Talleres desplegados por las cuatro provincias han demostrado que el uso del agua, de los territorios, la descentralización y las universidades son los intereses.
El uso del agua, de los territorios, la descentralización y el mundo universitario son las actuales preocupaciones de actores relevantes del mundo productivo de las provincias de Ñuble, Bío Bío, Arauco y Concepción que se encuentra participando activamente en la construcción de la Política de Fomento Productivo de la Región del Bío Bío.
Fue la representante de Servicio País de Lebu, Lissette Rodríguez, quien mejor explicó las expectativas que se han creado al respecto: “Crear una política de fomento productivo desde los territorios es la mejor institucionalidad que se le puede dar a la Región”.
Efectivamente, avanzando y sin contratiempos se encuentra la tarea de diseñar una política de fomento productivo para la Región a cargo de la Universidad del Bío Bío y el Gobierno Regional, la que se encuentra en la fase de diagnósticos para ajustar el instrumentos a las necesidades e idiosincracia de cada territorio, trabajo que se va nutriendo a partir de talleres participativos desplegados por toda la Región.
¿Qué se busca?
Por su parte, el académico del Departamento de Ingeniería Industrial de la Universidad del Bío Bío y director de este proyecto, Francisco Núñez, explicó los objetivos y actividades de esta iniciativa.
“La nueva política de fomento productivo permitirá a la institucionalidad pública orientar su accionar en este ámbito en torno a los objetivos e iniciativas que se propongan, entregando a las autoridades herramientas para alinear los cursos de acción, la toma de decisiones, el establecimiento de prioridades y la asignación de recursos financieros. El sector privado, por su parte, podrá desarrollar su quehacer sobre la base de reglas claras, concretas y estables, lo que favorecerá a los oferentes y demandantes de productos del área de fomento”.
Consultado sobre cuál es a su juicio la clave para el éxito de esta iniciativa, Nuñez dijo que la creación de capital social suficiente para soportar la implementación, y en este sentido, dijo, será muy importante la visión que tendrá esta política, que incluye el diseño de propuestas de instrumentos de fomento y una cartera de programas estructurales, priorizados y multisectoriales, así como su medición y seguimiento.
Participación descentralizada
El responsable metodológico del proyecto, el académico Javier León, acentúa la importancia de la participación y expresión de la ciudadanía, especialmente para esta iniciativa.
“La evaluación que hacemos es positiva por la capacidad que se tuvo para identificar temáticas que son relevantes para la toma de decisiones en el ámbito productivo para la Región. La gente está preocupada por la descentralización, le interesa el rol de las universidades. En definitiva, los talleres resultaron ser importantes para el desarrollo del diseño de esta política de fomento en la que estamos involucrados en desarrollar”, afirma el académico.
Y según el Coordinador Regional Fomento e Industria, Gobierno Regional del Bío Bío, Rodrigo Martínez, la importancia de realizar los talleres en las cuatro provincias radica, en asegurar la adecuada representación de todos los territorios de la región contribuyendo así a una adecuada descentralización intraregional.
“A través de estos talleres destacamos la importancia de sectores productivos asociados a las zonas con mayor vocación agrícola, pecuaria y turística de la Región. Además del despliegue territorial de estos talleres permite que muchos emprendedores de la micro y mediana empresa puedan tener un espacio de expresión, contribuyendo así a un mejor equilibrio de las visiones, necesidades y proyecciones del fomento productivo regional”, destaca Martínez.