En sintonía con la Cámara Nacional de Comercio, los minoristas aseguran que son un sector particular, y que rebajas en las horas trabajadas elevan sus costos.
En sintonía con la Cámara Nacional de Comercio, el presidente de la Cámara de Comercio de Concepción, Arturo Dellatorre, advirtió que de prosperar el proyecto de ley que reduce la jornada laboral de 45 a 40 horas semanales, su aplicación elevaría los precios de productos y servicios.
El dirigente explicó que se verían obligados a pagar más por doble turno o, derechamente, contratar más personal, lo que aumentaría sus costos, debiendo traspasar ese diferencial, inevitablemente, al precio final, impactando, en definitiva, al consumidor.
“A nosotros, los minoristas, nos afecta especialmente esta reducción de jornada, porque tampoco es la idea es que cerremos más temprano y trabajemos menos tiempo. Entonces para suplir esas horas, deberemos incurrir en un costo adicional, lo que claramente no lo podemos sacar de nuestro bolsillo, sino de los productos” explicó Dellatorre, en un contexto de baja sostenida en las ventas por la incierta marcha económica del país y el mundo, lamentó.
El presidente de la Cámara de Comercio de Concepción recordó que ya están cerrando media hora antes, pasando de las 20.00 a las 19.30, debido a la reducción de 48 a 45 horas semanales, pero enfatizó en que una nueva baja de horas laborales, perjudicaría al comercio minorista, por lo que se mostró proclive de que, en caso de prosperar la ley, se tenga una consideración especial para el sector, distinto en su dinámica respecto a otros, planteó.
Para el gerente general de la CPC Bío Bío, Ronald Ruf, la modificación de la jornada laboral debiera apuntar a mejorar la calidad de vida de los chilenos. En este sentido, dijo que la propuesta del Gobierno ofrece avances, pues permite que, por una parte las empresas optimicen su productividad y por otra, los trabajadores redistribuyan su tiempo de una forma distinta a la actual, pudiendo privilegiar aquellos destinados al esparcimiento y la vida familiar.
“Siempre las iniciativas de este tipo, que involucran cambios culturales, generarán debate. Lo importante es que la mirada esté en reconocer las necesidades del otro, sea trabajador o empresa y se puedan corregir eventuales asimetrías en las negociaciones. Como gremio empresarial consideramos que es el momento de generar mecanismos que faciliten las instancias de acuerdo para beneficio mutuo.
Los países integrantes de la Ocde muestran distintas realidades en relación con las Jornadas de Trabajo. Alemania trabaja 35 horas semanales, Noruega 33, Holanda 29, y Chile 45. “Esto nos muestra que nos queda una brecha por resolver en este tema”, sostuvo la docente de Ingeniería en Administración de Recursos Humanos de Duoc UC sede Concepción, Fabiola Burgos.
“Por tanto, el abordar la disminución de horas semanales de trabajo, generará la necesidad y colaboración de directivos, jefaturas y colaboradores, en revisar los procesos de trabajo, maximizar los tiempos, en función del cumplimiento de la productividad, aumentando la motivación el compromiso y mejorar la calidad de vida de los colaboradores”.
Por su parte, el director de Ingeniería Civil Industrial de la USS, Charles Araya, estimó que se debe implementar una mayor calificación del capital humano con el fin de aumentar la eficiencia de las tareas, además de una distribución de estas actividades de acuerdo a los recursos y capacidades que posee y la incorporación de mayor inversión en innovación e investigación para lograr mayor especialización productiva. Sin duda, jornadas laborales menos prolongadas impacta sobre satisfacción en el trabajo, en la salud y seguridad ocupacional, en el compromiso y también, por ende, en la productividad.