Los cálculos del Banco Central apuntaban a un crecimiento de la economía en 2019 entre 3,25% a 4,25%, pero expertos bajaron esta estimación.
Aunque el Gobierno y empresariado se resisten hablar de desaceleración, todo indica que la proyección de crecimiento va a la baja en relación a lo proyectado a inicios de año.
Sí, porque si bien el crecimiento del Imacec de septiembre registró un 2,3%, situándose levemente por sobre las estimaciones del mercado, se inscribió como la cifra más baja desde junio del 2017 (1%). Con este crecimiento, el tercer trimestre cerró con una expansión de 2,9%, situándose por debajo del 4,3% del primer trimestre y del 5,3% que anotó el segundo trimestre.
De acuerdo al Banco Central, la serie desestacionalizada aumentó 0,4%, respecto del mes precedente, y creció 2,7% en doce meses. Septiembre tuvo dos días hábiles menos que el mismo mes de 2017.
En tanto, el Imacec minero disminuyó 2,0%, mientras que el no minero aumentó en 2,5%.
“Para el 2019, el crecimiento debería estar en torno a un 3,5% más bajo que lo que se preveía a principios de este año, ya que existen riesgos externos que se han acentuado, principalmente, provenientes de los países emergentes que están presentando problemas”, estimó el economista de la Ucsc, Andrés Ulloa.
Es el caso de Turquía y Argentina, pero también podrían contagiarse otros países más grandes como es Italia o Brasil, cuyo futuro después de la elección es incierto en materia económica, sostuvo Ulloa. “Además, hay que agregarle la potencial amenaza comercial que aún no se consolida ni se termina. En el aspecto interno, si bien las expectativas para Chile son buenas, no lo son tanto como se pensaba a principios del gobierno de Piñera, entre otras cosas, porque no ha habido cambios importantes ni en la legislación tributaria ni en la laboral y se continúa aumentando la presión sobre el gasto, ahora, a través de la reforma de pensiones, que si bien no es inmediata pone inquietud en el ambiente económico”.
El director del Centro de Estudios Regionales (CER), Renato Segura, no entregó una cifra concreta de crecimiento para 2019, pero sí aseguró que será difícil seguir creciendo como a inicios de año.
“El crecimiento económico en Chile está fuertemente influenciado por el consumo interno. En este ambiente, el comportamiento del mercado laboral (ocupación y evolución del salario real) es la variable que influye en la dinámica de crecimiento. La evolución al alza en la tasa de desocupación y la caída del índice nominal de salario a niveles de la variación del IPC son una señal que explica en parte la actual desaceleración”.
Segura añadió que en ausencia de un shock positivo en nuestras exportaciones, las tasas de crecimiento debiesen mantener una tendencia a la desaceleración, lo que se extendería durante el 2019. Es decir, es poco probable retomar niveles de crecimiento como los que se vieron durante el primer semestre.
El director de Ingeniería Comercial de la Universidad San Sebastián, Luis Felipe Slier Muñoz, junto con prever que el crecimiento económico para el 2019, se situará dentro de una banda del 3,5% al 3,7%, enunció los desafíos para Bío Bío.
“Se debe insistir en generar condiciones que favorezcan y potencien la inversión y la generación de empleo en la Región del Bío Bío, por ejemplo, fortalecer el sector agroindustrial, el sector forestal-maderero, servicios portuarios, con condiciones favorables de instalación en la Región que permita un trabajo colaborativo con otras regiones del país pensando en macro zonas en un contexto de trabajo integrado e integrador. Es importante que las autoridades regionales den apoyo y certezas a proyectos de inversión en la Región, que permitirán, por ejemplo, en materia de conectividad aumentar en competitividad en la Región, como es el puente industrial, la agilidad en responder a proyectos de inversión privada, el soterramiento de la vía férrea en Concepción, la construcción de un metro integrado al biotrén y otros proyectos en carpeta que ayudarían al desarrollo y crecimiento económico de la Región del Bío Bío”.