Economía y Negocios

Hogares estarían dejando la educación escolar gratuita por una pagada

Por: Edgardo Mora 06 de Agosto 2017
Fotografía: Copesa

En cuanto al costo unitario que las familias deben asumir por cada hijo en educación escolar, se observa que durante la primera parte del periodo el costo disminuyó, pero luego volvió a aumentar.

De acuerdo con el estudio desarrollado por el Centro de Estudios de la Realidad Regional (Cerr) que dirige el economista Renato Segura y que está basado en los resultados de la encuesta Casen entre el 2.000 y el 2.015, “en la proporción de estudiantes que estudian en la educación municipal (gratuita). La gráfica muestra que, en el tiempo, los hogares están abandonando la educación gratuita para optar por una en la cual deben pagar (subvencionada o particular pagada)”.

Al mismo tiempo, los resultados demostrarían que “en el costo unitario que las familias deben asumir por cada hijo en educación escolar, se observa que, durante la primera parte del periodo, el costo disminuyó, debido principalmente al trasvasije de la educación particular pagada a la subvencionada, que invisibilizó el trasvasije de la municipal a la subvencionada. Hacia el final del periodo, terminado el ajuste de los particulares pagados, la situación se revierte y el costo comienza a aumentar”, afirmó el director del Cerr.

– ¿En qué consistió el estudio desarrollado por el Cerr?

– A partir de la información disponible en la Encuesta Casen, se obtuvo el perfil del tipo de establecimiento a los cuales acceden los jóvenes en edad escolar de los hogares de la región del Bío Bío, durante el periodo 2.000 – 2.015.

– ¿Cuáles fueron sus principales conclusiones?

– La educación que busca el hogar, presenta características de ser un bien de primera necesidad escaso, es decir, existe una propensión a sacrificar gratuidad para lograr el bien que se necesita.

– ¿Existe una predisposición de los hogares a desconfiar de la gratuidad? ¿Por qué?

– Uno de los factores relevantes, aunque por supuesto no es el único, dice relación con que los hogares actúan motivados por el paradigma del mercado: “lo barato cuesta caro”. Es decir, en un escenario de asimetría de información, optan por privilegiar el copago por sobre la gratuidad.

– ¿Se observó una predisposición al gasto en los hogares con frustración en los resultados? ¿Cómo se explica esto?

– Desde el punto de vista del análisis, la frustración se observa en la limitación presupuestaria que impide un mayor gasto en educación. Este fenómeno, sin duda, ha contribuido a transformar la educación en un buen negocio.

– ¿Por qué pensar que creando liceos de excelencia se resuelve el problema? ¿Es una vía directa a la frustración?

– La creación de liceos de excelencia no resuelve el problema; en mi opinión, los profundiza. Para que un liceo sea de excelencia (orientado a los resultados en las mediciones que realiza el Ministerio de Educación), en forma natural, tiene asociado un proceso de selección que compatibiliza el proyecto educativo, el estudiante y los resultados. Para todos aquellos hogares (los cuales son la gran mayoría) que no son parte de esta ecuación perfecta, va a aumentar su predisposición en un mayor gasto en educación o una mayor frustración por la restricción presupuestaria subyacente.

– ¿Qué importancia tiene el poder generar un modelo que se haga cargo de la diversidad?

– Un modelo que se haga cargo de la diversidad, debilita el paradigma del mercado, porque la educación, como bien de primera necesidad, deja de ser escaso.

– ¿Cuáles son los patrones de comportamiento que los hogares buscan imitar, a un costo altísimo?

– Es equivalente a tener expectativas de un periodo largo sin agua. El precio del agua deja de ser relevante, y los hogares buscarán la forma de asegurar el suministro a cualquier costo.

– ¿Cómo se explica que para alguien que posea dotación inicial para alcanzar un determinado resultado, el costo del logro es significativamente menor que para alguien cuya dotación inicial sea más precaria?

– Para quienes tienen mayor dotación inicial de habilidades, el tipo de establecimiento tendrá menos incidencia en sus resultados por lo cual su disposición a pagar será menor. En cambio, en igualdad de condiciones, para quienes tengan menores habilidades, asociaron mejores resultados con un mayor gasto en educación.

– ¿Por qué los hogares deben comenzar a cambiar el switch respecto a que, el pagar más caro, es sinónimo de una mejor elección para su bienestar?

– Porque el modelo educativo formal, no se hace cargo de la diversidad. El mayor gasto en educación no es sinónimo de mejores resultados. Existe amplia evidencia que muestran establecimientos que son gratis con excelentes resultados y otros que son caros, con malos resultados.
En este sentido, se observa una tendencia creciente en que los propios hogares asuman el proceso educativo. Se han obtenido resultados notables cuando los jóvenes se enfrentan a los sistemas obligatorios de medición que operan para estos casos.

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