Por: Denis Muñoz
Académico y experto en Economía Doméstica de la Unab.
Llegado febrero muchas familias chilenas sienten una fuerte presión en el presupuesto familiar por los gastos de vacaciones y marzo.
Si el impacto en sus finanzas es fuerte, quiere decir que no ha sido capaz de planificar estos gastos y sentirá que se vuelve inevitable recurrir al endeudamiento.
Es muy importante la planificación financiera. Una clave relevante para esto es reconocer que hay ciertos eventos de consumo que se realizan en “manada” (que todos los realizamos por vivir en sociedad), por lo tanto, no es una decisión personal el consumir, sino que, frente a la necesidad, cada uno lo hará de acuerdo a sus capacidades.
A estas alturas es conveniente mencionar que seguramente, en muchos casos, existen deudas previas que deben ser consideradas, ya que disminuirán el presupuesto y consumo futuro. Éste punto es olvidado muchas veces y pensamos que tenemos más dinero para gastar del que realmente disponemos.
Para la planificación anual es relevante un espacio para el ahorro, que puede servir para enfrentar excesos de consumo que sobrepasen nuestro presupuesto. De otra forma, el endeudamiento será inevitable.
Un consejo para marzo es establecer una lista de prioridades y cotizar, ya que existen fuertes diferencias de precios por productos de similares características. En el mercado cada uno paga el piso que pisa y depende de esta elección el precio a pagar.
Pero si el dinero con el que cuenta no es capaz de cubrir el consumo, existe la posibilidad de recurrir a un crédito para cubrir estas necesidades.
El mercado presenta tasas de interés bajas de acuerdo a su nivel histórico, por lo tanto, las condiciones económicas son apropiadas.
Un consejo importante es planificar las cuotas que tendrás que pagar en el futuro.
El valor de la cuota debe considerar los múltiples gastos que tienes que enfrentar en el futuro y entender que es muy poco probable que tu salario aumente en un horizonte de un año. Esto, para que no tengas que recurrir a otro crédito en el futuro, por tu mala planificación de cuotas en el pasado.
Otra cosa importante es cotizar la tasa de interés ofrecida por cada institución, ya que el Sernac ha detectado diferencias de hasta un 70% en el costo total de un crédito en compras en tres o seis cuotas en el retail.
Por ejemplo, un consumidor que adquiera un producto de $30 mil pesos relacionado con vestuario o calzado, puede pagar desde los $30.059 hasta los $53.758, es decir, las diferencias pueden alcanzar hasta los $23.699 o un 78,84% en 6 cuotas.
En caso de apuros o emergencias si está pensando en un avance en efectivo, es recomendable verificar si su tarjeta de crédito tiene algún número de cuotas sin interés o con intereses más bajos, ya que puede ser una mejor idea que utilizar la línea de crédito de la cuenta corriente o un avance en efectivo. Normalmente, este último tiene los intereses más altos.