Para muchos está bastante claro: una nueva región genera más gastos, aumenta la burocracia y fortalece el centralismo. Y de paso resta peso político y económico a los territorios. Las últimas experiencias de división en Chile son la mayor prueba de ello, argumentan los gremios.

 

ASEXMA BÍO BÍO

Los países modernos avanzan hacia las macro regiones

Nuestra oposición es a seguir desmembrando nuestro país, creando más regiones y éstas cada vez mas pequeñas y débiles. En ningún caso existe animadversión para con Ñuble. Estas iniciativas están siendo impulsadas por aquellos que poseen intenciones muy lejanas del interés real de los habitantes , utilizando argumentos facilistas alejados de lo técnico, como ha sido lamentablemente el caso de nuestros amigos y conciudadanos de Ñuble. 

Costo excesivo e innecesario

Se desembolsará más de $19.000 millones para la instalación de la nueva región y otros $50.000 millones para contratación de personal. Cabe preguntarse: ¿Estos recursos beneficiarán al ciudadano común o será de beneficio de otros? Además: ¿Cuántos caminos, cuántos colegios, cuántos programa de apoyo podrían materializarse con semejante inversión? 

Fragmenta al país

Chile ha buscado hasta la saciedad el desarrollo y todos los organismos internacionales han señalado que para alcanzar dicho anhelo es condición necesaria descentralizar. Desmembrar nuestro pequeño territorio nacional va en la linea exactamente contraria, ya que el poder centralizador se fortalecerá aún más. Una región es mucho más que administrar un Fondo Nacional de Desarrollo Regional.

Divide en lugar de unir

Nosotros proponemos que Chile se defina en tres Macrozonas: Norte , Centro y Sur. Eso nos entregaría identidad, y no como se ha argumentado vacuamente por parte de quienes promovieron esta iniciativa.

No genera empleos

Se ha escuchado que la creación de la nueva Región generará empleos, pero cabe formularse la pregunta: ¿qué tipo de empleos? ¿Aquellos que serán fruto de la instalación de la nueva región o estamos hablando de empleos fruto de inversión privada? Porque si es la última alternativa, difícilmente se logrará atraer inversión, agregando mayor carga burocrática a Chile.
 

COLEGIO DE ARQUITECTOS – DELEGACIÓN CONCEPCIÓN

Fragmentación de las regiones va en sentido contrario a la solución de los problemas

Lo más alarmante del proceso de fragmentación de regiones que vive el país y lamentablemente nuestra región hoy, es que apunta precisamente en el sentido opuesto a lo que podría ser una solución real al problema. Esto es, porque seguimos en un país altamente centralizado que no permite una administración autónoma y un despegue real de sus regiones y en consecuencia las hace funcionar a medias o fracasar. Si sabemos que es esa la verdadera causa de lo que está pasando, la fragmentación sólo profundiza el problema y lo torna cada vez más inabordable, aumentando significativamente la brecha entre regiones débiles y la Región Metropolitana.
 

IRADE – "No se consideran factores técnicos, ni productivos en la propuesta"

Motivación legítima, pero solución equivocada

Tanto Ñuble como otros territorios que están dando esta lucha tienen profundas razones para demostrar su descontento con el intra centralismo regional. No obstante la descentralización no se resuelve fragmentando -bajo esa lógica el día de mañana Arauco y Bío Bío también querrán ser regiones-, sino con un estado más eficiente y conectado en el amplio sentido de la palabra.

Decisión política que no considera factores técnicos ni productivos

La discusión del proyecto sólo estuvo centrada en círculos políticos con adhesión de algunos docentes universitarios. Y su argumento central fue exclusivamente el factor identitario. Por otro lado se cita como base el libro del profesor de la Universidad del Bío Bío, Benito Umaña, pero éste no analiza ni menos concluye la idea de dividir la Región.

Índice de Coherencia Regional Ajustado establece débil posicionamiento de Ñuble para convertirse en región

Un estudio de la Universidad de Concepción, solicitado para evaluar la viabilidad de la nueva región de Ñuble, estableció un indicador a partir de 5 dimensiones "Demográfica territorial", "medio natural", "económica productiva", "identidad" y "servicios públicos". Como conclusión el informe arroja un débil posicionamiento de Ñuble para convertirse en región.

La experiencia de Valdivia debe servir de advertencia

Al separarse en 2008 la región de Los Ríos de la Región de Los Lagos se observó un mayor impulso al crecimiento del PIB de Los Ríos hasta 2010. De ahí en adelante la nueva región muestra un deterioro en sus tasas de crecimiento hasta la fecha. La tasa de desempleo se mantiene más alta en comparación al remanente de Los Lagos y hasta ahora ha aumentado 7 veces el número de funcionarios públicos que aprobaron al inicio del proyecto.

Excesivo costo de $224 mil millones al año

El proyecto parte con un gasto de instalación de $19 mil millones, equivalente a la inversión de 3 Teatros Municipales de Chillán (Tmch). Posteriormente y de acuerdo a la información de la Subdere utilizada en el estudio de la Universidad de Concepción, el gasto anual en régimen, sólo considerando el ítem de personal, sería de $50 mil millones, cifras absolutamente desproporcionadas para la realidad económica de nuestro país.
 

CORBIOBÍO – "Más centralismo y burocracia, menos autonomía y débil desarrollo"

Región menos desarrollada de Chile

Un estudio de la Subdere advierte que un "sombrío" panorama podría generarse al crear una nueva unidad administrativa, pues de acuerdo a lo establecido en el documento, la provincia de Ñuble sería una de las regiones menos desarrollada del país.

Mala distribución poblacional

El mismo estudio indica que al concentrarse la mayor cantidad de habitantes en el eje urbano Chillán, Chillán Viejo y San Carlos (más del 50 por ciento de la provincia), se evidencia una mala distribución poblacional en Ñuble, por lo que tiende a generarse un nuevo centralismo a nivel local.

Territorio débil

El estudio indica que de crearse la nueva administración, ésta pasaría a ser la región con menor superficie del país (13.178,5 kilómetros cuadrados). "No existe ninguna región con una longitud de costa menor a la presentada por la Provincia de Ñuble" (58,10 kilómetros), según el documento.

Pérdida de peso poblacional

El informe advierte que afectaría el protagonismo de la Región del Bío Bío en relación a Santiago, ya que sólo quedaría con una población de 1 millón y medio de habitantes. Agrega que este proceso de "atomización" le jugaría en contra a la nueva región, con una población de 500 mil habitantes.

Los recursos son los mismos

El estudio señala que el ejercicio de transformarse en región no garantiza necesariamente alcanzar los objetivos propuestos de mayor progreso para sus habitantes, puesto que los recursos son los mismos, distribuidos de una forma diferente, a los que se debe restar el enorme gasto de instalación y operación de una nueva región.

Sector productivo y contribuyentes asumirán los impuestos

El alto costo para el Estado se traduce en 19 mil millones de pesos para poner en marcha la administración pública, con 205 cargos, que deberá asumir finalmente el sector productivo a través de los impuestos. Un estudio encargado por la Subdere estima en $224 mil millones los gastos adicionales que generará para los contribuyentes.

Nuevas regiones = más burocracia

De la información disponible, no hay evidencia que acredite que la creación de las últimas dos regiones, Los Ríos y Arica y Parinacota, haya contribuido al desarrollo social y económico del territorio. Por el contrario, ha aumentado la burocracia y los gastos.

Fomenta el centralismo

Tener regiones de menor tamaño atenta contra el proceso de descentralización de Chile. Los países desarrollados han optado por fusionar unidades territoriales para que sean capaces de enfrentar las tareas que se les quiere encomendar con más autonomía.

Autoridades regionales electas sin atribuciones, ni autonomía

El proyecto de ley que crea el cargo de gobernador regional, electo por votación popular, que reemplazará al actual intendente, conforma una figura decorativa sin atribuciones, por ende, sin poder de decisión, ni presupuestos que permitan generar un liderazgo autónomo del Gobierno Nacional. En conclusión, se registra un serio retroceso que fomenta aún más el centralismo en Chile. El hibridaje descrito en el proyecto, sólo generará mayor confusión e ineficacia, de ahí que mientras no se realice un esfuerzo real de descentralización política del poder, en que las autoridades regionales cuenten con las atribuciones gubernativas correspondientes, no será posible revertir el pernicioso proceso centralizador en Chile.

Nula transferencia de competencias

Para transferir competencias a las regiones de manera eficaz, es indispensable rediseñar la planta de personal de los servicios públicos a cargo de dichas funciones, pues éstos responden a un modelo de excesivo centralismo en la gestación, toma de decisiones y ejecución de las políticas públicas. Se hace necesario un aumento de la dotación, revisión de las plantas de personal en todo el país y la creación de plantas regionales adecuadas a las necesidades y desafíos.

Múltiples interrogantes

Actualmente, no existe un sistema que gestione en forma eficiente y eficaz los recursos públicos, para así superar la inequidad intraterritorial que perjudica a las comunas más alejadas de cada región, situación que genera múltiples interrogantes a la hora de conformar una nueva región, faltando una mayor discusión y profundización en áreas claves como la pesca.
 

Cpcc – "Pérdida de peso político, económico y demográfico"

Los países modernos avanzan hacia las macro regiones

La tendencia de los países de la Ocde apunta a disminuir la brecha de población entre las capitales de cada país y sus regiones. Esto resulta claro al revisar España, Francia, Italia, Alemania, entre otros, donde lo más reciente (2014) fue la reducción de 22 a 13 regiones en Francia. La excepción es Chile, que por el contrario ha seguido el camino de una constante fragmentación de su territorio, acentuando la pérdida de los equilibrios territoriales y demográficos. 

Aumento del centralismo y mal precedente

Contrario a lo que se aspira, existe amplia evidencia política histórica y social sobre la fragmentación territorial como una causa relevante en la excesiva centralización de Chile. Impedir la división de nuestra región contribuye por tanto de manera decisiva a frenar una posible escalada de nuevas solicitudes de partición territorial en nuestro país, desincentivando las nuevas iniciativas que vienen en desarrollo en las provincias de Limarí-Choapa, (Coquimbo); Aconcagua, (Valparaíso), Linares y Cauquenes (Maule) e incluso Malleco (Araucanía). 

Pérdida de dos senadores para la segunda región más relevante de Chile 

Desde el punto de vista político la región se ve afectada por la disminución de representatividad en el Senado, bajando de 5 a 3 senadores de acuerdo a la modificación de la Ley 18.700. De crearse la región Ñuble, Bío Bío quedaría con 1.600.000 habitantes, y las regiones de Maule y la Araucanía que tienen una población aproximada de un millón de habitantes mantendrían su representación en la cámara alta con 5 senadores. 

No incluye participación ciudadana en la decisión

Uno de los principios fundantes de la gobernanza contemporánea es que las decisiones de alto impacto en la vida cotidiana de las personas se adopten en consulta a éstas.

Por esto no resulta coherente adoptar una decisión tan significativa, esto es, el fraccionamiento de la Región del Bío Bío, sin que los ciudadanos directamente afectados con esta medida no sean consultados en forma previa. Esta decisión legislativa no puede perfeccionarse sin una consulta ciudadana previa de naturaleza vinculante.

Pérdida de peso demográfico y económico 

La Región del Bio Bío disminuiría su población de 2,1 millones de habitantes a 1,6 millones, pasando de ser la segunda más poblada a ubicarse en el tercer lugar, después de Valparaíso, disminuyendo su poder demográfico frente al centralismo. Al mismo tiempo disminuiría casi en un 30% el aporte del Bío Bío al PIB nacional. Por su parte, la eventual nueva región de Ñuble tendría 460.000 habitantes distribuidos en 3 provincias, dos de ellas con menos de 80.000 habitantes.