Educación financiera y su rol para bajar el endeudamiento

29 de Abril 2018 | Publicado por: Javier Ochoa
Fotografía: Ilustración Guillermo Uribe R.

Según datos del Banco Central, un 70% de los morosos gana menos de $500.000. La tasa creció en 3,7 pp en un año y el fenómeno se explica por el aumento de créditos bancarios y menor dinamismo del ingreso.

Altas tasas de analfabetismo financiero explican en parte que las familias chilenas estén entre las más endeudadas de Latinoamérica, lo que hace urgente abordar en serio el tema de la educación para disminuir los altos niveles de endeudamiento.

Sí, porque lapidario fue el último informe de Cuentas Nacionales del Banco Central (BC) 2017 que constata que las familias chilenas están endeudadas en un 71% de su sueldo, en circunstancias que lo recomendable es no sobrepasar el 25% del ingreso.

Efectivamente, el BC da cuenta que los hogares registraron un stock de deuda equivalente a 71,1% del ingreso disponible, superior en 3,7pp. comparado con el cierre del año anterior, y explicado tanto por el aumento de los préstamos bancarios como por el menor dinamismo del ingreso.

Y a la realidad no están ajenas las empresas no financieras, que presentaron un ratio de deuda como porcentaje del PIB de 99,6%, 6,8pp. bajo lo registrado a diciembre de 2016, en línea con la disminución de la valoración de pasivos externos producto del fortalecimiento del peso chileno frente al dólar.

Ahora bien, se debe entender que gran parte de la deuda, un 37,4%, estaba constituida por créditos bancarios para la vivienda, lo que habla de la decisión de muchas familias de endeudarse en la compra de un bien raíz. Y un 18,2% por créditos de consumo.

Y las deudas con otros intermediarios de créditos, como las cosas comerciales, compañías de seguro y casas de compensación representaron 15,5% del ingreso disponible.

Y otro dato no menor: un 75% de los morosos recibe un ingreso inferior a los $500.000.

Causas

Una de las causas del endeudamiento es el fácil acceso al crédito y no sólo los tradicionales, como los de consumo, sino que también todo el crédito al que las personas pueden acceder mediante las tarjetas del retail.

Así lo plantea la directora de Programas Advance de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad San Sebastián Concepción, Karin Bravo.

“Compras en cuotas y avances en efectivo pueden ser un elemento muy negativo en el presupuesto familiar si no se utiliza con moderación y para bienes y gastos realmente necesarios”.

Una segunda causa, añade, se puede considerar la “normalización” de la compra a crédito.

“La publicidad, masificación de centros comerciales y hasta la venta por internet ayudan a generar un efecto persuasivo en el consumidor: compre, disfrute, gaste “ahora”… y pague en “x” cómodas cuotas. Tenemos una cultura pro – consumo que nos hace endeudarnos por bienes en muchos casos, no tan necesarios”, sostiene.

Más educación financiera

Existe consenso en que una de las soluciones para abordar este problema es la educación financiera a edades tempranas.

“La deuda responde a un comportamiento de compra individual, por lo que es importante que cada persona tome conciencia de lo que se enfrenta cada vez que asume un compromiso de endeudamiento. Para ello, es muy importante el conocimiento financiero que cada individuo tiene”, acota Karin Bravo de la USS.

En este sentido, un buen ejemplo concreto es el esfuerzo que lidera la Asociación de Administradoras de Fondos Mutuos (AAFM), la que imparte de manera gratuita el taller “A fondo en mi Futuro” desde el año 2015.

La gerente general de la entidad, Mónica Cavallini, explicó que empezaron con cuatro colegios, y que cada año han sumado más establecimientos.

“Este año estaremos en 30 colegios, alcanzando un total de 6.200 alumnos desde el inicio del programa”.

La ejecutiva explica que este taller busca apoyar la educación financiera entre estudiantes de enseñanza media y se basa en una metodología que integra clases presenciales con el apoyo de una plataforma digital, entregando conocimientos y herramientas a jóvenes respecto a temas de ahorro, planificación financiera, racionalización de los gastos, y sobre derechos y deberes de los consumidores de productos financieros. Destaca en este contexto el taller de endeudamiento y gasto responsable.

“Según los resultados de la última prueba Pisa que abordó contenido financiero, un 38% de los estudiantes chilenos no tiene las competencias mínimas en alfabetización financiera, las cuales son fundamentales para la toma de decisiones informadas y responsables en materia de ahorro, consumo, endeudamiento e inversión. Por eso, la educación financiera es clave en la etapa escolar. Estudios internacionales muestran que el aprendizaje logrado antes de los 15 años es más probable que se transforme en un comportamiento; y eso es lo que busca la educación financiera, que se genere un cambio en la conducta de las personas que les permita tomar decisiones responsables con la libertad que entrega el conocimiento, lo que sin duda redundará en una mejor calidad de vida”, apuntó la gerente general de la AAFM, Mónica Cavallini, quien ahondó en lo avanzado en la capital regional del Bío Bío.

“El 2017 llegamos por primera vez a Concepción, con un alcance de 280 alumnos. Este año estamos en Talcahuano, en el colegio Espíritu Santo, y en Concepción, en los colegios Almondale Lomas y Thomas Jefferson, con un alcance similar de estudiantes al del año pasado. Los resultados de las pruebas de este programa a nivel nacional arrojan, por ejemplo, que el 92% de los alumnos que realizaron el curso durante el 2017 entendió el concepto de interés por préstamo y por ahorro, un importante avance considerando las dramáticas cifras de analfabetismo financiero de los jóvenes y población en general”.

Deuda consolidada

El fundador de Defensa Deudores.cl, el abogado Ricardo Ibáñez, planteó que “el endeudamiento de las familias chilenas parece ser un círculo de nunca acabar: hoy el Banco Central informa que ha alcanzado un máximo histórico, pasando la barrera del 70%. Se debe entender la gravedad del asunto, ya que no deberíamos destinar más del 25% de nuestros ingresos en el pago de deudas y otro 25% a gastos de vivienda”, acotó.

Para Ibáñez, que los ingresos estén destinados al pago de sobre endeudamiento provoca frustración en el trabajador promedio chileno, quien ve cómo los 20 días del mes que trabaja se traducen apenas en cinco o seis días de saldo positivo en sus cuentas corrientes, vista o de ahorro.

“Lo único que hace esto es aumentar el endeudamiento informal, es decir, se comienza a endeudar a otros integrantes del núcleo familiar por deudas que son propias, ya que gran parte de los chilenos que están dentro de este 70% están desbancarizados”.

En este escenario, dijo el jurista, se debe dar luz verde al proyecto de deuda consolidada, con el objeto que el endeudamiento de las familias se mantenga dentro de rangos aceptables “y no nos transformemos en máquinas de dinero destinados sólo a saldar obligaciones comerciales”.

Otras cifras del BC sobre la realidad chilena

Ya a inicios de 2017 se informaba que las familias chilenas gastaban más de la mitad de sus ingresos en pagar deudas, quedándoles para gastar en el mercado local sólo un 40% de sus ingresos.

El informe del Banco central hace referencia, específicamente a deudas con casas comerciales, supermercados y bancos, todas entidades que entrega información directa a una repartición estatal, pero no considera otras formas de endeudamiento informal.

Así, destaca que un 75% de los morosos gana menos de $500.000, equivalente a 2 millones 600 mil personas y un 85% de las personas morosas con ingresos igual o inferior al sueldo mínimo son mujeres.

A esto se suma que los nuevos morosos que ingresan al sistema, los adultos mayores, aumentan un 79%, mientras que la tasa nacional es de 31%.