las partes ejercen sus respectivas presiones, de manera de asegurar el bien común.

-¿Cuál es el objetivo final del Consejo?

-Que este fenómeno, que es positivo en lo general, sea también virtuoso en lo particular. Lo peor que podría pasar es que la densificación sea vista como una amenaza, y no como una oportunidad para mejorar el barrio y el espacio público, y para que más personas puedan disfrutar de la mejor infraestructura.

-¿Cuál es su opinión del proyecto de Aitué, Ciudad del Parque?

-Como política del consejo,  no me puedo pronunciar, pero hay que entender que ese proyecto cumple con toda la normativa vigente, y además, voluntariamente, se sometió al Sistema de Evaluación Ambiental y a conversaciones con la comunidad escolar aledaña. Sabemos que el desafío pasa porque es un proyecto largo, por lo que espero que el diálogo prospere y salga un acuerdo beneficioso para ambas partes.