Ferretería La Sierra es el ejemplo perfecto de comercio tradicional, y cómo no, si cumple 103 años dedicados al rubro ferretero apoyando a familias y constructoras a lo largo del tiempo, jugando siempre un rol clave en cada uno de los terremotos que han azotado a la zona. De hecho, fueron los primeros en abrir tras el 27/F.
Así lo comenta la responsable de administración y finanzas, María Isabel Orive Abásolo (fotografía), quien es hija de Lucio Orive, uno de los actuales dueños de esta empresa familiar formada por el inmigrante español Eladio Abásolo a inicios del siglo XX y que hoy dirige junto a otros socios familiares.
– ¿Cuáles crees han sido las claves para mantenerse por tanto tiempo?
– Yo llegué acá en 1990 y creo que esto ha sido posible básicamente a partir del sacrificio por trabajar. Las cosas no se han dado fáciles, esto no es cosa de suerte. Si bien la esquina (Rengo con Freire) es privilegiada y puede ser un factor, pero es harto trabajo y dedicación, que parte del compromiso de entender que es algo mío y que lo quiero cuidar. Entender que gracias a esto eduqué a mis hijos y doy trabajo a 50 personas.
– Es común que en otras empresas familiares la continuidad corra riesgo a partir de que los herederos emprenden sus propios caminos…
– Sí, de hecho, cuando yo entré a la universidad tenía claro que acá no iba a trabajar, porque veía que mi papá trabajaba mucho, a pesar de saber que gracias a esto él pudo educarnos en buenos colegios y hayamos podido entrar a la universidad. Pero yo veía otra cosa: pocas vacaciones, poco descanso.
– ¿Cómo se fueron dando las cosas?
– Una vez que mi abuelo, que trabajaba acá, muere, comenzó a venir mi mamá, quien comenzó con el área menaje. En ese entonces yo comencé a venir hasta que me ofrecieron un reemplazo. Así que comencé por un tiempo… y me quedé.
– ¿Siempre funcionaron en esta esquina?
– Al inicio estábamos en Maipú con Rengo (fotografia inferior), edificio dañado por el terremoto de 1939, pero ya en 1945 nos cambiamos acá.
– ¿Entonces han pasado al menos tres terremotos?
– Hemos pasado todos . El último, en 2010, no nos pasó nada, excepto por el desorden descomunal que quedó al interior que demoramos mucho tiempo en reordenar. Pero sí, fue complicado porque por el lado de Freire comenzó a filtar pintura hacia la calle en momentos que a metros se estaba quemando La Polar. Sólo por este detalle Carabineros nos autorizó a abrir el local, puesto que no se nos permitía por seguridad y el riesgo de saqueo, lo que afortunadamente no nos afectó. Fuimos la primera ferretería en abrir.
– Han ido aumentando la oferta con el tiempo…
– Sí, antes eran menos productos y paulatinamente fuimos incorporando más y también otras secciones, como es el menaje, que hoy planificamos darle un nuevo impulso con la remodelación de la sala de ventas y con productos de primera calidad, que siempre ha sido nuestro norte, y creo una de las claves de mantenenernos en el tiempo. Si algún producto viene a ser cambiado más de tres veces, corto de inmediato con el proveedor, porque nos estamos jugando todo un siglo de prestigio. Hoy, en Concepción, somos unos de los más importantes en la distribución de productos de gastronomía para casinos, hoteles, restoranes y la propia casa.
– Esta es un área que cambia constantemente.
– Sí, la cocina es una moda, lo que nos exige estar a la vanguardia siempre.
– ¿Cómo compiten con los grandes como Sodimac?
– Con atención personalizada y especializada, con buenos y variados productos, y apoyándonos en nuestra fiel clientela y en el esfuerzo por sumar nuevos clientes.