Si bien reconoce que los problemas de la industria vienen de hace 40 años, las últimas reformas vinieron a complicar aún más el sector metalúrgico y metalmecánico.

Hace unos días, Asimet regional sesionó en el Hotel Atton para debatir sobre el actual escenario económico y  las percepciones de la industria metalúrgica y metalmecánica. El presidente nacional de la entidad, Juan Carlos Martínez, hizo un mea culpa, explicando que su sector hace 40 años viene experimentando sobresaltos producto de la competencia extranjera, pero que las variadas reformas vinieron a ser las barreras más complicadas que han debido enfrentar en el último periodo.

– Usted hace poco criticó al Gobierno, en especial por  la Reforma Tributaria.

– Bueno, eso es evidente. Cuando se acabó el FUT (Fondo de Unidades Tributarias), se acabó el ahorro. Entonces, el incentivo hoy día es para gastar y no para ahorrar. Y ese es un componente importante de la inversión.

– Usted asegura que en los últimos tres años se perdieron cerca de 26 mil puestos de trabajo. ¿Las reformas fueron finalmente la daga?

– Preferentemente, el sector manufactura y el sector manufacturero industrial en Chile tiene un problema estructural de hace 40 años. El país se abrió y fuimos, tuvimos que aguantar la competencia del exterior. Y eso ha producido en la baja en la manufactura, porque esto se ha sustituido por importaciones.

– Hablamos de los chinos, pensando en el acero.

– Sí, es que muchos empresarios nuestros que son manufactura se han vuelto a importar y siguen siendo especialistas en su rubro, pero en vez de fabricarlos acá, lo están importando. Lo que te digo es que esto es un problema estructural.

– Ahora la coyuntura se sumó el problema de la desaceleración que la tenemos desde el 2013. En nuestro sector esto nos ha pegado dos veces. Por eso que hay estos índices y hay incertidumbre y además de lo que nosotros conocemos.

– Este gobierno va saliendo, ¿qué esperan los metalmecánicos en el próximo?

– Mira creo que las reformas muchas de las cosas que reformaron eran  necesarias, pero el diagnóstico fue mal hecho. Se hicieron mal y, peor toda vida, se implementaron. La tributaria es tremendamente complicada y muy enredada. Hay muchas páginas que hay que leer y eso produce confusión y más costos, porque se van a necesitar contratar servicios de contadores especiales, tributaristas, en fin,  y todo eso es un costo más. Tenemos la Reforma Laboral que le da, a nuestro juicio, excesivo poder al sindicato. Tenemos el caso de Walmart, en que la empresa está con la incertidumbre de si arregla esta negociación colectiva y este otro mes le plantean otra y así no se puede.

– El 5% con cargo al empleador para el aumento de cotización   relativos a las AFP, ¿cómo lo evalúan?

– No hay problema, siempre y cuando ese 5% vaya a la cuenta del empleador. Porque nos parece que si se va a una institución extra del Estado, nunca más vamos a saber de esas platas y se va a confundir. Lo importante es que cada gente sepa cuánto está ahorrando y cuánto tiene en su cuenta.

– ¿Es clave para la industria el Gobierno que venga o es que ustedes tienen que dar otro salto que es a la innovación como se recomienda?

– Mira, el trabajo que tenemos es gigantezco. Por un lado necesitamos un impulso al Estado. Necesitamos incentivos para invertir, pero por otro lado tenemos que convencer, sobre todo a nuestros empresarios medianos y pequeños, de que tienen que reinventarse. Tienen que renovarse, y salir a mirar el  mundo en todo lo que se viene con la tecnología, porque se nos viene encima y no podemos hacer más de lo mismo. Tenemos que aprender de lo que hay en el mundo. Hoy viene la industria 4.0, que es absolutamente tecnológica y robotizada. Se nos viene un tsunami encima si  no entendemos que tenemos que renovarnos.

– Este tsunami de renovación, quizás implique otro en que disminuya la necesidad de mano de obra, entendiendo que ya se han perdido 26 mil puestos por efectos de crisis.

– Te diría que es una amenazada que está ahí presente y no sé si se irá a dar o no, pero es muy problable que sí. Nosotros tenemos que hacer un esfuerzo gigantezco en capacitación, en educación. Nuestros obreros no son ya la fuerza bruta, sino que la mente. Y en eso tenemos que estar bien provistos de nuestros trabajadores para que se capaciten.

– La Región tiene tres trimestres con baja en el Inacer, ¿qué le parece?

– Por supuesto, que los golpea a ustedes fuerte como región.