Baja del 27% al 25% no ocurrirá como se esperaba. La mayoría coincide en que hubiera sido un paso reactivador de la inversión y el crecimiento, pero ven que el déficit fiscal es algo real. Otro tema es si es eficiente el uso de la recaudación.
La rebaja de impuestos a las empresas de 27% a 25% era lo que claramente esperaba el sector privado. Eso pese a las señales que se inclinaban cada vez más hacia una mantención, dado el sorpresivo e histórico nivel de déficit fiscal actual.
Bajo estas circunstancias, gremios y empresarios regionales, si bien se mostraron llanos con la medida devolvieron el golpe cuestionando la forme en que se gastan e invierten los caudales públicos y reiterando la importancia de la reactivación de la inversión para el crecimiento.
Ronald Ruf, gerente general de la Cámara de la Producción y del Comercio de Concepción, Cpcc, ante la mantención de los impuestos a las empresas respondió: “la reducción de la tasa impositiva puede ser un claro aliciente a invertir y eso va en la dirección de la recuperación del esquivo crecimiento de nuestra región. Adicionalmente, una menor carga impositiva permite a nuestro país ser más competitivo. Por lo pronto, habrá que esperar el detalle de la simplificación tributaria para entender cuál será el impacto real”.
A través de una declaración pública, remitida por la Cámara Chilena de la Construcción Sede Concepción se informó que, Sergio Torretti, presidente nacional del gremio, indicó: “es clave impulsar la reactivación y el crecimiento económico. Al respecto, destacamos la agenda pro inversión, la creación de la Oficina de Grandes Proyectos Sustentables, el pago oportuno a los proveedores y la modernización del Estado, del Sistema de Evaluación Ambiental y del sistema tributario. Es urgente que este último se simplifique y ofrezca certeza jurídica”.
En tanto, José Miguel Stegmeier, empresario agrícola y presidente de Socabio, reconoció que: “efectivamente no están las condiciones para rebajar impuestos” y que “existe una caja fiscal con pocos recursos debido a un excesivo gasto y mala gestión del Gobierno anterior en esta materia”.
Luego, el presidente de Socabio apuntó a que “sin lugar a dudas, el actual nivel impositivo para las empresas afecta negativamente la inversión privada y deberá ser resuelto una vez que se den las condiciones apropiadas”.
Stegmeier señaló, además, que “en cualquier caso, el análisis que sí o sí debe hacerse es en cómo se están gastando e invirtiendo nuestros impuestos. Creo que existen grandes deficiencias e ineficiencias en esto, sobre todo con un Estado que en estos últimos años ha crecido inorgánicamente” y advierte acerca “del enorme efecto negativo que ocurre por el gasto con sobrecosto y el mal uso de los recursos, basta sólo mencionar como ejemplo lo que ocurre en Salud, donde cada peso gastado en el sistema público, rinde mucho menos que ese mismo peso gastado o invertido en el ámbito privado y así muchos casos más”.
Para Humberto Miguel Cerda, gerente general y CEO del grupo Himce, además de presidente de la Cámara de la Producción, Comercio y Turismo de San Pedro de la Paz, “se puede entender que existan problemas macros que impidan hoy bajar la tasa impositiva para dar cumplimiento a una agenda social. Pero es importante estar claros que con esto se verá afectada la competitividad de las empresas”.
Miguel Cerda coincide con visiones anteriores en que “hoy es urgente simplificar el sistema tributario, modificándolo y modernizándolo de tal forma que sea amigable y entendible para la empresa y profesionales del área”.
Desde la perspectiva tributaria “sería mejor una tasa cercana al máximo del global, así deja resuelto los impuestos de las personas naturales. Si la tasa baja, favorece a las empresas en términos de flujos, pero el fisco recauda menos y debe esperar a que quede resuelto el tema tributario de las personas naturales (atribución o retiro), para recaudar aquellos impuestos globales con tasa mayor al impuesto de empresas” afirmó Cristian Maldonado, gerente general y CEO de Fintax Consultores y Auditores.
En cuanto a lo que le hubiera gustado ver en el discurso presidencial, Maldonado expresó: “creo que se debió ser más específico en los planteamientos de simplificación y de certeza tributaria, debido a que no es lo mismo eliminar una declaración jurada y dar más trabajo al Servicio de Impuesto Internos a través de las fiscalizaciones, que juntar dos o tres declaraciones juradas en una; no es lo mismo usar una misma base contable bajo Ifrs como criterio para las declaraciones juradas a cambiar lo que hoy se hace sin una misma base contables; precisar las transacciones consideradas elusivas a tener ejemplos de situaciones consideradas elusivas”.
Con respecto a si el impuesto a las empresas es alto o bajo, el CEO de Fintax explicó: “los impuestos a las empresas son bajos, considerando que funcionan integradamente con el impuesto global complementarios, o sea los impuestos a las empresas son crédito al 100% para régimen de renta atribuidas y al 65% en el caso del régimen parcialmente integrado. Se podría decir que técnicamente el impuesto a las empresas no existe, si no que es una técnica de recaudación de los impuestos finales del global complementario”.