Habló sobre el nuevo rol de la Responsabilidad Social Empresarial, y sobre lo clave que resulta entender que los grupos de interés hoy piden un involucramiento más profundo en los territorios.
El director ejecutivo de Desafío Levantemos Chile, Nicolás Birrell, estuvo en la inauguración del año académico de Inacap exponiendo sobre el nuevo rol de la Responsabilidad Social Empresarial, cuya aplicación es hoy un requisito no sólo para la sustentabilidad de los habitantes del territorio donde operan las compañías, sino también para su propia existencia en el tiempo.
– ¿A qué te refieres con el nuevo rol de la RSE?
– Hoy estamos viviendo un punto de inflexión, donde ya no basta con que las empresas realicen filantropía, sino que ahora deben compenetrarse de manera más profunda y comprensiva con las comunidades. Ya no basta con sacarse la foto y dar el cheque, sino hay que involucrarse más para crear un mayor impacto social y un mejor estándar de vida.
– ¿Hoy está muy dividida la relación sociedad-empresa?
– No cabe duda que hay un nivel de polarización muy marcado y un nivel de negativismo muy grande. Creo que la catástrofe de los incendios, es una oportunidad para salir de este estado de pesimismo y polarización.
Por una parte los empresarios, que muchas veces son mirados con ojos negativos, y la sociedad deben cambiar el foco, conectando el mundo empresarial con lo social, para que las entidades actúen en sus zonas de interés.
También la tragedia se convierte en una oportunidad para la política que se encuentra denigrada. Creo si se articulan estos tres elementos para dar soluciones concretas y eficientes, podemos salir de aquí a cinco años, me atrevo a decir, de este letargo. No estamos avanzando, sólo criticando, muchas veces con razón, pero no se puede hacer un estereotipo del empresariado o del político corrupto. El 95% de los empresarios, y hablo también de la pyme, trabajan duro para salir adelante.
Felipe Cubillos
– ¿Qué crees que estaría pensado Felipe Cubillos, creador de Desafío Levantemos Chile, sobre la coyuntura chilena?
– Él era un gran motor y sin duda estaría pensando en dar soluciones prácticas. Tenía una frase que decía “frente a esta realidad social o nos hacemos cargo o nos hacemos los tontos”. Él claramente hubiese elegido actuar y diciendo otra de sus frases célebres: “no hay nada más solidario que ser eficiente”. Por eso lo veo tendiendo puentes entre las personas que pueden y quieren ayudar con las problemáticas sociales, y no desde el asistencialismo, sino desde el punto de vista del empoderamiento de las comunidades, fomentando el impulso emprendedor.
– ¿Qué mensaje enviarías al empresariado?
– Primero que miren dentro de sus propias organizaciones y escuchen las propuestas sociales que ellos tienen. Muchas veces se sorprenderán con ideas que generaciones más jóvenes tienen para innovar socialmente. Segundo, que se la jueguen con proyectos de largo plazo en sus comunidades.
Y deben entender que la RSE está cambiando por un concepto más amplio, que es la sustentabilidad. Las comunidades exigirán más, los grupos de interés querrán ver una actuación más profunda. A mi juicio, la empresa que no lo haga, tiene fecha de caducidad. Creo que vamos en la senda correcta, pero aun nos falta mucho en esta materia.
– ¿Cómo explicamos la innovación social?
– Un ejemplo: construimos un policlínico en el campamento San Francisco, en San Bernardo, y estamos haciendo telemedicina, lo que significa que doctores de la Clínica Las Condes están ayudando a sus pares de este campamento a hacer ciertas operaciones.
También estamos enseñando a reclusos a cultivar arándanos, haciéndolos emprendedores. Al salir, ya tendrán un ahorro y un oficio para volver a empezar.
Otro buen ejemplo de innovación social: las escuelas de surf en todo Chile para sacar a los niños de las drogas… en fin, ejemplos hay miles, pero hay que tener el coraje de llevarlos adelante, sin miedo a equivocarse.