Economía y Negocios

Oficinistas aumentan en la Región del Bío Bío alcanzando los 74.000 durante el año

Son un segmento importante de trabajadores y su expansión se explica por la demanda de cargos especializados dentro de instituciones públicas y privadas.

Por: Felipe Placencia 23 de Junio 2018
Fotografía: Ilustración Andrés Oreña P.

Ser oficinista hoy es una condición laboral y estilo de vida de las que son parte muchos profesionales y técnicos, con horarios definidos y hasta una vestimenta que los caracteriza: camisa y corbata para los hombres;  blusa y traje uniformado para las mujeres, aunque en los últimos años han habido flexibilidades estéticas que le han dado un cierto giro, pero la esencia sigue siendo la misma en la funcionalidad.

Y de acuerdo al INE Bío Bío, estos últimos han ido al alza en los últimos meses.

En el primer trimestre de medición, este segmento alcanzaba los 74.110, siendo el 7,9% del total de los 938.260 ocupados.

En el segundo periodo, enero a marzo, tuvo una leve disminución, llegando a los 73.100 (7,8% del total).

Y, finalmente,  entre febrero y  abril volvió a situarse al alza, registrando sobre los 74.000 personas nuevamente, siendo el 8% de quienes ocupan un puesto laboral, aumentando, incluso, un punto porcentual.

Más allá de los estereotipos

Javier, por ejemplo, desempeña en oficinas hace 20 años en el área de contabilidad. Partió muy joven.

“Salí de la sala de clases para llegar a otra, pero de trabajo”, dijo sonriendo.

“No vivo muchas aventuras, pero se gana lo suficiente y eso al final del día es lo que cuenta, al menos para mí que ahora tengo hijos”, aclaró.

Dice que no se siente parte de la caricaturización que ve en las películas o en series, pero que una gran parte es verdad.

“Sí, es verdad que hay mucho café. También cigarros, aunque ahora no tanto. Igual de repente uno que otro, pero cuando vino la normativa  disminuyó el consumo. Ahora, incluso se almuerza ensaladas, para cuidar la salud. Ya no tengo 26 años”,  reflexionó Javier.

Hace unos años se emitió La Ofis, básicamente un remake de la aclamada serie que tuvo dos versiones previas: una norteamericana y una inglesa.

En la propuesta criolla los oficinistas giraban en torno al jefe, Manuel Cerda, un tipo teatral y exagerado.

“En mi carrera he tenido muchos. Y sí, varios eran como este personaje”, comentó Javier.

Y agregó: “mira, donde estoy el perfil importa y hay que saber ser discreto. Los rumores de pasillos en mi mundo son pan de cada día. Para  bien o para mal. Como en todos lados, como que es un tema país, si lo piensas”.

Mónica, en tanto, es secretaria. “Como que de repente las personalidades se repiten. Uno es más gracioso, otro más cuentero y hay otros que son más reservados. Hacen sus tareas y se van a la casa”, precisó.

Acotó algo clave: “antes las secretarias tenían que saber un poco de inglés. Una vez postulé a un puesto y me pidieron chino mandarín. Los tiempos van cambiando”.

Sueldos y pensiones

Los sueldos son variados. Van desde poco más del sueldo mínimo al que sobrepasa el millón.

Eso sí, todo depende de la especialización, el rango o grado del que es parte, ya sea en una institución pública o en una privada.

“Es un grupo de trabajadores que están en el séptimo lugar del ranking en el término de ocupados globales. La gente los tiende a relacionar con la clase media, porque  los ve con corbata y correctamente vestidos, pero son  transversales a los distintos sectores socioeconómicos. Eso sí, con una mayor ponderación, con ingresos medios. Son relevantes porque son el soporte administrativo de todas las otras actividades  que se realizan, los que están encargados de administrar  áreas de servicio”, resaltó el seremi de Economía Bío Bío, Mauricio Gutiérrez.

Y tienen preocupaciones. “Las jubilaciones nos aterran. Créelo. Cuando vi a la señora Imilsa, esa abuelita que llamaba a marchar por el tema de las AFP, encadenada en la tele y después en las redes sociales arriba de una micro llamando a protestar, como que me hizo pensar en el futuro. Mi señora me dice: ojalá que se arregle todo esto. Y claro, veo mi cartola y me preocupa. Lo otro es el alto nivel de endeudamiento de muchos de nosotros”, confesó Javier.

Para el seremi Gutiérrez, los resquemores son comprensibles ante una sociedad que demanda cambios al sistema.

“A veces no les alcanza para llegar a fin de mes, con proyecciones de jubilaciones que no van a poder cubrir necesidades cuando sean adultos mayores.  Por eso hace mucho sentido de la frase del Presidente Sebastián Piñera, que Chile quiere, puede y debe ser un país desarrollado, porque en virtud de aquello vamos a tener un trabajador de oficina, de clase media, con un ingreso que le permita  vivir bien en el mes y  darse gustos de esparcimientos. Y en el día de mañana tener pensiones bastante más grandes de las que tenemos hoy”.

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