Este jueves 14 se concretará visita técnica de energía Bío Bío-Neuquén

Se busca conocer los planes de explotación del yacimiento de Vaca Muerta , y las amplias posibilidades que brinda el swap energético que prontamente entrará en vigencia.

Integración energética con Argentina es el objetivo principal del Ministerio de Energía, que en especial para la Región del Bío Bío, puede resultar muy beneficiosa para el sector industrial. Sí, porque un grupo de interés de 13 empresas ha identificado que un 80% consume entre Fuel-Oil-6 y Diesel para la operación de sus plantas industriales y el 20% restante GLP, Gas Natural Residual y Biomasa.

Y el 60% de estas industrias, se encuentran conectadas al Gasoducto del Pacifico y el restante posee la factibilidad técnica de conexión, con una necesidad de inversión marginal.

De ahí la oportunidad para éstas, explicó la seremi de Energía de la Región del Bío Bío, Carola Venegas, las que podrían recibir, nuevamente, gas desde Argentina.

Contexto

El abastecimiento del gas natural ha tenido implicancias económicas en la Región, debido a que el principal aportante al PIB regional es la industria manufacturera, la cual es altamente demandante de energía térmica, lo que la hace vulnerable a la disponibilidad y al precio los combustibles.

En efecto, cuando se restringió el envío de gas desde Argentina, la industria regional tuvo que recurrir a otros energéticos, principalmente Fuel Oil, cuyos costos superaban ampliamente el del gas natural, lo que junto a otros factores, significó una caída cercana al 10% del aporte de la industria al PIB regional. Además del aspecto económico, el uso de Fuel Oil se ha traducido en un aumento de emisiones de material particulado fino y SO2 (precursor de material particulado secundario) por parte del sector industrial, situación relevante en la actualidad dada la condición de saturación del Concepción Metropolitano por MP2.5 y la consecuente implementación de un Plan de Descontaminación Atmosférica.

“En este escenario, es evidente la necesidad de diversificar la matriz de combustibles utilizado por el sector industrial, hacia combustibles menos contaminantes, con precios competitivos y similar confiabilidad en disponibilidad de suministro”, planteó la autoridad energética.

Bío Bío

La Región del Bío Bío es la principal región consumidora de energía en Chile y a lo largo de la historia ha suministrado parte importante de los requerimientos de electricidad y combustible del país. Tanto es así que la Estrategia Regional de Desarrollo de la Región del Bío Bío 2015-2030, reconoce y proyecta su condición generadora de energía limpia, con las actividades logística, portuaria y marítima, que en conjunto permiten potenciar su vocación productiva, agroalimentaria y forestal sustentable.

Con respecto los combustibles, en la Región se localiza una de las tres refinerías de petróleo existentes en el país, de propiedad de Enap Refinerías S.A, y concentra gran parte de la producción nacional de combustibles líquidos derivados del petróleo y GLP, los que son transportados hacia la Región Metropolitana a través de un poliducto, conectado a un oleoducto.

Por otro lado, para el transporte de gas natural, la región desde 1997 cuenta con el Gasoducto del Pacifico, construido para transportar gas desde Neuquén (Argentina).

Neuquén

La provincia de Neuquén, ubicada en el extremo noroeste de la Patagonia Argentina, tiene como principal actividad productiva la explotación de hidrocarburos, dado a que la cuenca de Neuquén es una de las zonas petroleras y gasíferas más importante de Argentina, disponiendo de 82.500 Km² (el 87% de su superficie) para la exploración y explotación de Hidrocarburos. Con respecto a la producción de gas, la Cuenca Neuquina puede ser considerada una cuenca madura pero no una cuenca agotada, en la que los descubrimientos de hidrocarburos han permitido mantener de manera sostenida a lo largo del tiempo la demanda de petróleo y gas requerida por el país.

En cuanto a sus recursos destaca el yacimiento Loma La Lata. Por otro lado, la Formación Vaca Muerta, constituye la roca generadora de hidrocarburos líquidos y gaseosos más prolífica de la Cuenca Neuquina, en la que se han perforado más de 800 pozos (a agosto de 2017).