La inversión realizada por las entidades privadas del rubro forestal ascendió a una cifra cercana a los 47 millones de dólares, monto que superó lo presupuestado en un principio.

En los recientes incendios forestales que azotaron a gran parte de la zona centro-sur del país, las empresas del rubro forestal desplegaron todo su contigente humano y sus equipos de combate para extinguir el fuego que consumió más de 400 mil héctareas. 

La inversión realizada por las entidades privadas del rubro forestal ascendió a una cifra cercana a los 47 millones de dólares, monto que superó lo presupuestado en un principio.

Capital humano y de equipamento

En total fueron 2.500 brigadistas divididos en brigadas terrestres, 4×4 y mecanizadas; 19 aviones, 20 helicópteros, 100 vigías motorizados, 226 torres de vigilancia, 23 camiones aljibe, 76 máquinas pesadas para la elaboración de cortafuegos y movimiento de material y 400 personas en apoyo logístico.

A estos recursos, se sumó el financiamiento por parte de la empresa Arauco de una nueva semana de operaciones en Chile del avión Supertanker; y el arribo a Concepción de un nuevo avión -BAe 146- en un esfuerzo conjunto público-privado, donde Forestal Mininco aportó el abastecimiento de combustible y agua.

Programa de largo plazo

Las principales empresas forestales asociadas a CORMA vienen desarrollando hace varias décadas programas altamente profesionales y permanentes de prevención y combate de incendios, coordinando esfuerzos entre sí y además, participando activamente en campañas conjuntas de prevención con los organismos públicos a cargo de estas tareas como son CONAF y ONEMI y gobiernos regionales, entre otros.

En conjunto, las principales empresas forestales del país destinan recursos no sólo para proteger su patrimonio, sino también el de sus vecinos, cubriendo una superficie del orden de 2 millones de hectáreas. En una temporada normal, la extinción de incendios en propiedades de terceros puede llegar incluso al 70% promedio.

 

Profesionalizar a los brigadistas

Tras la catástrofe que azotó a gran parte del país, quedó en evidencia que aún quedan aspectos por mejorar para la prevención de los ya habituales incendios forestales.

Los brigadistas también exponen algunas soluciones que podrían mejorar la situación en momentos de crisis. “Lo ideal sería que nosotros pudiéramos trabajar todo el año y no solo la temporada de verano.

Si tuviéramos un contrato anual, podríamos reconstruir los bosques, trabajar en las plantaciones y preparar los cortafuegos. Esta es una medida preventiva necesaria”, comentó el brigadista Abraham Hernández.

Por su parte, Italo Parietti, líder del equipo USAR en la región, concuerda con los planteado por los brigadistas y cree que es necesario modificar algunos aspectos protocolares. “En momentos de emergencia es necesario reformar algunos procesos para mejorar la preparación de los brigadistas.

Todo con el objetivo de prevenir y no tener que lamentarse después. Hay que profesionalizar a los brigadistas. En la instancia que vivimos hace una semana quedó en evidencia”, explicó Parietti.