Con distinta tecnología a las tradicionales, es un invento versátil y muy flexible.
De carácter inédito es el proyecto liderado por el Ingeniero Civil Químico de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Concepción, Rodrigo Bórquez, quien observó el problema que enfrentan muchas zonas rurales de nuestro país: la dificultad de acceder a agua potable. Junto a su equipo, desarrolló una tecnología de dos fases de nanofiltración a baja presión, que incorpora un sistema de recuperación de energía, logrando reducir el costo de la producción de agua dulce a partir de agua de mar, una solución que puede ser implementada en comunidades costeras.
Esta tecnología significa una contribución para resolver las dificultades que enfrentan desde 2010 los habitantes de la caleta Punta Lavapie, quienes tras el sismo vieron disminuido su acceso al agua.
Bórquez explicó que hoy, surtir agua a comunidades vía camión aljibe cuesta alrededor de $5.000 el m3, versus los $500 que cuesta el m3 con esta solución propuesta a partir de esta planta, de uso muy flexible, explica, que puede trasladarse a distintos puntos y ser energizada por cualquier medio, incluyendo eólico o solar.
Por eso, dijo, sería ideal un apoyo estatal para crear un mecanismo similar al utilizado para agua potable rural, ya que se lograría un notable ahorro para las municipalidades que tengan bajo su jurisdicción zonas costeras alejadas y con problemas de abastecimiento de agua potable.