Economía y Negocios

Un 23% del territorio nacional es bosque y un 86% son especies nativas

Por: Javier Ochoa 21 de Abril 2018
Fotografía: Contexto.

Las especies arbóreas son las que más ayudan a disminuir las consecuencias del fenómeno, de ahí la importancia de aumentar la forestación y la fijación de carbono.

Sabía usted que un 23% del territorio nacional está cubierto por bosques, equivalente a 17,7 millones de hectáreas y que de estos, un 86% corresponde a especies nativas y el restante 14% a plantaciones forestales, 2,4 millones de hectáreas.

Asimismo, las regiones que concentran las mayores tasas de forestación (forestación y re-forestación) son tres: Bío Bío (47%), Araucanía (22%) y Maule (18%).

¿Cuál es el impacto de estos números?

Expertos en materia forestal aseguran que la forestación es clave para aminorar las consecuencias del fenómeno del cambio climático, que está aumentando la temperatura en el mundo con serias consecuencias medioambientales.

Mitigar los efectos de este fenómeno es uno de los mayores desafíos que se está planteando el mundo, y donde Chile obviamente no es la excepción.

Lo anterior se refiere en gran medida al efecto invernadero que tiene como principal consecuencia el engrosamiento de su cubierta de gases, impidiendo que la energía salga de la atmósfera, provocando una serie de alteraciones en el clima producto del aumento de la temperatura.

El docente de la Escuela de Ciencias Forestales de la Universidad de Concepción, Eduardo Peña, valora la definición de una política forestal de Chile para el período 2015-2035, la cual tiene dentro de sus objetivos la fijación de carbono. “En dicho documento se determinó cuánto más crecerá la superficie cubierta con plantaciones (500 mil hectáreas), pero también se definió la necesidad de restaurar bosque nativo y para el año 2035 se espera tener 200 mil hectáreas incorporadas plenamente con fines de protección y conservación. Superficie que se suma a las 450 mil hectáreas ya existentes de bosque nativo y que también se manejará con fines de protección y conservación”, asegura.

Esta definición estratégica como país se enmarca dentro de las expectativas del académico de la Universidad Austral y doctor en Recursos Naturales, Oscar Thiers, quien agrega que la nueva política forestal “es un ejemplo de trabajo participativo, donde actores de diferentes sectores lograron acuerdos en el camino del desarrollo del sector para los próximos años”.

En esta línea, el profesor Peña, ingeniero forestal y doctor en Ecología del Fuego, señala que este tipo de políticas contribuyen a incorporar carbono al suelo, pero a su vez ayudan a mejorar su productividad al aumentar la biodiversidad, reducir los riesgos de erosión, mejorar la infiltración, aumentar su fertilidad y reducir el uso de fertilizantes”, explica.

Para el doctor en Manejo Forestal y académico de la Universidad de Talca, Oscar Vallejos, las actividades que mantengan o aumenten la biomasa de los ecosistemas forestales contribuirán con la mitigación del efecto invernadero.

Desafíos

Thiers añade que junto con aumentarse la superficie de tierras forestales mediante forestación y reforestación, también se debe ampliar la densidad de carbono de los bosques existentes (más carbono por unidad de superficie); expandir el uso de los productos madereros que sustituyen de manera sostenible las emisiones de CO2 provenientes de los combustibles fósiles; y reducir las emisiones por la deforestación y la degradación de los bosques nativos.

Etiquetas

Notas Relacionadas