Economía y Negocios

Social Clean, la App penquista que ofrece servicios de lavandería personalizada

Por: Héctor Miranda Sepúlveda 28 de Octubre 2017
Fotografía: Gentileza Social Clean

Para algunos, lavar la ropa puede convertirse en un problema. La velocidad de la vida citadina pasa la cuenta a los jóvenes profesionales, estudiantes e incluso en la familia.

A raíz de esto es que surge Social Clean, empresa penquista que opera con la misma lógica de Uber.

¿Cómo así? Una persona se contacta por medio de la App, acto seguido, un representante de ésta va a su casa por las prendas y la lleva a casa del proveedor más cercano para que realice el lavado. Luego se entrega limpia directamente a quien solicitó el servicio.

Marco Arriagada, su fundador, deja en claro que no es una lavandería estilo delivery, como algunos podrían pensar.

“Las lavadoras son propiedad de las personas que contratamos, quienes desempeñan sus labores en sus hogares”, explicó el emprendedor, quien trabaja directamente con amas de casas.

Para trabajar con ellas publicaron anuncios en redes sociales. Así, después de una entrevista y un lavado de prueba, los aspirantes fueron seleccionados para comenzar a trabajar.

¿Y los valores? “Por lavado nosotros cobramos a los clientes $ 6.000 por carga que equivale cinco kilos aproximadamente”, destacó Arriagada.

– ¿Cómo se gestó la idea?
-Partimos dos integrantes, Felipe del Río y yo, siempre buscando un emprendimiento de ayuda social en el marco de la economía colaborativa. Se nos ocurrió lo del lavado a raíz de una experiencia personal. Soy de Talca, por lo tanto, estuve en una pensión y para mí el lavar era todo un tema. Tener que viajar con mi bolso lleno de ropa y después volver con ella era un problema”, contó Arriagada sobre los inicios de la App. Incluso, antes de establecerse como aplicación para móvil, la iniciativa funcionaba únicamente mediante su fan page de Facebook. De esa forma lo hizo hasta que sus dirigentes tomaron la decisión de dar el gran salto. Las razones para realizar ese cambio son la automatización y la personalización del servicio. De esta manera, al operar como aplicación se puede optimizar el proceso de los pedidos, mientras que los usuarios pueden fácilmente modificar aspectos relativos al lavado.

– Siempre hay un proceso de maduración antes de operar.
– Comenzamos la idea y la maduramos. Después se nos integraron los otros dos chicos e hicimos todo el proceso de validación, que es como averiguar si la gente de verdad pagaría por alguien que va a buscar tu indumentaria y te la devuelva limpia. Más que nada era comprobar que la gente tuviera la confianza, porque nuestro proyecto, al igual que toda la economía colaborativa, se basa en la confianza. Finalmente, descubrimos que si existía. Luego de eso nos dijimos que esto era potente y que había que aprovecharlo”, relató Arriagada.

– ¿Qué es lo que se viene?
– En cuanto al estado actual del proyecto, éste se encuentra cercano a sacar su versión iOS, a la vez que se halla en busca de financiamiento con el fin de exportar y replicar la idea en otros lugares. Ya lanzamos la aplicación en Android, ahora se viene para IPhone. Estamos buscando financiamiento Corfo para lo que se llama el proceso de aceleración, que consiste en madurar primero la aplicación, empaquetarla y llevarla a otras ciudades como Santiago, Valdivia, Valparaíso y, ya más adelante, a otros países”, cuenta el joven emprendedor.

No es su primer proyecto

Si bien hace unos años tuvo un par de negocios propios, sin embargo, fue siendo parte de Kiwi UdeC, App que permitía solicitar pedidos de comida a domicilio, con la cual tuvo una alta notoriedad.

Y es que durante el año pasado y parte de éste, Arriagada estuvo a cargo del marketing de esta idea, la que partió de una start up de origen colombiano que hoy se encuentra paralizada, debido a que está desarrollando un prototipo robótico en EE.UU, que espera implementarse en nuestro país durante el próximo año.

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