El proyecto busca medir impactos y diferencias a través de modelos matemáticos complejos que simplifican la realidad socioeconómica y que se validan con la información existente.
El proyecto busca medir impactos y diferencias a través de modelos matemáticos complejos que simplifican la realidad socioeconómica y que se validan con la información existente.
Edgardo Mora Cerda
edgardo.mora@diarioconcepcion.cl
Un equipo de investigadores de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (Ucsc), liderados por el decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas (Facea), Andrés Ulloa Oliva, en conjunto con la académicos de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI), se adjudicaron un proyecto del Fondo al Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondef), denominado "Modelo de evaluación de impacto regional de políticas públicas, en los ámbitos económicos, ambientales y sociales".
Se trata de un modelo computacional de equilibrio general que toma todos los sectores de la economía chilena, que son 118, y todas las regiones, que permite hacer un análisis de impacto, tanto a nivel regional como de sectores de la economía, ya sea en políticas ambientales, mineras, redistributivas, entre otras, que afectan directamente a los distintos rubros, personas y regiones.
Etapas del proyecto
El decano de Facea de la Ucsc, explicó que este proyecto se realizará en dos etapas, en la primera "que es la que acabamos de empezar, se desarrollará un modelo que posibilitará hacer una evaluación de políticas públicas a nivel nacional y regional, la que permitirá responder a preguntas asociadas también a políticas públicas en las áreas energéticas, mineras y regionales".
Del mismo modo, Ulloa aclaró que en la segunda etapa del proyecto, "al que tenemos que volver a postular, se pretende continuar con esto, pero desarrollando un modelo mucho más amplio", aseguró.
Instituciones involucradas
El grupo de investigadores, cuyo director es Raúl O´Ryan, académico de la UAI, ya tuvo una primera reunión que se realizó en Santiago, donde una de las primeras medidas fue formar un comité asesor, en el que están representados el Ministerio de Energía, Hacienda, la Fundación Chile Descentralizado, la Cepal y la Cancillería, y que tiene como objetivo, verificar que las respuestas que arroje este proyecto les permitan efectivamente, a estas instituciones, analizar políticas públicas.
Para profundizar un poco más acerca del inédito modelo computacional, que promete ser un importante instrumento que aportará en la elaboración de políticas públicas, el decano accedió a responder algunas interrogantes formuladas por Diario Concepción.
– ¿En qué consiste el proyecto de evaluación de impacto regional, cuales son sus objetivos y aplicaciones?
– Es un proyecto que tiene por objetivo evaluar el impacto de políticas públicas a nivel territorial, regional o comunal, dependiendo de la información existente. De esta manera, los territorios pueden tomar decisiones más informadas sobre los impactos que las políticas públicas tengan sobre sus ciudadanos. Políticas comerciales, tributarias, energéticas, ambientales, educacionales o de promoción de la innovación tienen impactos fuertemente diferenciados sobre las distintas localidades. En el proyecto se busca medir este impacto y las diferencias. Esto se hace a través de modelos matemáticos complejos de equilibrio general que buscan simplificar la realidad socioeconómica y que se validan con la información existente.
– ¿Cómo logró su financiamiento?
– Fue financiado por Fondef en el programa Idea en II etapas, esta es la primera etapa, donde se usara un modelo que ha sido construido por nosotros previamente.
– ¿Cuáles son las proyecciones del modelo?
– A través del proyecto se comenzará a modelar la realidad territorial y se obtendrá información valiosa para tomar decisiones de descentralización. Para ello es necesario trabajar en la segunda etapa del proyecto que implica modelar en detalle la realidad de cada uno de los territorios. Este es un trabajo largo y complejo, pero que se hace en otros países, por lo que existe experiencia.
– ¿Cómo se originó el proyecto?
– Del trabajo conjunto con investigadores de la Universidad Adolfo Ibáñez y de la Cepal. Nosotros ya habíamos trabajado en esto cuando coincidimos en la U. de Chile. Allí se formó el grupo y se desarrolló la experiencia.