Se trata del proyecto MPZero, liderado por el ingenierio civil eléctrico, Eduardo Burboa Villarroel, junto dos socios más. Es el primero en su tipo realizado en Chile y se probará en Coyhaique.
Se trata del proyecto MPZero, liderado por el ingenierio civil eléctrico, Eduardo Burboa Villarroel, junto dos socios más. Es el primero en su tipo realizado en Chile y se probará en Coyhaique.
Cristián Sandoval Cabezas
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Tiene 28 años de edad, es de Punta Arenas y desde pequeño su inspiración ha sido "buscar soluciones a los problemas de contaminación en nuestro planeta", según el mismo afirmó. Para eso, estudió ingeniería civil eléctrica en la Universidad de Concepción, y posteriormente siguió la ruta de un master en Energías Renovables y Tecnologías Limpias en la U. de Manchester, Inglaterra.
Se trata de Eduardo Burboa Villarroel, quien junto a dos amigos y socios más, trabajan en un prototipo con el cual esperan "revolucionar" el mundo de las estufas y el grave problema de la contaminación.
El proyecto consiste en diseñar un filtro para las estufas a leña que evita que un 90% de las emisiones de material particulado (MP 2.5.), se liberen a la atmósfera y terminen agravando el problema de la contaminación ambiental en Chile, y porqué no, en el resto del mundo.
¿Cómo funciona?
Eduardo Burboa explicó que el prototipo funciona con un principio eléctrico. "Genera un campo eléctrico de alto potencial y eso lo que hace es polarizar todas las partículas de humo. Es decir, todas las partículas de humo que van subiendo a través del tubo se transforman en pequeños imanes, los que a su vez se van pegando a la superficie interior del tubo", indicó.
La mayor dificultad del producto, por ahora, es el tema de la limpieza. En eso están trabajando, para dar con el sistema de limpieza más simple. Más durable. "Al ser eléctrico no hay problema, es la mantención del producto. Y obviamente dependerá también del tipo de leña que se use. Si es húmeda se producen otros tipos de partículas, como el creosota, que es la resina que se va formando al interior de los tubos. Y eso puede disminuir el rendimiento de este producto", aseguró.
Claves
Lo interesante de este emprendimiento es que el ingeniero penquista venía pensando en este tipo de dispositivo desde su paso por la Universidad de Manchester en Inglaterra entre el 2015 y 2016, donde, entre otros temas, también estudió un postgrado en el que tuvo acceso a información relacionada a conceptos de energías renovables, desde la bases de lo que son cada uno de los tipos, hasta el estado actual del arte de cada uno de ellos.
También se adentró en todo lo referido a las emisiones de carbono y en ese punto recuerda que hizo un trabajo relacionado con Chile,y cómo se pueden reducir los niveles de carbono emitido a la atmósfera hasta llegar a un 2% con respecto a los niveles de 1990. "El tema es que para todos los países, se ve una proyección de que tienen que bajar estripitosamente las emisiones de carbono en el corto plazo. Tengo la sensación que todavía nadie se lo toma muy en serio, por lo menos en Chile", dijo Burboa.
Una vez de regreso a Chile, MPZero comienza a tomar forma gracias un momento clave: la reunión con dos amigos que hoy son sus socios: Esteban Soto Vera, ingeniero civil industrial, y Ricardo Soto Espinace, arquitecto, con quienes ha estado desarrollando la idea y el prototipo.
Vieron la posibilidad de financiamiento a través de un concurso de proyectos de esta materia con el Ministerio de Energía. Postularon. Y quedaron seleccionados, junto a otros tres emprendedores de la zona.
En el caso de ellos y MPZero, obtuvieron $75 millones para echar adelante la idea, el prototipo y el pilotaje (período de prueba) durante este año 2017.
El mayor aporte, más allá del financiamiento, explicó Burboa, es que se da la posibilidad de trabajar directamente con el Ministerio.
"Hay muchas posibilidades de tener acercamientos directo con la seremi tanto de Energía, Salud, Medioambiente, en caso que sea necesario para el proyecto. Es un plus significativo a parte del financiamiento", indicó Burboa.
Importancia
Consultado sobre la importancia e impacto social del proyecto, Burboa asveró que, aparte del hecho de que actualmente no hay ningún sistema de bajo costo y alta eficiencia para capturar material particulado en la ciudad, este dispositivo puede contribuir también a otras acciones que actualmente están desarrollo para hacer de Chile más verde.
"De hecho si existiera, ya se habría implementado. No tendríamos problemas de contaminación en el sur de Chile. Por ejemplo, en Coyhaique, el que supera a los de China. En ese ámbito uno trata de ver los problemas más grandes y ver qué se puede hacer con ellos. Y este, era uno de ellos. Salió la idea de crear un filtro de humo, usando solamente una adaptación de lo que sí se usa a nivel industrial, como las termoeléctricas, y que les permiten disminuir las emisiones de material particulado en el aire bajo normas que están establecidas para ello", explicó el ingeniero de la UdeC.
A partir de esa realidad, como referencia, vieron la posibilidad de que sí se podía replicar lo mismo pero a una menor escala. Y postularon la idea.
En noviembre pasado, tuvieron financiamiento para hacer un prototipo, y para financiar todas las actividades que se iban a hacer durante ese mes, y en paralelo también realizaron un proceso de cocreación con actores públicos y privados, y también, con el usuario final. "Eso fue bastante bueno porque se pudo hacer una evaluación del proyecto, desde una idea muy rudimentaria que teníamos, hasta llegar a un modelo de negocio establecido, establecer redes o una proyección para todo lo que se va hacer en la etapa de pilotaje, que comenzará este 2017, ya como una idea más madura y probada", hizo hincapié Burboa.
Se pudo experimentar con ayuda del laboratorio de alto voltaje de la Universidad Federico Santa María, para hacer pruebas.
Proyección
En Chile no existe este tipo de dispositivo, reiteró el ingeniero. Sólo en Suiza hay prototipos que están en esa etapa, de experimentación.
"Lo que pasa que en Chile tenemos condiciones bien particulares: ciudades rodeadas por montañas, y al mismo tiempo el sistema de calefacción principal es la madera. Y mucha de esa madera que se usa está húmeda. Esa suma de factores no se encuentran en todos los países. En Argentina, usan gas. Lo mismo en Punta Arenas. En Europa, la mayor parte usa gas. Porqué no se desarrolla este tipo de producto, porque no hay mercado afuera, pero en Chile sí", aseguró Burboa.
¿El precio de este dispositivo? Según Burboa aún es muy alto pensando en el consumidor final. Cerca de $100mil pesos. El desafío para ellos como empresa es lograr una alianza público-privada y explorar por ejemplo, el subsidio. "No lo descartamos. Lo importante es que es un producto novedoso, probado, y que va a ser un a solución al problema de la contaminación ambiental en ciudades pequeñas y grandes donde el uso de la leña húmeda cada día empeora, incluso mata más personas que los mismos accidentes de tránsito", aseguró el ingeniero civil penquista.