Adulto mayor cuenta cómo es emprender tras 65 años laborales

30 de Marzo 2019 | Publicado por: Edgardo Mora
Fotografía: Cedida

Incentivos tributarios para fomentar la creación de negocios en la tercera edad le habrían hecho el camino más fácil a este emprendedor que salió adelante con capitales propios y mucho trabajo.

Según el estudio sobre crecimiento de los adultos mayores en el Gran Concepción, en 15 años, los mayores de 65 años crecieron en un 70,2%.

Se trata de un análisis realizado por la Escuela de Negocios de la Universidad de las Américas (Udla) y el Centro de Estudios de la Realidad Regional (Cerr).

Adicionalmente, se estima que en los próximos 50 años este aumento podría restar hasta 2% del Producto Interno Bruto (PIB) Regional.

Para prevenir esto, se sugiere dar incentivos al emprendimiento, de forma de reincorporar a los adultos mayores a la actividad económica local.

Renato Segura, director del Cerr, propone que el Estado implemente políticas e incentivos para el emprendimiento en los mayores de 65 años de forma que se reconozca su rol como personas económicamente activas y generadoras de empleo, y como actores del crecimiento económico regional.

Segura recuerda, además, que “en lo que respecta a la salud, la Casen 2017 registra que un 66% de los adultos mayores de la Región del Bío Bío declaran tener un estado de salud bueno y muy bueno”, a lo que se suman los avances de la medicina y el aumento de las expectativas de vida.

El caso de don Andrés

Oriundo de la plaza Condell en Concepción, Andrés Pequien, es uno de los jubilados que logró emprender después de los 65 años y hoy, a sus 76, es dueño del Centro Turístico Península del Sol en Quillón.

Andrés Pequien, (Foto: Isidoro Valenzuela M.)

“Estudié en el Instituto Superior de Comercio, Insuco, en los años en que egresábamos listos para salir a trabajar y enfrentar el mundo y al poco andar supe que si quería tener un buen pasar debía prepararme, así que me dediqué a trabajar el doble que los demás, así vivía con un sueldo y el otro lo comencé a ahorrar durante un tiempo”, explica Pequien.

Fruto de su esfuerzo, al momento de jubilar, contó con los recursos para poder realizar una inversión que dio vida al Centro Turístico Península del Sol en Quillón.

“Con mis ahorros fui comprando terrenos y construyendo cabañas que fui sumando de a poco, así puedo ofrecer hoy día mis instalaciones para, precisamente, personas jubiladas que vienen a vacacionar y conocer una ruta de sabores internacionales”, comenta el emprendedor, quien no deja pasar la oportunidad de promover su centro vacacional.

Al comentarle la idea de un incentivo tributario en el sentido de bajar los impuestos a los emprendedores mayores de 65 años, Pequien no oculta su aprobación.

“Me parece una gran idea, ya que así podría mejorar mis instalaciones y contar con mayor flujo de caja para otras cosas”, señala quien sabe bien de qué se trata la contabilidad.

Haber egresado del Insuco le significó a don Andrés, y a muchos como él, el poder contar con herramientas que lo ayudaron a mejorar sus proyecciones económicas.

Costos de un trabajo arduo

Podría pensarse que el costo de trabajar jornadas dobles con la ausencia familiar que ello implica podrían haber tenido repercusiones, tanto en su matrimonio como en la vida familiar, pero no fue así.

“Debo dar gracias a Dios que recién en enero de este año cumplimos 50 orgullosos años de matrimonio con mi señora, no ha sido fácil, pero hoy puedo dar fe de que se puede emprender después de jubilar e ir matizando los vaivenes”, aseguró Pequien.