Se busca incrementar la reproducción de peces, sin embargo, la comunidad científica local dice que no se pueden asegurar resultados.
Se busca incrementar la reproducción de peces, sin embargo, la comunidad científica local dice que no se pueden asegurar resultados.
Javier Ochoa Provoste
javier.ochoa@diarioconcepcion.cl
A principios de abril se conoció la propuesta de la empresa canadiense Oceanos sobre fertilizar la costa de Chile y Perú con hierro, esto con el objetivo de aumentar la reproducción de peces.
Oceanos realiza una campaña para convencer a Chile sobre el productivo negocio que podría resultar de esta propuesta, tomando para ello algunos resultados sobre experimentos realizados por la comunidad científica internacional.
Ante esto, un grupo de investigadores y expertos en el área del Instituto Milenio de Oceanografía (IMO), reconoció que el hierro es, efectivamente, un elemento fundamental para el fitoplancton, ya que forma parte de la base de la cadena trófica que provee los alimentos de los peces.
A propósito, los investigadores del IMO señalan que los resultados científicos a la fecha no permiten descartar o incentivar la posibilidad de fertilizar artificialmente el océano con objetivos de eco-ingeniería, tales como mitigar el aumento de CO2 atmosférico o incrementar la pesquería.
"Sin embargo, el consenso internacional es que la fertilización artificial del océano debe ser prohibida por el momento", sostuvo el investigador asociado al IMO, Cristián Vargas.
Sobre esta iniciativa, los científicos enfatizan en el acontecer internacional. "Las partes de la Convención de Londres sobre la Descarga de Desechos de 1972, un convenio internacional en la cual Chile participa, reiteró el año 2012 que la única excepción para este tipo de prohibición, son los experimentos con propósitos puramente científicos, necesarios para lograr un mejor conocimiento sobre los efectos que tendría la fertilización del océano a escala comercial", afirman desde el IMO.
¿Pero a qué se teme?
Dentro de los principales riesgos que puede alcanzar la fertilización marina consiste en el incremento en abundancia de una microalga nociva, la diatomea Pseudo-nitzschia, productora de la neurotoxina ácido domoico. Además, luego del florecimiento algal, en respuesta a la adición artificial de hierro, la biomasa podría descomponerse en las aguas sub-superficiales bajando críticamente el nivel de oxígeno y afectando negativamente a los peces crustáceos y moluscos, explicó Vargas.
"Este tipo de experimentación terminará siendo solamente un malgasto inútil de nuestros fondos", enfatizan desde el IMO. Además, se debe agregar que Chile ya cuenta con problemas con el florecimiento de algas tóxicas y con las aguas sub-superficiales naturalmente bajas en oxígeno. Como consecuencia, han provocado varazones cuando sus movimientos atrapan y sofocan peces e invertebrados.
También, podría generar riesgos en áreas relacionadas con el turismo, acuicultura, pesca artesanal y además para la vida humana.
Al respecto, Diario Concepción consultó a Biólogo Marino, Ph.D., Miembro Titular Consejo Nacional de Pesca del Departamento de Zoología de la Universidad de Concepción, Eduardo Tarifeño, quien sostuvo que la propuesta no tiene ninguna base científica que asegure lograr dicho objetivo.
"Si bien es cierto que a nivel experimental de mesocosmo, bajo condiciones totalmente controladas por el experimentador se ha demostrado que es posible aumentar la producción primaria con adición de Fe, no existe ninguna seguridad que ello ocurra también en el medio natural, ni menos que influirá en las poblaciones de peces. Una propuesta como el de Oceaneos debe ser terminante rechazada por la Subsecretaría de Pesca y el Ministerio del Medio Ambiente, enfatizó.