Fue el lunes 14 que el Directorio de Clínica Universitaria de Concepción comunicó su decisión de revocar los poderes otorgados a su gerente general, Osvaldo Henríquez Orellana. Eso luego de “tomar conocimiento de la renuncia del señor Henríquez”, presentada el viernes 11, y de paso se designó al actual gerente general de Clínica Las Lilas, Eduardo Serradilla, como gerente general interino de la CUC.
La renuncia de Henríquez es otro evento más en una seguidilla de problemas y conflictos al interior del grupo Masvida. Según cuenta el renunciado ejecutivo, en el caso de la CUC la situación suma varios elementos, como falta de caja para las operaciones, conflictos de interés y una gran incertidumbre respecto al futuro de uno de los más importantes centros de salud del sur de Chile. En exclusiva a Diario Concepción, Henríquez explica los motivos que lo llevaron a dar un paso al costado después de 17 años en el holding.
– En el comunicado del Directorio se da a entender que usted no cumplió con lo solicitado respecto a la entrega de información. ¿Fue eso el detonante de su salida?
– Le aclaro. Primero quiero aclarar un punto sobre el comunicado de prensa. Efectivamente, ellos pidieron una información para que fuera entregada en 48 horas. Esa información ya había sido entregada y es una información que se maneja a diario por el Departamento de Convenios Médicos y guarda relación con las platas que la clínica le debe a los médicos. Ese informe fue entregado, y el Directorio puede solicitarlo a diario. Esa información ha estado en todos los directorios, siempre se ha informado. Están los médicos a los que se les debe dinero, el listado está de quiénes y cuánto se le debe a cada uno. Pero no es un tema que nos pueda sacar del problema. En lo que hay que trabajar hoy es en conseguir dinero para pagarles a los médicos y que haya caja para que la clínica funcione, y no pagar uno y otro no, y es ahí donde estuvimos trabajando en el último tiempo, superando la crisis, lo mejor que se pudo.
– ¿A cuánto asciende la deuda con los médicos?
– La deuda es de 1.800 millones de pesos. Es la deuda con los médicos al 30 de abril de 2017, es ahí dónde vienen los problemas entre el presidente del Directorio y el gerente. Esta deuda la reconoció la clínica, con un certificado en UF y una tasa al 2%, deuda que se pagará a un año plazo, así como se le quedó debiendo dinero a los médicos se le está debiendo a los proveedores, al fisco y a muchos otros, pero no es dinero usado que fuera exclusivamente de los médicos, es de todos los que generan ingresos, incluidos todo los servicios de la clínica, y se les pagó en la misma medida.
– ¿Pero qué precisamente gatilló su renuncia?
– El principal problema es que la clínica hoy día no tiene caja, está sin dinero. Una clínica que no tiene caja no puede hacer frente a las obligaciones que tiene con sus proveedores. Y no es lo mismo una clínica a una empresa de otro rubro, porque tratamos a personas, pacientes que están enfermos. Es un gran tema, pero hay dos factores más. Uno, que el Directorio actual, a través de su presidente doctor Francisco Garrido, me envió un correo diciendo que ellos iban a manejar la caja. Ellos iban a destinar los pagos de acuerdo a las platas que van entrando. Eso es pasar a llevar mis atribuciones. Es decir, ellos irían disponer de la plata, pero yo aparezco ante la autoridad sanitaria, ante los proveedores, ante los pacientes, como representante legal. Ese es un hecho muy grave y ellos no tienen idea de la gravedad. Porque el representante legal ante el Ministerio de Salud es el gerente general. Yo tengo que responder por el buen uso de las instalaciones, que esté con sus manutenciones al día, los papeles al día, las cuentas al día. Si tengo algo de caja lo destino a pagar lo más importante para que la clínica siga operando, que siga funcionando. Pero si en esa clínica es el presidente del Directorio quien decide a quien le va a pagar, sencillamente me está diciendo váyase. Y yo tuve que dar un paso al costado porque mis atribuciones fueron pasadas a llevar.
– ¿Le dieron indicaciones de a quién pagar y a quién no?
– Sí, efectivamente. El doctor Francisco Garrido quería pagar a los médicos. Y está bien que pagara a los médicos. Porque los médicos producen atenciones, hospitalización, cirugía. Pero no al punto de que no me quedara dinero para hacer manutención a los equipos. Hay una crisis inmensa y esto no ha sido bien llevado por el Directorio. Pueden ser buenas personas, honrados. Pero no tienen las competencias para hacerse cargo de una clínica en crisis, menos de una de las más importantes clínicas del sur de Chile, en que se vende 3 mil millones de pesos mensuales. Yo tenía un buen puesto, una buena remuneración, pero no podía seguir bajo instrucciones por correo electrónico de quien se debe pagar o no.
– ¿Es efectivo que un 30% de los médicos se fue de la clínica?
– Sí, un 30% de los médicos se fueron de la clínica.
– ¿Cuántos médicos trabajan en la CUC?
– Son cerca de 200 médicos.
– ¿Cuál es el porcentaje de ocupación de las camas hospitalarias en la CUC?
– Está en un 60%. A mediados del año pasado llegamos a un 80% de ocupación. Pero hoy día como muchos médicos se fueron, nos bajó el índice ocupacional a un 60%. En eso hay un problema que es la relación que tenemos como clínica con el principal cliente, que es Nueva Masvida y Optima. Las relaciones están cortadas con el Directorio. No hay caja, y la poca que hay la maneja el presidente del Directorio. Y que tiene cortadas las relaciones con el principal cliente. No es un buen escenario.
– ¿Qué va a pasar con la Clínica Universitaria?
– No sé cuáles son los destinos de la clínica porque a mí nunca me hicieron participar sobre qué se quiere hacer. Eso se está viendo desde el Directorio con un grupo de asesores y abogados. Lo que sí está claro es que no va a pasar menos de 90 días para que alguien se haga cargo de la clínica. Porque tienen que llamar a Junta (de Accionistas), tienen que hacer un due diligence, y otras instancias. Lo que el Directorio no entiende es que sólo para los sueldos de esa clínica son 400 millones de pesos mensuales. ¿Quién va a prestar plata a la Clínica Universitaria de Concepción en estas condiciones? Los bancos cerraron las puertas. Llegó una solicitud de embargo (de Scotiabank). Llegó una tremenda demanda de accionistas, de parte de la Universidad de Concepción. En concreto, hoy tenemos un Directorio que no ha sido capaz de levantar capitales. Y la clínica sigue operando, los equipos siguen deteriorándose, siguen las cuentas con los proveedores.
– Hay al menos una propuesta conocida para ingresar capital, la de Nexus.
– Eso es lo que ha trascendido en la prensa. A mi juicio, Nexus es hoy la mejor y más rápida alternativa para obtener capital. Pero ellos están con malas relaciones con Nexus. Digo que es la mejor alternativa porque mañana ellos pueden llegar y cancelar todas las deudas. Qué ofrecieron ellos? Cancelar la deuda de todos los médicos, que son los 1.800 millones de la CUC y otros 2.400 millones de Las Lilas. ¡Que pagarían en cash! Se ofrecieron a pagar las deudas más urgentes, porque se harían cargo de la empresa, como las deudas con la Tesorería General de la República y de ahí comenzar a sacar la clínica adelante. Ahora, si el 25% de la clínica no es un buen precio, entonces el Directorio debería buscar uno mejor.
– ¿Ve alguna alternativa de salir del problema?
– Si usted se refiere a salir rápido del problema sin que se sigan corriendo riesgos, es que el holding llame a junta de accionistas en los próximos 30 días, y someta a evaluación todas las ofertas que tengan y vendérselas al mejor oferente. No pueden tomarse más tiempo, a menos que puedan conseguir algún tipo de crédito para inyectar recursos a la CUC y a Las Lilas. La existencia de las clínicas dependen del holding de Empresas Masvida los gerentes no sabemos nada de quienes son los interesados y tampoco participamos en ningún tipo de reuniones que tengan que ver con potenciales compradores.
– ¿Qué se ha hecho mal y que llevó a esta situación crítica? Porque según usted no se debió esperar tanto.
– Sí, eso habría que preguntárselo al presidente del Directorio del holding, dr. David Medina, él es el líder máximo, hoy la Isapre Masvida ya no existe, está en Reorganización Judicial, la cartera de afiliados fue vendida a Optima (Nueva Masvida) esa es la realidad. Hoy el holding solo tiene las clínicas y un par de empresas más, pero el mayor activo está en la Red de Clínicas, estas son las que tienen que salvar a la más pronta brevedad pues están en serio peligro.
Y lo más importante, hoy los afiliados y beneficiarios de Nueva Masvida necesitan atención en Concepción, y la institución prestadora natural es la Clínica Universitaria. No hay que esperar más tiempo para recomponer las relaciones.
– ¿Por qué se opone Nexus a la reorganización? Se supone que eso mejorará la situación de la CUC…
– No necesariamente. La reorganización judicial es el paso anterior a la quiebra, donde se llega por un acuerdo judicial, y se congelan las obligaciones de pagar algunos pasivos. Los pagos deben ser reestructurados, pudiendo llegar unos pasivos a pagarse en 5, 6 o 7 años.
El otro problema es que en la industria de los prestadores de salud, hay monopolio o duopolio en los proveedores, y pocos sustitutos, entonces si una clínica entra en problema de pago con un proveedor, tiene muy pocas posibilidades de contar con medicamentos o insumos para desarrollar su giro.
– Nexus anticipó algo como 3 mil millones de pesos…
– Sí, efectivamente, nosotros recibimos 930 millones, la diferencia fue para Las Lilas y otros dos centros menores, pero nosotros ya lo pagamos íntegramente, no le debemos nada a la Isapre Optima por anticipos.
“La clínica necesita de un Directorio que pueda traer capitales, que puede conseguir dinero con los bancos, que pueda manejar la crítica situación de caja. Como dije la clínica tiene un buen posicionamiento, un muy buen equipo humano, solo falta volver a trabajar tranquilos para recuperar el nivel que tenían a fines del año pasado y para eso se necesita dinero, ojalá se logre rápido por el bien de todos”.
“Cuando dieron instrucciones sobre quiénes pagar y quiénes no, pasaron a llevar al gerente general. En la parte administrativa, contable, financiera y patrimonial está todo en orden, se trabajó en profundidad con los auditores y los nuevos inversionistas pueden confiar 100% en que lo que dicen los estados financieros. Lamentablemente tuve que tomar otro camino. Pero una cosa es que el gerente maneje el riesgo con su experiencia y la poca plata que tiene a que la maneje un director que tiene otras actividades profesionales”.