Las iniciativas para cultivar salmón esperan concretarse entre las comunas de Tomé y Cobquecura, donde han tenido oposición de la comunidad.
Inversiones Pelícano fue una de las primeras que buscó materializar 11 sistemas de acuicultura, ya sea para salmones, cojinovas, mitílidos y macroalgas en las costas de la Región del Bío Bío y Ñuble, por US$ 28,6 millones. Unos $19 mil millones chilenos.
Después llegó Cultivos Lago Yelcho con 15 iniciativas por US$ 42 millones, es decir, $28 mil millones que tuvieron la negativa de comunidades, autoridades locales y regionales.
Entre ambas compañías, la inversión llegaba a los US$ 70,6 millones. Esto es casi $50 mil millones.
Pelicano tuvo la resistencia férreo de Cobquecura y Coelemu antes de la separación de Ñuble como Región.
Es así como el año pasado, ya en calidad de independiente, la presión social y política de las respectivas comunas, se rechazó una ubicada al noroeste de Punta Rinconada de Cobquecura. De hecho, otras dos propuestas fueron desistidas.
En tanto, en Coelemu se negó uno frente al sector “Estero Perales”, lo que provocó otro desistimiento en la comuna de Trehuaco.
Hoy seis siguen a flote de Inversiones Pelícano: un centro de cultivo de mitílidos y macroalgas en Purema, perteneciente a Tomé (Bío Bío).
Los otros cinco se concentran en Cobquecura (Ñuble), en los sectores Santa Rita ( 2), Punta Monte del Zorro (1), Colmuyao (1) y Punta Mela (1), bajo modalidad mixta entre algas, cojinova del norte y especies salmónidos.
Cada uno de ellos está avaluado en US$ 2,6 millones, por lo que multiplicado por seis serían US$ 15,6 millones. En moneda nacional poco más de $10 mil millones.
De acuerdo a los antecedentes que accedió Diario Concepción, Pelícano espera obtener la Resolución de Calificación Ambiental para cada una de ellas.
De hecho, la empresa pidió el 9 de enero del año en curso, a través del representante legal de Inversiones Pelícano, Mark Robert Stengel Uslar, una prórroga para todos los ya señalados con tal de tener argumentos contundentes.
“Se requiere de un mayor plazo para poder realizar nuevos estudios, lo que supone la necesidad de disponer de un mayor lapso de tiempo para recopilar los datos en terreno y luego interpretarlos técnicamente, a objeto de elaborar los informes y preparar la Adenda complementaria (documento preparado por el titular). Todo esto conlleva la recolección de datos, validación de los mismos, elaboración de preinformes y revisión por parte de los profesionales asociados al proyecto, para estar en condiciones de acompañar los antecedentes”, informó Stengel a la autoridad ambiental.
Igualmente, argumentó también que “existen informes, los cuales independiente de su estado de avance actual, requieren de la contratación de servicios especializados, que garanticen altos niveles de calidad, lo que supone un transcurso de tiempo adicional para encontrarlos y llegar a los acuerdos necesarios para cada caso, así como un despliegue logístico para desarrollar los estudios”.
La directora (s) del Servicio de Evaluación Ambiental Región del Bío Bío, Angélica Paola Riffo, respondió a cada una, que se resuelve primero: “Extender la suspensión del plazo del procedimiento de evaluación de la Declaración de Impacto Ambiental Centro de Cultivo, Suroeste de Punta Purema, Pert 211 081 061. La fecha en que culminará será el 02 de septiembre de 2019”.
Y segundo: “Continuar con el procedimiento de evaluación de Declaración de Impacto Ambiental Centro de Cultivo Suroeste de Punta Purema, Pert 211 081 061, una vez vencido el plazo de suspensión acordado a que se refiere el numeral anterior o una vez presentado la Adenda, según corresponda”.