Economía y Negocios

Sólo el 39% de los Millennials penquistas está a gusto en su trabajo

Por: Felipe Placencia 08 de Noviembre 2017
Fotografía: Andrés Oreña P.

El director de Visión Humana, Patricio Polizzi, aseguró que las empresas deben entregar  flexibilidades a la generación que comprende entre los 18 y 35 años.

La generación Millennials, aquella que comprende los 18 a 35 años, puede que sea muy diferente a la X y a los Baby Boomers, pero algo tienen en común: les preocupa tener un trabajo estable, bien remunerado y con posibilidades de crecimiento.

Es en ese contexto que sólo el  44% de los jóvenes penquistas declara estar satisfecho  con el cargo que desempeña, muy por debajo de los X con el 54% y los Baby Boomers que registran un 50%.

Y hay más: sólo el 39% está satisfecho con la empresa donde se desenvuelve, mientras los X  un 46% y los Baby Boomers un 41%.

Los datos son reveladores para las empresas locales y pertenecen al estudio de Chilescopio titulado: “Millennials chilenos en el Trabajo”, que se elaboró con entrevistas realizadas en el Gran Concepción, Santiago y Valparaíso.

“Desde afuera los ven con falta de compromiso y de lealtad, pero desde su punto de vista no es así. Lo ven como un proceso de aprendizaje permanente, sobre todo cuando cambian de trabajo”, explicó el director de Visión Humana, Patricio Polizzi, quien expuso hace unos días en el XI Encuentro de Gestión de Personas de Irade. Es el caso de Marcos. “Si una pega no me gusta, chao”.

La relevancia a este grupo  no es porque sí. “Representan los cambios que se avecinan, producto de que vienen con una ideología de cosmovisión distinta en relación a lo que les ha tocado vivir en sociedad”, añadió Polizzi.

Esto es porque los jóvenes están desmarcados de las motivaciones de vidas más colectivas, buscando equilibrar los vínculos afectivos entre la familia, pareja y  amigos.

Por otro lado, su tiempo libre se caracteriza por ser ultramediatizado, en que las redes sociales no son solo un medio, sino que una realidad.

También están alejados de las creencias religiosas, siendo críticos con el modelo actual de sociedad y sienten que están más empoderados socialmente.

Es por ello que en la oficina comparten una orientación más utilitaria y económica. Tienen deseos de satisfacción vocacional, pero junto a un disfrute de lo que hacen. Conciben el trabajo como un lugar de aprendizaje, buscando cumplir su rol social desde el puesto que ocupan.

No es de extrañar que los Millennials busquen protagonismo e independencia, prefiriendo liderar proyectos en vez de ser parte de una jefatura.  De ahí que prefieran a un jefe que apoye, motive y transmita experiencia.

Consecuencia de ello, un penquista cuando se siente insatisfecho en la falta de cooperación, empoderamiento y aprendizaje no lo piensa dos veces antes de cambiarse a otra firma o institución.

“Quizás son un poco dicotómicos, pero cuando logras  llegar a fondo, tienes una persona altamente comprometida, con capacidad de abordar muchas tareas al mismo tiempo, con un uso a su favor de todos los medios disponibles y que le permita abordar con una flexibilidad y creatividad superior a otras generaciones”, describió Polizzi.

Desafío  local

¿Qué deben hacer las empresas? El hombre detrás de Visión Humana es claro: dar flexibilidad, capacitación, promover que el trabajo es un aprendizaje constante, ambientes amables y colaborativos; convencer que la empresa tiene un rol social más allá de entregar un producto o un servicio.

“Esto que nos está pasando ahora, va a seguir continuando  con las generaciones que vienen. La empresas deben saber gestionar y lidiar con todas ellas (…) no sólo tienen que  adaptarse a los Millennials, igualmente con los distintos grupos generacionales que estén en ella”, sentenció Polizzi tras presentarse en el seminario de Irade.

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