Abogado de Defensa Deudores entregó alternativas para sortear problemas de pago tanto de empresas como de personas. En tanto, analistas locales realizaron sus proyecciones económicas.

El presidente del Banco Central, Mario Marcel fue claro al señalar que “es relevante el deterioro de los indicadores de no-pago de hogares y empresas” y que “esta situación podría continuar deteriorándose si se prolonga el bajo crecimiento de la economía”.

Lo anterior, en el marco de la entrega de dos indicadores importantes previamente, como lo fue el Imacec de 0,1% de abril y la corrección a la baja del Ipom 2017 a 1,75%.

Para Ricardo Ibáñez, abogado fundador de Defensa Deudores, el deterioro de los indicadores de no pago “es tremendamente relevante, ya que al aumentar la morosidad se desbancarizan tanto personas como pequeñas empresas. Esto hace que las tasas para poder acceder a créditos formales sean más altas y aparezca el crédito informal, el que tiene tasas extremadamente más altas, encareciendo el crédito. Dicha situación hace entrar en cesación de pago a más empresas y personas”, aclaró.

Sugerencias para empresas y personas

Consultado respecto de cómo hacer frente a esta situación tanto por parte de las empresas como de las personas, Ibáñez aportó: “en el caso de las personas, pueden optar por el procedimiento de renegociación de la nueva Ley de Quiebras para obtener nuevos plazos y condiciones de pago; eliminando o condonando intereses e, inclusive, obteniendo el perdón de parte de la deuda”, explicó.

En el caso de las Pymes, “se pueden acoger al procedimiento que establece el estatuto Pyme, a través del asesor económico de Insolvencia, quien en conjunto con la reorganización de la ley 20.720 puede lograr hasta 180 días de congelamiento del pago a sus acreedores, con el fin de reorganizar y ofrecer un plan de pago a dichos acreedores”, sugirió el abogado.

Análisis Económico

Para Claudio Parés, director del Departamento de Economía de la Universidad de Concepción, “la situación en Chile no es tan dramática. Además, tenemos un sistema financiero bastante conservador que ha sabido tomar los resguardos, pero es cierto que las cifras de actividad económica hacen ver un futuro no muy alentador: si no se reactiva la actividad, los indicadores de no-pago permanecerán deteriorados y probablemente el mercado de ahorro e inversión permanezca estancado. Sin eso, la única salida es un impulso desde “fuera” de la economía que la impulse: o el resto del mundo nos ayuda o el Estado toma las riendas del asunto”, enfatizó.

Del mismo modo, Parés hizo ver que “el Banco Central ya ha empezado con políticas reactivadoras: las recientes bajas en la Tasa de Política Monetaria (2,5%) buscan precisamente reactivar la actividad y compensar los posibles costos de no-pago de los fondos con una baja en el costo de fondos, y el Gobierno ha echado mano del Gasto Fiscal. Ambas medidas podrían tener consecuencias negativas, como un alza en la inflación o un aumento de la deuda pública, pero creo que esos son objetivos secundarios y que empeorarán de todas maneras si no se toman medidas”, afirmó.

En tanto, Cristian Guzmán, académico de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Católica de la Santísima Concepción reparó en que “la situación es reflejo de una débil demanda interna y de la precariedad de ingresos que tiene una parte importante del mercado laboral”.

Guzmán dijo también que “algunos ven más espacio para que el Banco Central intervenga lo que permitiría dar un impulso a la demanda agregada”.