Economía y Negocios

Vinos del Itata pasan por su mejor momento histórico

Por: Felipe Placencia 31 de Octubre 2017
Fotografía: Agencia UNO

Tras años difíciles, el mejor antídoto de los pequeños empresarios fue apostar en la creación de marcas que hoy deslumbran  a los mejores sommeliers del país y del mundo.

Sentenciar que los vinos de la Región del Bío Bío pasan por el mejor momento de la historia no es ninguna exageración,  ya que hay dos hechos que lo confirman: la postulación del Valle del Itata como Patrimonio de la Humanidad ante la Unesco  y  la realización del Primer Concurso Internacional Catad’Or Ancestral Wine Awards 2017 en el Gran Concepción entre el 1 y 4 de diciembre.

“Sin duda que así es. Después de décadas se está reconociendo el aporte que hace la Región del Bío Bío al sector vitivinícola nacional”, aseguró el seremi de Agricultura,  Rodrigo García, destacando además otro argumento incuestionable: los numerosos premios nacionales e internacionales, favoreciendo la distribución local, nacional e internacional, destacando que al 2018 se habrán invertido $5 mil millones.

La misma opinión tuvo el director regional de Indap, Andrés Castillo tras realizarse hace unos días el Quinto Seminario Nacional de Patrimonio Vitivinícola  en Quirihue. “Es motivo de satisfacción que otras instituciones del sector público estén viniendo e instalando su temática en el territorio donde se produce el vino y donde están las viñas y los productores”.

Y fue en diciembre del año pasado cuando el destacado crítico de vinos, Alistair Cooper,  tras ser  parte del jurado del IV Concurso del Vino Valle del Itata de Coelemu, aseveró que los brebajes de dicha zona “son más que una moda”.

De cuándo se podría tener claridad si el Valle del Itata pasa a ser Patrimonio de la Humanidad, Claudia Moreno y Rodrigo Aravena,  profesionales sectorialistas del  ministerio de Cultura,  Las Artes y Patrimonio, indicaron que el proceso podría tardar cinco años.

Medallas de oro y plata

Es que los vinos de cepas como país, moscatel de alejandría y cinsault han sorprendido a los más exigentes sommeliers del país y del  mundo.

Por ejemplo, en la versión XXII del concurso Catad´Or realizado en Santiago hace unos meses, nueve vinos (incluyendo espumantes) del Valle del Itata fueron premiados con seis medallas de oro y tres de plata, recayendo en las comunas de Coelemu y  Ránquil.

Esto fue considerado un hito, ya  que hace no pocos años, los malos precios del kilo de uva y  los nulos retornos en los procesos de vinificación conllevó a que la zona atravesara una profunda crisis de la cual parece  quedar en el olvido.

Clave han sido los centros de acopio instalados por Indap, incrementando los precios y, por ende, conllevando a que este sector productivo no desaparezca y muchos se atrevan a crear igualmente sus marcas: Lucía Torres con su espumante Brutall; Carlos Carrasco con su botella Don Claudio; Olga Carrasco con Magenta; Fabián Mora Reyes con Secano; Luis Lagos Nova con Nüyün y Ronald Vera con Prófugos; Cristian Lagos con Trifulca; Jorge Ruiz con Moscin y Joel Neira con Brutall Moscatel de Alejandría son algunos.

“Tras esto hay una cultura propia, una forma de ser que nos da identidad”, señaló la presidenta del Comité Viñatero de Chillán, Magdalena Figueroa, una de las 11 organizaciones que conforman la Mesa Regional del Vino.

Todo esto desencadenó que este jueves 2 de noviembre se desarrolle el lanzamiento del prestigioso  Catad’Or  en su versión Ancestral Wine Awards 2017 con el apoyo de Indap , Cristalerías Chile y  Hotel Radisson.

“Queremos ser un aporte en este resurgimiento de las cepas patrimoniales. Vamos a evaluar y promover estos vinos al más alto nivel posible, porque creemos en la cultura ancestral de elaboración del vino y pensamos que tiene un enorme potencial a nivel nacional e internacional”, adelantó el director ejecutivo de Catad’Or, Pablo Ugarte.

A la antigua

El evento con mayor reputación en Latinoamérica premiarán con medallas de oro y plata. “Los primeros 5 puntajes entrarán a la carta de vinos del restaurante 1550 de Héctor Riquelme en San Pedro de la Paz. Igualmente, la organización hará contactos para que los ganadores puedan comercializar sus productos en Chile y en el exterior. En la categoría granel los medallistas podrán optar a un subsidio de Indap para reemplazar el envase plástico por botellones de vidrio de un litro y medio”, detallaron.

Para el presidente de los Enólogos y Profesionales del Vino de Ñuble, Felipe Neira, los pequeños empresarios quieren  seguir creciendo, pero sin perder las tradiciones. “Tenemos parras de más de 200 años, maquinaria muy antigua. Hablamos de 500 años de tradición vitivinícola y de una forma artesanal de hacer vinos. Esta parte es única a nivel mundial donde los cultivos son naturales. El arado es a yegua, la poda completamente a mano y la vendimia también, no existen muchas maquinarias en el área vitícola”.

Lo mismo opinó el director regional de Indap, Andrés Castillo. “La viticultura no es solo producción, hay un trasfondo cultural y de estilo de vida en este valle”.

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