Andrea Navarro y Brenda Cortés son ejemplos de cómo saber enfrentar bien los desafíos y exigencias del mercado.
“Llevo 15 años con mi negocio, donde he tenido altos y bajos, pero logramos salir adelante, gracias al apoyo de la familia, de la constancia y, también, gracias a Emprende MF. Mi experiencia es que uno debe ser siempre positiva, no hay que bajar los brazos, sino que hay que seguir y creer en que uno puede alcanzar sus objetivos”, dijo Andrea Navarro, usuaria de una de las instituciones de Fundación de Microfinanzas Bbva (Fmbbva) que presta apoyo a quienes buscan salir adelante mediante el comercio.
Precisamente, la entidad dio a conocer hace unos días el Informe de Desempeño Social 2017. En este se da cuenta de la realidad Latinoamericana: un 70% de los emprendedores proviene de zonas, donde la concentración de la pobreza está en un nivel alto y medio.
Y un detalle relevante: un 60% es mujer, un 43% tiene educación primaria y un 80% vive en estado de vulnerabilidad.
En ese contexto, los resultados del estudio indican que el principal problema de los microempresarios latinoamericanos y chilenos es el acceso al financiamiento.
De ahí la relevancia que tienen los microcréditos otorgados por instituciones como Emprende Microfinanzas y Fondo Esperanza.
“En Chile pasa que, al parecer, las mujeres tienen menores oportunidades laborales, por lo que para ellas emprender es una solución y lo pueden hacer desde su casa”, opinó la directora de Medición de Impacto y Desarrollo Estratégico de Fmbbva, Stephanie García Van Gool.
De hecho, las proyecciones para quienes optan por este camino es promisorio. “Vemos una consistencia entre los clientes que atendemos. La mayoría de ellos son comerciantes, con negocios que crecen con tasas realmente altas y positivas, negocios muy flexibles, con pocos requerimientos técnicos y barreras de entradas”, añadió García.
Para Andrea Navarro los apoyos económicos son fundamentales. “Gracias a los créditos no solo pude abrir mi local, sino que también lo pude desarrollar, comprando máquinas y ahora último pude adquirir un auto. Con el tiempo pude abrir locales y contratar a otras personas”.
Tener las ganas y espaldarazo monetario es una parte. La otra es la administración.
El gerente general del Fondo Esperanza, Mario Pavón, reveló que “necesitan apoyo para hacer sus negocios más sostenibles y sustentables a lo largo del tiempo, y no ser afectados por aquellos shocks que son propios de la vulnerabilidad social”.
De ahí que conocer la realidad es crucial para que el acompañamiento tenga resultados positivos.
“La cercanía con los clientes es fundamental. Es nuestra fortaleza y el asesoramiento que le damos, el educarlos financieramente hace que ellos tomen mejores decisiones y nosotros les acompañamos, de modo que puedan mejorar sus condiciones de vida. Esto es lo que nos enorgullece”, resaltó el gerente general de Emprende MF, John Corredor.
Brenda Cortés, quien es parte del Fondo Esperanza lo sabe bien. “Acá he aprendido mucho respecto a cómo administrar mi negocio”.