Economía y Negocios

Empresa regional obtiene certificación internacional en I+D+i

La distinción confirma el compromiso de la firma con una metodología continua para creación de productos y procesos.

Por: Silvanio Mariani 15 de Junio 2019
Fotografía: Sebastián y Félix Adlerstein dirigen la empresa familiar. (Foto: Isidoro Valenzuela M.)

Comprometerse con la calidad y la innovación trae excelentes resultados. Coinfa, empresa familiar instalada en el Parque Industrial Escuadrón, recibió de la Asociación Española de Normalización y Certificación (Aenor) la certificación en I+D+i.

“Es la primera empresa en Latinoamérica a obtener tal reconocimiento internacional”, celebra Félix Adlerstein, fundador y presidente del Directorio de la firma penquista.

La certificación fue obtenida tras dos años de preparación y varias auditorías de Aenor, una de las 10 certificadoras más importantes del mundo. En la práctica, la certificación en I+D+i (UNE 166002:2014) reconoce el cumplimiento de una metodología continua de creación de nuevos productos y procesos, “desde la generación de ideas hasta ingresar al mercado”, explica Adlerstein.

El reconocimiento de Aenor es el resultado de una política de innovación que ha sido marca registrada de Coinfa. Todo comenzó en un pequeño taller en que se utilizaba aluminio reciclado para crear utensilios de cocina. Era el inicio de los ‘80 y con el apoyo de la UdeC la empresa se convirtió en una alternativa local a un gigante del sector: Fantuzzi. Con los años, se alzó como una de las más grandes metalúrgicas de la zona, con distintas unidades de negocio que incluyen fabricación de vajillería, envases de aluminio desechables, insumos para la minería, logística e industria pesquera.

Sebastián Adlerstein, CEO de Coinfa Alcon, explica que el resultado obtenido se debe, principalmente, a tres factores: “Primero, el apoyo de empresas como CAP, Moly-Cop y Walmart, que son fundamentales para el desarrollo nacional. Segundo, el aporte de Corfo, que también es decisivo para el país. Y, por último, la decisión de destinar un 10% de las utilidades para Innovación y Desarrollo al interior de la propia empresa”.

Los ejecutivos recuerdan que las naciones que apuestan en I+D+i se desarrollan con mayor velocidad: “El promedio de Asia es 3% del PIB; Israel llega a 4,5%”, dicen los empresarios, “mientras que Chile no alcanza el 0,5%”.

Un proyecto de Coinfa obtuvo $53 millones de aporte estatal. El proyecto generó $2.900 millones en impuestos retenidos. “Invertir en I+D+i es un buen negocio para el país, para las empresas, para todos”, dice Félix Adlerstein.

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