
El general manager de Solubag, Roberto Astete, adelantó que serán franquicia y esperan instalar fábrica en Tomé. Expuso en el Virginio Gómez y ayer en el lanzamiento de la Semana de la Pyme.
Ayer fue el lanzamiento de la Semana de la Pyme y contó con la participación del general manager de Solubag, Roberto Astete, el innovador que está detrás de la creación de la famosa bolsa que se disuelve en agua.
Y atención. Si no lo sabía, dos tipos: la clásica “estilo plástico común” (que por cierto no lo es, ya que se destruye aplicando 20 Cº para no dejar rastro) y la con forma de bolso de “género” (se elimina a 75 Cº).
En este último caso su entrada en el mercado ha sido fuerte. Reveló que ya están en Panamá, Colombia y alistan su entrada en México. En Chile lo han hecho a través de Mall Plaza y los resultados son satisfactorios.
En lo que respecta al formato “bolsita”, se encuentra en proceso de entrar en el país a través del retail.
Lo otro, quieren hacer franquicias para acceder a más países. Igualmente, se busca tener una fábrica en territorio nacional.
Solubag hoy es un ejemplo. Hace unos días Roberto Astete ( oriundo de Tomé) dio cátedra en el aniversario de la Escuela de Administración e Informática del Instituto Virginio Gómez.
-¿En qué esta Solubag? El impacto ha sido grande.
– Separamos ambos proyectos. La bolsa de tela ya la utiliza Mall Plaza y Los Andes. Es distinta a las que usan los supermercados y esta se encuentra en una fase de validación industrial, con un cliente muy importante. A su vez, cambiamos el modelo de negocios. Hoy día vamos como una franquicia para abrirnos a diversos países.
-¿A qué mercados están llegando en este minuto?
-A parte de Chile: Panamá, Colombia y estamos cerrando en México. Posteriormente, esperamos llegar a otros más.
– ¿Dónde producen actualmente?
– Por un tema de volúmenes, las fabricamos en China y las personalizamos en Santiago. La idea nuestra de corto plazo es tener una planta en Chile para producir toda una línea completa de productos.
-¿Podría ser en la Región?
-Para mí debería ser Tomé.