A la fecha, ha presentado 17 solicitudes de patentes y se encuentra gestionando la transferencia de una decena de tecnologías, referidas a la revalorización de desechos agrícolas y forestales para la generación de biomateriales.
A la fecha, ha presentado 17 solicitudes de patentes y se encuentra gestionando la transferencia de una decena de tecnologías, referidas a la revalorización de desechos agrícolas y forestales para la generación de biomateriales.
Javier Ochoa Provoste
javier.ochoa@diarioconcepcion.cl
Diez empresas con base tecnológica se han creado al alero del Centro de Biotecnología UdeC en sus 11 años de existencia, lo que fue destacado ayer en la reunión anual del Consejo Superior del organismo.
En la ocasión, la directora(s) Sofía Valenzuela presentó los resultados más destacados de la gestión 2016, donde resalta que seis de las diez entidades se crearon sólo entre 2015 y 2016.
Sobre la nueva orientación que se le busca dar al centro, explicó que se busca apoyar emprendimientos de gente joven.
"Estamos partiendo con varias ideas de estudiantes. La idea es acompañarlos en todas las etapas para la postulación de un proyecto, pero viendo antes si será factible poder crear un producto, y si éste se puede producir a gran escala y a menor costo, y que sirva al sector productivo".
Sobre lo alcanzado, Sofía Valenzuela expresó que se han posicionado y validado con el uso de la biotecnología para darle mayor valor a los recursos naturales renovables, como por ejemplo el uso de la biomasa residual vitivinícola.
En la oportunidad, el intendente de la Región del Bío Bío, Rodrigo Díaz, destacó así estos 11 años.
"Un centro maduro, que está trabajando publicaciones, que está haciendo transferencia de empresas y que está haciendo extensión no sólo a los estudiantes de la Universidad de Concepción, sino también hacia otras universidades y la propia ciudadanía a través de los cafés y chocolates científicos".
La primera autoridad regional también valoró la próxima conferencia internacional Iufro Tree Biotechnology Conference 2017, organizada por el CB-UdeC, y que congregará a 250 personas entre investigadores, académicos, estudiantes y emprendedores de más de 40 países, que debatirán en torno a los últimos avances científicos, aplicaciones y desarrollos biotecnológicos del sector forestal.
"Desde el punto de vista de los recursos invertidos se nos ha dado cuenta que hay un apalancamiento de recursos por 12 veces la cantidad de dinero que se necesitó para levantar este centro".
Sobre las proyecciones, el intendente destacó el hecho de que siga vinculándose con la industria regional y, que obviamente, varias de las empresas que están incubándose acá, queden alojadas en el parque científico tecnológico "que esperamos comenzar a construir el próximo año" (este viernes 2 de diciembre se conformará formalmente el directorio del futuro Parque).
Por su parte, el rector de la Universidad de Concepción, Sergio Lavanchy, planteó que uno de los desafíos más importantes se relaciona con cómo obtener mayores recursos desde el sector privado para levantar proyectos de desarrollo en biotecnología.
"Otros de los desafíos es cómo hacer más efectiva la transferencia de los resultados de investigación a las empresas para sus procesos productivos".
Un buen ejemplo
En el tercer concurso Fondef IDeA en dos etapas, el CB-UdeC obtuvo tres propuestas ganadoras, que se espera impacten positivamente en la industria forestal y vitivinícola del Bío Bío.
En esta última destaca VidPaper: desarrollo de papeles y cartones utilizando un procesamiento integrado de la biomasa residual vitivinícola.
Se detectó el problema es que Chile produce anualmente 1. 300 millones de litros de vino al año (SAG, 2015), generando en el proceso, aproximadamente 660.000 toneladas de residuos (orujo, sarmiento y escobajo) del proceso vitivinícola. Esto implica un problema para la esta industria, ya que, de acuerdo a las nuevas políticas ambientales nacionales, se requiere un manejo adecuado de estos residuos, por lo cual, estos no se pueden eliminar a través de la quema.
Actualmente, un 42% de estos residuos es utilizado como compost, mientras que el resto es almacenado en grandes contenedores. Diversos estudios han demostrado que el uso de escobajos y sarmientos, presenta varias desventajas frente a otros tipos de compost, debido a su mayor composición lignocelulósica, lo que le otorga una naturaleza recalcitrante, siendo de difícil degradación para su uso como compost.
Ahora se propone dar valor agregado a los residuos de la industria vitivinícola (escobajo-sarmiento), a través de la obtención de fibras celulósicas para elaborar papeles y cartones que puedan ser utilizados como embalajes biodegradables para vinos de exportación, y cubriendo las necesidades del mercado en términos de sustentabilidad, tendencias, reciclaje y requerimientos sanitarios.