La empresa cementera desvinculó a 40 personas por reestructuración, mientras que la firma camionera cesó a 100 tras sufrir estrepitoso cierre.
Un total de 163 personas quedaron sin fuente laboral en los últimos días tras la sorpresiva desvinculación de 40 trabajadores de Cementos Bío Bío y la quiebra de la empresa de transporte El Expreso Caracol que afectó a otras 123.
De acuerdo a las informaciones de la propia empresa cementera, el cese del tercio de su planta se debió a que ya no producirán “clinker” en la Región (que se forma tras calcinar arcilla y caliza) , optando por traerla desde Asia.
El presidente del Sindicato 1 de Cementos Bío Bío, Leandro Domínguez, declaró públicamente que la situación es difícil “tanto para la empresa como para los trabajadores. Cementos Bío Bío es una familia (…) todos estamos preocupados, poniéndole el hombro para salir de esta situación y que la empresa pueda salir a flote en el mercado nacional”.
Para los afectados, la decisión de traer desde el extranjero materia prima se debe a que es mucho más barato. “Es muy caro hacerlo aquí por la energía, los trabajadores y la mano de obra (…) ya no se va a fabricar más y la planta será sólo de molienda”, agregó el secretario del sindicato, José Burgos.
Ambos representantes lamentaron llegar a este punto. Las operaciones de Cementos Bío Bío comenzaron en los albores de los años sesenta en Talcahuano, convirtiéndose rápidamente en líder a nivel nacional.
En el caso de la empresa de transporte oriunda de Talcahuano, El Expreso Caracol, una crisis hizo que se terminan 60 años de historia. Hace dos semanas solicitaron la quiebra (reorganización concursal), afectando a su personal.
“Tenemos antecedentes de que el 16 de junio se solicitó recién la quiebra. No ha salido la resolución. No obstante eso, la empresa toma la decisión de paralizar las actividades no dándonos ningún tipo de solución y seguridad. Por lo tanto, quedamos en la completa incertidumbre como trabajadores”, criticó abiertamente el presidente del Sindicato Número 2, Audito Molina.
Trascendió que las oficinas de Chillán y Santiago también cerraron abruptamente. “La situación del a empresa no estaba para cerrar, porque nosotros teníamos clientela como Moly Cop y Petroquim. Era la más viable de toda la Octava Región, ya que trabajábamos cargados hacia y desde Santiago”, lamentó el presidente del Sindicato Número 1, Manuel Peralta.
En un gesto de apoyo, el secretario general del Sindicato Número 1 de Huachipato, Héctor Medina, envió un mensaje, recordando que los acereros hace unos meses sufrieron el término de contrato de 43 operadores.
“No estamos equivocados cuando decimos que la crisis del acero trae un efecto dominó. Los despidos en Cementos Bio Bío y Transportes Expreso Caracol son otro golpe a la industria regional, existiendo miles de puestos más en riesgo”, aseveró Medina, haciendo un llamado a las autoridades y a los empresarios a que traten de resistir estas situaciones que afectan igualmente a las familias que están detrás.