El secretario de Estado hizo un diagnóstico de la situación hídrica del país y comentó las prioridades impulsadas por el gobierno: nuevos embalses, iniciativas legislativas y coordinación con actores públicos y privados.
“Estamos centrados en entregar, de forma permanente, seguridad hídrica y jurídica”. Así de conciso es el ministro Juan Andrés Fontaine (MOP) al definir la política del gobierno respecto a los recursos hídricos. Si en la administración anterior el debate estuvo marcado por las propuestas de reforma del Código de Aguas, ahora, el énfasis incluye no sólo materias legislativas, sino que programas para gestión del recurso agua y grandes inversiones en infraestructura.
El ministro estuvo ayer en la Región y participó de la charla-desayuno “Desafíos Hídricos de la Región del Bío Bío”, evento organizado por Essbio con el apoyo de la Seremi de Obras Públicas. Fontaine hizo una exposición sobre los principales retos que Chile debe enfrentar considerando el desarrollo del país, el medio ambiente y las nuevas condiciones que presenta el cambio climático. La autoridad recordó que el gobierno está “entregando la importancia que el asunto se merece”, incorporando el agua en la agenda de política pública.
Entre los compromisos asumidos, destacó el ministro, está la construcción de 25 nuevos embalses en 4 años. Chile cuenta actualmente con 99 embalses, de modo que se proyecta un crecimiento de 26% hasta 2022. “Trabajamos coordinados con distintas instituciones y organismos para lograrlo”, señaló Fontaine.
De hecho, desde que asumió la cartera, Fontaine se ha dedicado a fortalecer una institucionalidad público-privada, a través de la creación de la Mesa del Agua (que congrega a un gran número de organizaciones), el Panel de Expertos (cuya misión es entregar un carácter técnico a las decisiones) y otras iniciativas con una prioridad: el consumo humano. Según el secretario de Estado, para el resto de los casos el mercado del agua funciona eficientemente si hay determinadas condiciones, como certezas jurídicas, transparencia, y fiscalización por parte de la Dirección General de Aguas.
Consultado sobre posibles cambios al Código de Aguas, tema que en los últimos años ha crispado el debate en la zona norte del país, Fontaine no dejó dudas: el mercado de aguas presupone el 100% de certeza jurídica en los derechos de aprovechamiento.
El gerente general de Essbio fue el encargado ayer de abrir la conversación sobre el agua. Eduardo Abuauad destacó que del total del recurso hídrico disponible, sólo el 8% es utilizado por las sanitarias, que trabajan para abastecer a más de 5,4 millones de hogares urbanos. El gran consumidor es la Agropecuaria, que concentra el 82% del agua; la Industria, con 7%; y la Minería, con 3% del total del recurso.
El ejecutivo recordó que Essbio-Nuevosur es la segunda mayor sanitaria de Chile, prestando servicio a cerca de 4 millones de personas en cuatro regiones, desde O’Higgins hasta Bío Bío. Con tal magnitud, la empresa está enfocada en una Estrategia Hídrica con el objetivo de “satisfacer la demanda de agua potable en términos de calidad y cantidad en un horizonte de largo plazo, mediante una combinación entre construcción de fuentes productivas y gestión eficiente de derechos de agua”.
Y todo, precisó Abuauad, dentro de un costo inferior al promedio de la Ocde. Las tarifas por metro cúbico, incluyendo agua potable, alcantarillado y tratamiento de aguas servidas “son cuatro veces menos que en Alemania”.
Al finalizar, el ejecutivo enfatizó: “Pagamos 100 veces más por una botella plástica de agua, en comparación con un litro de agua potable de la sanitaria”.