La oficina del Instituto Nacional de Propiedad Industrial en Concepción funciona desde finales de 2017. En 2018, se asesoraron a 356 emprendedores e innovadores de la Región, y más del 50% fueron consultas sobre patentes. En materia de solicitudes, se presentaron 36 de invención, 10 de modelo de utilidad y 10 de diseños industriales.
En la coordinación de ese trabajo –de protección a marcas y patentes, vital para el desarrollo del país– está Gloria Bravo Barrales, Ingeniero Civil Bioquímico, PhD en Biología y socia fundadora de Biotecnológica Arauco SPA. Su formación científica la ha llevado a desarrollarse en dos sectores: biotecnología industrial, particularmente minería, y propiedad industrial en el ámbito de patentes, principalmente biotecnológicas. También se ha desempeñado como docente e investigadora. En materia de género, Gloria Bravo no tiene dudas: Los desafíos están primero en la equidad social, donde la equidad de género “es una más”.
– El foco debe estar en materias que son transversales…
– A mi entender, la significativa desigualdad socioeconómica de nuestro país, y las brechas producto de dicha desigualdad, obliga a muchas mujeres a hacerse cargo de sus familiares y su entorno. Ello afecta, limita y posterga el desarrollarse profesionalmente. Conclusión: a mayor desigualdad social, mayor desigualdad de género.
– ¿Qué percepción tienes respecto a eso en su ámbito laboral?
– En el caso de biotecnología industrial, he sentido que constantemente se pone en duda las capacidades profesionales de las mujeres. Por lo mismo, quizás ha sido algo más difícil mi crecimiento en el sector minero. En el caso del sector de la propiedad industrial, y particularmente en INAPI, no he sentido que exista diferencia, algo que además se refleja en el alto nivel de presencia femenina.
– ¿Has sentido algún tipo de discriminación, o una situación de incomodidad?
– No he vivido una situación extrema de discriminación, salvo en algún caso de selección laboral, donde “intuyo” que por ser mujer no me han seleccionado. Vengo de un ambiente familiar en que la motivación constante de mis padres a desarrollarme profesionalmente, como el ejemplo de mi madre y otras mujeres del entorno familiar, me dieron herramientas para desenvolverme en ambientes liderados por el género masculino. El sector más duro de la industria es difícil para las mujeres. Por otro lado, he visto que hay problemas de oportunidades en sectores como el arte, la salud o la investigación, donde se limita la participación de las mujeres, y se les “castiga” en términos económicos y/o se reconoce mucho menos su trabajo.
– ¿Con tu trabajo, puedes ayudar a lograr mayor equidad?
– La mejor forma de que se nos valore es haciendo bien la pega. Muchas veces se usa el tema de género para justificar ciertas consideraciones, y eso no ayuda a la igualdad, ya que se le da oportunidades a las mujeres no por sus competencias, sino por cumplir objetivos formales en paridad de género.