Verónica Jiménez, penquista, tiene 40 años. Trabajaba en el rubro de ventas inmobiliarias y de la noche a la mañana fue despedida y hasta ayer hacia trámites en la Oficina Municipal de Intermediación Laboral, Omil, de Concepción, con la finalidad de encontrar una nueva oportunidad.
Este es un ejemplo detrás de las cifras de desocupación entregadas por el INE, en que en el último trimestre mayo-julio alcanzó el 8,3%, el número más alto registrado entre el periodo 2016-2017.
“Cifra que aumentó 0,9 % en comparación con igual trimestre del año 2017 y 0,7% más que el trimestre de este 2017”, informó el INE.
Es así como Verónica Jiménez pasó a ser parte de las 7 mil 440 personas desocupadas en los últimos tres meses y una más de las 13 mil 290 en los últimos 12, quedando hoy la Región del Bío Bío en el segundo lugar nacional de porcentaje más elevado, según se desprende de los indicadores. “Está complicado”, dijo Jiménez.
El seremi de Economía, Iván Valenzuela, aseguró que el comportamiento se debió a factores invernales y que no debe cundir pánico, ya que al momento la media regional sigue siendo un 7,2%.
“Se debe a la disminución de los ocupados en el sector de la agricultura, ganadería y silvicultura donde bajaron en 4 mil y esto está encadenado con manufactura en que se perdieron otros casi 4 mil”, precisó Valenzuela.
“Los ocupados han crecido en un 52% en comparación con el gobierno anterior, en periodos en que la economía ha crecido menos”, comparó la autoridad regional.
En el paseo peatonal de Concepción la gente comenta que sienten el “bajón” económico y que hay alta rotación en las empresas, pero que siempre hay algo que “salva”, tanto así que se ponen como ejemplo a los extranjeros que están llegando desde países del norte que hacen fila para laborar “en lo que sea”.
Ayer al medio día los funcionarios de la Omil de la Municipalidad de Concepción atendían a sus usuarios como de costumbre. Según el jefe subrogante, Fernando Paredes, desde enero a la fecha 1.905 desempleados se inscribieron en la plataforma.
“Tenemos gente extranjera. Especialmente de Venezuela y Haití”, indicó Paredes, indicando que la mayoría son profesionales o técnicos altamente capacitados. Muchos de ellos son petroquímicos.
“En este mes llevamos 136 personas atendidas”, relató Giannina Larenas, detallando que también todos los inscritos son parte de capacitaciones laborales.
Es el proceso que pasarán el petroquímico Wil Gómez (44) y el ingeniero civil Orangel León (29). Ambos son de Venezuela y llegaron a Concepción buscando un salvavidas a la situación que vive su país.
“Deje allá mi señora y a un hijo”, lamentó Gómez, mientras que León, su cuñado, añadió que dejó en su tierra al amor de su vida. Sus expectativas de encontrar un puesto son buenas.
El jefe (s) de la Omil Concepción les aclaró que la oficina tiene siempre un piso de 50% de éxito hacia arriba, ante una demanda que proviene de gente no es profesional o que sí tiene un oficio, como aquellas que cuentan con un cartón universitario.
Al economista del Centro de Estudios de Corbiobío, Ariel Yévenes, le preocupa que el incremento haya sido brusco. La consecuencia es que la gente comienza a postergar gastos de consumo y las inversiones.
“Tiene que ver con las expectativas en primer lugar. En segundo, es natural que suba en este periodo. Tenemos una estructura marcada por la estacionalidad (invierno). En tercer lugar, estamos en un mercado laboral que percibe los efectos de inversión en que la ha costado reactivarse ante falta de confianza. Tampoco hay síntomas de una reactivación rápida, por lo que para los próximos meses no veo que esto mejore tan rápido”, analizó Yévenes.
Mientras tanto, Verónica, Wil y Orangel esperan estar pronto laborando.