Economía y Negocios

Dante Arrigoni, presidente de Asimet: “La economía chilena crecerá si nos subimos al carro de la reindustrialización”

Un estudio del gremio dio cuenta de que el 90% de las Pymes sólo exhibe un nivel industrial 2.0, mientras que un 8% recién se empina a ser industrias 3.0%. Vitales, dijo, son crear políticas públicas que fomenten este tema.

Por: Javier Ochoa 29 de Junio 2019
Fotografía: Asimet

El 2018 no fue un buen año para el sector metalúrgico y metalmecánico, ya que creció sólo 1,6% en comparación al 4% que lo hizo el país, situación que es preocupante, ya que, al igual que la manufactura, han decrecido en los últimos 22 años 33%, es decir, pasaron de aportar el 15% del PIB, a sólo el 10%. Y uno de los aspectos más preocupantes es que el rubro perdió 36 mil puestos de trabajos durante el año pasado.

Diario Concepción conversó con el presidente de Asimet, Dante Arrigoni, sobre la proyección 2019 para el sector y también repasó el momento económico.

– ¿Cómo está hoy el sector metalmecánico?

– Estamos sufriendo una pérdida progresiva de competitividad y participación del PIB, con el constante cierre de empresas. Es así que hemos perdido el 33% de la industria en 20 años.

Necesitamos modernizar urgente las empresas, al igual como lo están haciendo los países con los que competimos y tenemos tratados de libre comercio. Para esto es indispensable un proyecto de Estado con el involucramiento y ayuda indispensable de los gobiernos.

¿Cómo ve el actual crecimiento de Chile y qué proyecta para este 2019-2020?

– El crecimiento de Chile de 1,6% durante el primer trimestre, claramente es una cifra que no nos deja contentos; para ser un país desarrollado debemos llegar a cifras superiores al 4%. Como Asimet, estimamos que si este segundo semestre crecemos a nuestra tasa potencial del 3,5%, el crecimiento del país va a llegar a un 2,7%, bastante por debajo del promedio mundial y así no llegaremos al desarrollo.

– ¿Cuáles serían las eventuales causas del actual panorama económico?

– Nadie puede negar que las expectativas cuando asumió el actual Gobierno eran muy altas, pero eso fue en función de los mensajes que se dieron durante la campaña, que justamente pusieron el énfasis en lograr un importante crecimiento de la economía. Tal vez lo que nadie miró con atención, y se subestimó, fue el hecho que al no tener mayoría parlamentaria, al Gobierno le iba a ser difícil tramitar los proyectos de las reformas clave, lo cual está impidiendo avanzar como necesitamos. Entonces, lo que se echa de menos es tener como país un relato que logre aunar voluntades en torno a un proyecto común: una estrategia país de largo plazo, consensuada, con políticas públicas que fijen el rumbo hacia dónde queremos llegar, que encante a los chilenos y donde no existan perdedores. Ese proyecto debe ser la reindustrialización de Chile, único camino que han tenido los países desarrollados para progresar.

– ¿Hacia dónde va ese concepto?

– Efectivamente, en Asimet creemos que la economía chilena retomará la senda del crecimiento, en la medida que sea capaz de subirse al carro de la reindustrialización, aprovechando las oportunidades de la Cuarta Revolución Industrial, que, además, permitirá generar empleos de calidad y con alto grado de especialización. Así lo han entendido los países de la Ocde, que a través de esta vía han podido, por ejemplo, recuperar considerablemente el empleo. La desindustrialización que ha afectado a Chile en los últimos 20 años, en la que la manufactura pasó de una participación en el PIB de un 15% a un 10%, ha significado la pérdida de 250 mil empleos directos de calidad y altamente capacitados que otorga el sector.

– ¿Cuáles son entonces los desafíos para sacar adelante la economía y al propio sector que representa?

– Creemos que el gran desafío que tiene Chile y su Gobierno, es implementar un Plan Industria 4.0, con políticas públicas que fomenten la reindustrialización de Chile. Todos los países desarrollados y de la Ocde con los cuales competimos tienen planes Industria 4.0, Chile aún no tiene una estrategia adecuada a largo plazo en ese sentido.

Entre las políticas públicas Industria 4.0 que están implementando los países con los cuales competimos, esperamos que se consideren las siguientes:

– Híper y súper amortización, de 150 a 250%, a las empresas que invierten en nuevos bienes de capital, en activos tangibles e intangibles, para la transformación tecnológica y digital de los procesos de producción.

– Un Capital preferente para la innovación a las empresas que requieran créditos para inversiones de nuevos bienes de capital, maquinaria, plantas, equipos para uso productivo y tecnologías digitales; con tasas bancarias preferenciales.

– Crédito tributario I+D al gasto privado en Investigación y Desarrollo, para innovar en procesos y productos, garantizando la competitividad futura de las empresas, con crédito de parte de la inversión en la carga tributaria.

– ¿Cómo se está preparando la industria que representa para la digitalización (automatización)?

– Un estudio de Asimet concluyó que actualmente el 90% de las Pymes sólo exhibe un nivel industrial 2.0, mientras que un 8% recién se empina hacia la Industria 3.0.

Para revertir la situación el gremio creó el Centro de Extensionismo Tecnológico, proyecto cofinanciado por Corfo destinado a promover la Industria 4.0 y apoyar la reconversión de las empresas metalúrgicas y metalmecánicas. En tres años, se espera generar cambios en al menos 200 Pymes del sector.

La línea de acción del CET irá en directo beneficio de las empresas metalúrgicas y metalmecánicas, especialmente de las regiones Metropolitana y del Bío Bío.

Además, estamos por lanzar el Índice de Evolución Digital de Asimet, que permitirá medir y ayudar a las empresas a avanzar en su digitalización y conectividad.

– ¿Cuál es su opinión sobre el tema previsional?

– El tema de las bajas pensiones en Chile es una materia que hay que afrontar con decisión y urgencia. En eso las empresas tienen que estar dispuestas a colaborar. Sin embargo, ese 4% adicional de cargo del empleador debería venir aparejado de otras medidas que permitan a las empresas poder recuperar su competitividad. Esa discusión no se está dando en este momento en Chile y, a mi juicio, es mucho más relevante que la decisión de quién debería administrar esos fondos.

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