Cultivo de Berries se impone a la ganadería en la Región del Bío Bío
Se estima que cerca de 100.000 personas trabajan en este segmento que evoluciona de acuerdo a la demanda de un mercado en constante fluctuación.
El mundo silvoagropecuario de la Región del Bío Bío ha experimentado profundas transformaciones, retos y desafíos en un sector productivo que se mueve ante las oscilaciones de los consumidores y del mercado.
“En los últimos 10 años en la Región del Bío Bío sin duda que se ha producido un cambio en los sistemas productivos”, sentenció el seremi de Agricultura, Ruy Fernando Bórquez Lagos.
Este proceso es natural y va acompañado de un protagonista que cobra fuerza: el cambio climático. Y en lo político: enfrentar la separación de Ñuble, un territorio con tradición agrícola. Se espera entonces que la asociatividad no decaiga una vez que se haga efectiva.
Argumentó que en Ñuble el Producto Interno Bruto por parte de este segmento debe ser del 10%. Similar lo es en la Provincia del Bío Bío.
De ahí que 117.000 personas trabajen directamente en este rubro (junto con pesca). De hecho, según el INE, en los últimos 12 meses se han sumado 4.040, lo que viene a ser un incremento de 3,6%.
Lo positivo
En este contexto, los aspectos positivos de los últimos años radican en que han aparecido nuevos cultivos de todo tipo, especialmente los referentes a fruta.
“De hecho en los últimos 3 años prácticamente se ha triplicado. Uno ve por ejemplo que en distintas partes, pequeños y medianos y grandes se han introducido en los arándanos, en el avellano europeo, los castaños, en la producción de mora, frutilla, todo lo que son los berries en general”, detalló la autoridad regional.
Y para hacer frente a esta demanda, el sitio de Inspección de Fruta de Cabrero, uno de los más grande en su tipo, vino a ser un aporte para agilizar envíos directos a Estados Unidos.
Las siembras tradicionales continúan, pero han disminuido para dar paso a otras fórmulas. “Ha sido reemplazado por cultivo agroindustrial, como es la remolacha la chicoria, por ejemplo”, indicó Bórquez, añadiendo que el maíz ha tomado una especial fuerza en la zona, especialmente en las cercanías de Chillán y Los Ángeles.
Para el presidente de Corbiobío y Socabío, José Miguel Stegmeier, efectivamente, “estamos siendo los campeones mundiales en maíz, trigo, remolacha azucarera, es un importante relevante en la Región y se refleja en las cifras”.
Por otro lado, las viñas han mejorado. En especial en el Valle del Itata, con múltiples logros en ventas y premios. En la Provincia del Bío Bío también se experimenta una importante participación.
Mientras que el sector forestal sigue creciendo. La autoridad regional argumentó que de los US$ 60.000 millones a nivel nacional, la mitad es de la Región.
“Tenemos un sector maderero sumamente potente y maduro en su accionar y que sortea los vaivenes de la economía mundial y de los commodities”, acotó el seremi de Economía, Mauricio Gutiérrez.
En tanto, Borquez añadió que “la forestación ha permitido recuperar una cantidad muy importante de suelos que estaban en proceso de erosión. Ha permitido ocupar mucho suelo que no tenían ninguna alternativa de producción frutícola o agrícola”.
Finalmente, el sistema de riego es otro punto alto, puesto se optimizó tanto por iniciativas privadas como por apoyo estatal.
“Nos hemos tecnificado a niveles increíbles (…) incluso se han incorporado suelos como las arenas del río Bío Bío”, aplaudió Stgemeier, esperando que en este ítem se sigan experimentando mejoras.
Lo negativo
Lamentablemente, se ha visto como el sector ganadero se comporta a la baja, llegando a niveles comparables de la mitad del siglo XXI, con el General Carlos Ibáñez del Campo.
“Hace unos 10 años teníamos 4.200.000 cabezas. Hoy estamos en 2. 700.000 cabezas”, precisó el seremi de Agricultura.
Enfatizó, también que la producción lechera mermó. “En la Provincia de Ñuble y Bío Bío la disminución de lecherías ha sido dramática”.
Una solución sería tener nuevamente un banco ganadero. Indicó que el envío de terneras a China ha contribuido a la disminución.
“Si baja el nivel de masa ganadera en lechería, baja también la oferta de carne. El mercado debería dar para que sea prospero de vuelta, pero lamentablemente no hemos llegado a tener una relación con las plantas que potencien un todo”, advirtió Stegmeier.
Los incendios forestales han mermado la confianza. Incluso se les culpa de provocar la sequía en las napas. “Lo cual tampoco es efectivo, porque ciertamente hacen uso de agua, pero en los primeros metros de la superficie y no más adentro. La baja se produce por otros efectos”, analizó Bórquez.
De ahí que crear más embalses como el Punilla y Chillán marquen la diferencia. Tampoco olvidar que el cambio climático podría provocar menos lluvias, necesarias para este segmento en constante evolución.