Un nuevo paso en la internacionalización de sus “cepas patrimoniales” dieron ayer  en Lima las viñas de los valles del Maule y del Itata, en una actividad realizada en la residencia del embajador de Chile, Roberto Ibarra, quien estuvo acompañado del agregado comercial de ProChile en Lima, Héctor Echeverría. El objetivo: presentar estos vinos a importantes empresas distribuidoras, importadores, sommeliers, viñateros y periodistas especializados peruanos.

En la actividad, organizada por ProChile y Corfo, fueron dadas a conocer variedades como Moscatel de Alejandría, Cinsault, Carignan, País y Semillón, que produjeron los vinos que exportó Chile en los siglos XVIII y XIX, pero que pasaron al olvido en los años siguientes, siendo recuperados y revalorizados por críticos y consumidores recién durante esta década.

En el 2017 Chile ocupó el segundo lugar como proveedor de vinos de Perú, tanto en valor CIF (US$8,9 millones) y en volumen (3,3 millones de litros). Estas cifras lo hicieron poseedor del 24% del mercado local. A nivel mundial, en 2017 Chile exportó US$ 2.023 millones, logrando un récord histórico en ventas al extranjero, superando por primera vez la barrera de los US$ 2.000 millones, según datos de ProChile y el Banco Central.

En el caso de las exportaciones de vinos desde la Región del Bío Bío tuvieron un aumento del 88% durante el año 2017 y por primera vez en la historia superaron en valor los 10 millones de dólares. En vinos envasados se exportaron US$ 9,9 millones y en vinos a granel US$ 158 mil dólares, lo que también muestra que las exportaciones regionales están concentradas en productos de alto valor. En 2017 los vinos de la Región del Bío Bío se exportaron a un total de 24 países.