La normativa está más exigente, como lograr una pensión del 70% del sueldo imponible, hace que sea necesario estudiar con antelación el retiro programado. Los montos pagados casi se duplicaron en menos de 10 años.

Hasta 2008, la cantidad de pensiones anticipadas representaba el 14% del total de los pensionados, mientras que al cierre del año 2016 sólo alcanzó un 7% del total de pensionados.

Entre las razones para este escenario es que se aumentaron los requisitos con el fin de que las pensiones de vejez anticipada no fueran tan bajas. En el pasado la pensión anticipada creció aceleradamente fruto de los bajos requisitos (50% del promedio de la renta actualizada de los 10 últimos años y 110% de la pensión mínima) y por una equivocada tendencia que fomentaba tener dos ingresos: la remuneración y la pensión, sin considerar que se estaba sacrificando el monto de la pensión.

Según datos de la Superintendencia de Pensiones, en 2016 el monto por Pensión Anticipada alcanzó un promedio mensual de UF 27,45. Esta cifra significa un incremento de 65% más de lo que era en 2008, donde promediaban UF 16,6. Esto último se debe a que hoy la exigencia de tener un capital ahorrado previo es más exigente y hay una serie de requisitos que condicionan, en cierta medida, que las personas que optan por este tipo de pensiones se encuentren en una edad cercana a la requerida para pensionarse legalmente, 60 años las mujeres y 65 años los hombres.

Pensión adecuada

El gerente de la Aseguradora Confuturo, Alonso Alegría, explica que “actualmente, se busca que el afiliado logre financiar una pensión igual o superior al 70% del promedio de las remuneraciones imponibles percibidas y rentas declaradas, en los últimos 10 años anteriores al mes en que se acogen a pensión, calculado según lo dispuesto en el artículo 68 del DL 3.500, y así obtener una pensión igual o superior al 80% de la Pensión Máxima con Aporte Solidario (Pmas, monto vigente hoy $ 304.062) vigente a la fecha de la solicitud de pensión”.

Las pensiones de vejez anticipada se determinan en función al capital acumulado por el afiliado en su cuenta de capitalización individual, incluidos los depósitos convenidos con el empleador, más el valor actualizado del Bono de Reconocimiento, si corresponde, y los traspasos que efectúe el afiliado desde su cuenta de ahorro voluntario, los ahorros previsionales voluntario e incluso el fondo de cesantía si procede.

“Por ejemplo, para un afiliado de 59 años casado con una mujer de la misma edad y con un promedio de remuneraciones imponibles percibidas y rentas declaradas de los últimos 10 años que aspira a tener una pensión de UF 21, requiere para pensionarse anticipadamente un saldo acumulado aproximadamente de UF 5.585. En este mismo caso, pero con renta tope durante los últimos 10 años (hoy UF 75,7) necesita de un saldo acumulado de alrededor de UF 11.600”, indica el gerente de Aseguradora Confuturo.

Analizar escenarios

Si bien las necesidades y motivaciones pueden ser múltiples, se recomienda pensar muy bien antes de optar por una pensión anticipada. Por ejemplo, en el caso de estar cesante sería una alternativa a considerar.

Sin embargo, una persona que se pensiona anticipadamente por estar desempleado, podría cambiar su estatus en el futuro y, en ese caso, debe evaluar los impactos en su situación tributaria y el destino de los nuevos fondos que vaya acumulando por las nuevas cotizaciones previsionales, entre otros elementos.

Lo cierto es que el mecanismo para pensionarse anticipadamente es una opción y tiene los requisitos necesarios para asegurar que se recibirá una pensión acorde al ahorro personal. Es por esto que se recomienda ahorrar durante la vida activa para incrementar el saldo a pensionarse. Esta opción podrá ser una buena alternativa para quienes puedan acceder a ella.