Gremios y actores de las áreas aludidas por estudio del Observatorio Laboral entregan sus visiones sobre las causas y entregan las posibles soluciones.
Mientras el Presidente Sebastián Piñera firmó el proyecto de reforma constitucional de Equidad de Género para establecer como deber del Estado el promover y garantizar la plena igualdad entre el hombre y la mujer, la nueva Región del Bío Bío (sin Ñuble) presentó durante 2017 tres sectores con ingresos promedios de la mujer menores al Salario Mínimo.
Se trata de los resultados de los estudios desarrollados el año pasado por el Observatorio Laboral Bío Bío en que los sectores de Hotelería y Restoranes, Manufacturas y Comercio de la nueva Región del Bío Bío obtuvieron ingresos promedio de mujeres de $ 224.233; $265.979 y $ 270.973 respectivamente, mientras que el Salario Mínimo en Chile es de $ 276.000 (ver infografía)
Luis Méndez, director del Observatorio Laboral Bío Bío, explica: “en cuanto a los ingresos promedios entre hombres y mujeres en general en la nueva Región del Bío Bío son $347 mil en las mujeres versus $485 mil en los hombres, (las mujeres ganan un 28% menos que los hombres). Ahora el sector que recibe menos ingresos promedio en hombres es el sector silvoagropecuario con $ 326.640 y en las mujeres del sector Hoteles y Restaurantes con $224.233, es decir, menos del ingreso mínimo. Según sea la condición contractual, tenemos que la diferencia entre el promedio nacional versus la Región del Bío Bío es cerca de 19% menos en el caso de contratos indefinidos siendo el promedio nacional también mayor para los contratos definidos y sin contrato”.
En tanto, Renato Segura, director del Centro de Estudios de la Realidad Regional, Cerr, plantea que esta realidad “es producto de, al menos, 4 factores: el alto endeudamiento de los hogares, la necesidad de agregar mayores ingresos al hogar, la precariedad del mercado laboral regional para absorber la mayor demanda con empleos de calidad y el menor costo de oportunidad que produce un sistema migratorio descontrolado. Hace tiempo que se viene observando que las menores tasas de desempleo de la Región, ocultan esta compleja realidad”.
Requerido acerca de posibles soluciones, respondió: “en el corto plazo, con mayor crecimiento económico en el país. Esto genera presión en el mercado laboral por escasez de mano de obra que generan los sectores productivos con mayor dinamismo (como la minería, por ejemplo). En el mediano plazo, con un cambio de paradigma en los empresarios que los salarios son un costo y no una inversión que les puede redituar mayores utilidades. Las próximas modificaciones legales de igualdad de género sin duda que contribuirá el sesgo salarial que enfrenta la fuerza laboral femenina”.
Alfredo Meneses, gerente general de la Asociación de Exportadores de Manufacturas de la Región del Bío Bío, Asexma Bío Bío, reconoció que “sin lugar a dudas lo señalado da cuenta de la realidad. El sector en específico manufacturero, tal como lo teníamos internalizado está sufriendo un cambio no menor, en el sentido que hoy para ser competitivo, se deben incorporar otras herramientas tecnológicas, muchas de las cuales requieren el uso de conocimientos técnicos de sistemas avanzados. Lo anterior implica contar con capital humano con altos niveles de preparación técnica y, por cierto, ello no pasa por diferenciaciones de género”.
Meneses aporta otro dato al indicar que “Chile está viviendo un proceso que es bastante complejo, por ejemplo, un informe de la Ocde señala que el 30% de la masa laboral en Chile posee un riesgo de entre un 50% a un 70% de ser sustituido por tecnología en los próximos años y ello no diferencia el género”.
Desde el comercio, Sergio Albornoz, empresario ferretero y presidente de la Federación de Cámaras de Comercio y Turismo, Fecomtur, dijo que “en general el sueldo pagado a mujeres que trabajan en el comercio en la Región es igual a los hombres. No conozco caso de misma función con sueldo diferente. Por supuesto que, en caso de existir la realidad mencionada y con una misma función, eso debe corregirse a la brevedad”.
Para Rodrigo Canales, gerente general de Hacienda Patagonia de Concepción y empresario del rubro gastronómico, “el rubro de restaurantes puede darse que los cargos de mayores ingresos, estén mayormente ejecutados por hombres, dejando las labores de menos remuneración para mujeres, como ejemplo, es más común que el personal de aseo, recepcionista y copería sean mayormente mujeres, en servicio, es decir, garzones, puede haber mayor participación. Pero en los cargos de mayor remuneración, como administración, encargados de cocina, jefes de comedores, no es común ver mujeres todavía. Me es difícil ver que haya algún sesgo muy marcado en el salario mismo por sexo”.
Respecto de cómo mejorar esta situación, Canales indica que “con capacitación y experiencia demostrable, ya que en el rubro un empleado con experiencia y con capacidades diferenciadoras, suele poder tener la opción de aumentar su remuneración más fácilmente que sus pares”.
En relación a cómo proyecta el ingreso promedio del sector restoranes en las mujeres para los próximos 5 años, el empresario contestó: “definitivamente debería ser igual al de los hombres, pero insisto que a veces estos estudios no van al detalle de diferencia de sueldo por cargo, sino por industria, aunque igualmente es preocupante ver los resultados”.
Para Carlos Jara, seremi del Trabajo y Previsión Social, la situación de menores ingresos promedio se explicaría porque “lo más probable es que se deba a que se trata de empleos no formales y con un horario determinado, más corto que el de una jornada completa. Porque legalmente una persona contratada por una jornada completa no debería recibir menos del ingreso mínimo. Segundo ¿Por qué se desempeñan en esas áreas? Creo que se debe a que ahí pueden desempeñarse más fácilmente en media jornada o menos, part time. ¿Por qué buscan esos trabajos? Por razones como la falta de la anhelada corresponsabilidad, es decir, por ser mujeres aún se les carga injustamente las tareas que tienen que ver con el cuidado de los niños y de los enfermos en la familia. Pero me preocupa la brecha salarial, es algo a lo que deberíamos apuntar a que ya no existiera”.