Unas 180 mil hectáreas de plantaciones de grandes empresas y pequeños propietarios forestales fueron arrasadas por el fuego. Las llamas no respetan fronteras.

Equipo de Economía&Negocios
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Durante la temporada, Arauco ha combatido más de 860 incendios forestales. Para enfrentarlos, las aeronaves han volado más de 2.000 horas, y han lanzado más de 5 millones de litros de agua, incorporando agentes espumógenos y retardantes. La empresa dispone de un presupuesto de US$ 25 millones para la prevención y el combate de incendios, que todos los años ocurren en Chile. Charles Kimber, gerente de Asuntos Corporativos y Comerciales de Arauco, explica la magnitud de la catástrofe de 2017. 

-¿Cuál es el balance de los incendios y el nivel de pérdidas?

– A nivel país tenemos un escenario muy difícil. Más de 550 mil hectáreas quemadas, de las cuales 180 mil son plantaciones, no solo de grandes empresas, sino también de pequeños propietarios y productores forestales. Aquí no sólo hay un daño a la industria forestal, hay un daño al país porque los incendios no tienen fronteras y no discriminan si es pino, eucalipto, bosque nativo, casas o ciudades. Ahora bien, nosotros como empresa forestal tenemos un impacto estimado de más de 80 mil hectáreas que han sido afectadas y estamos evaluando el impacto económico pero aún es prematuro tener un número exacto de las pérdidas. 

-¿Cómo se han organizado para abordar esta catástrofe?

– Al año disponemos de un presupuesto de US$ 25 millones para la prevención y el combate de incendios. Esto implica más de 1.300 personas dedicadas al combate (brigadistas, torreros y equipos de protección y prevención) y hemos incorporado 400 nuevos brigadistas, 55 máquinas para hacer cortafuegos y transportar agua, 120 torres de vigilancia, 19 pistas de aterrizajes, 10 helicópteros, 8 aviones a los que sumaremos 2 nuevos aviones. Todo este equipamiento está a plena capacidad. Al inicio de los incendios de esta temporada, un 70% de los incendios que combatimos fueron en predios de terceros y esta semana fue un tercio. 

Hemos incorporado nuevos recursos para continuar apoyando la labor de control de la catástrofe. Sabemos que aún queda mucho por hacer, por esto, continuaremos trabajando con toda la fuerza y coordinación para salir adelante junto a la comunidad y a todos los afectados.

-¿Cuáles son las principales causas de estos incendios? ¿Se ha visto una mayor intencionalidad?

– Son varios los factores que han hecho que esta temporada sea muy compleja. En los últimos años hemos visto una disminución de las precipitaciones, altas temperaturas y fuertes vientos, lo que hace que el escenario sea bastante adverso. Además es importante señalar que en Chile no existen los incendios naturales. El 99% de los incendios son provocados por la acción humana. Un 40% de ellos son intencionales, otro 40% por negligencia como no apagar una fogata; y un 19% por accidentes. Lo que ha sucedido en esta temporada, es que la intencionalidad ha sido mayor.

-Usted señaló el trabajo en prevención, ¿en qué consiste?

– Hemos venimos trabajando con las comunidades, en especial, niños para generar conciencia del daño que producen los incendios. Por ejemplo, tenemos el programa Vivamos el Bosque en la zona sur del país, donde participan distintas empresas con alto impacto en las escuelas. También tenemos el Programa Cuidemos Nuestro Entorno, que lideramos como empresa en las regiones del Maule y Biobío.

Paralelamente, tenemos 42 zonas de interfaz con localidades priorizadas; limpiamos nuestros predios para no tener elementos que propaguen los incendios; participamos en mesas de trabajo con autoridades regionales; en fin, una serie de acciones para tomar conciencia del impacto que generan estos siniestros al medio ambiente y a las personas. Estamos convencidos que la prevención de incendios es tarea de todos y no de una empresa en particular. 

-¿Cómo se abordará la reconstrucción y recuperación productiva?

– El impacto que ha tenido esta catástrofe es muy grande. Lamentablemente, se nos quemó Aserradero El Cruce que operaba en Santa Olga y hemos decidido reconstruirlo manteniendo el empleo para sus 125 trabajadores por el tiempo que sea necesario. En el negocio forestal estamos atacando los focos de incendios aún abiertos para luego hacer un balance. Estamos trabajando en la reconstrucción productiva y el fortalecimiento de su encadenamiento, junto a los distintos actores. En esto está el mayor desafío. 

-Se ha dicho que el pino y eucaliptus, y las grandes extensiones de plantación, han generado condiciones propicias para la expansión de los incendios. ¿Es así?

– Los incendios no solo afectan a plantaciones sino también a bosque nativo, pastizales y matorrales. El pino y eucalipto tienen una capacidad combustible similar a muchas especies nativas, como se ha podido apreciar en esta catástrofe, donde boldos, nogales, quillayes se han visto igualmente afectados. 

-¿Cuál es su reflexión final de esta catástrofe?

– El trabajo que tenemos por delante es grande y tenemos que sacar las lecciones y tomar medidas. Como empresa tenemos la convicción que nos levantaremos de esta compleja situación y que entre todos, privados, gobierno, expertos y comunidad trabajaremos por la reconstrucción. Nosotros en Arauco seguiremos trabajando con la misma rigurosidad y profesionalismo que ha permitido a Chile estar entre los actores más relevantes y respetados de la industria a nivel mundial. (SM)