Se trata de una cerveza artesanal con más de cinco años en el mercado local, pero que recién en los últimos dos años pudieron ver sus primeros números azules.
Se trata de una cerveza artesanal con más de cinco años en el mercado local, pero que recién en los últimos dos años pudieron ver sus primeros números azules.
Alejandro Mora Velásquez
Contacto@diarioconcepcion.cl
La cervecería artesanal Toten lleva más de cinco años en el mercado local y han sido uno de los emprendimientos que ha crecido rápidamente en la Región del Bío Bío.
Actualmente, las cervezas artesanales se encuentran en más de 20 locales de la ciudad y en total ya venden entre 14.000 y 16.000 litros al mes, cifra que aumenta gradualmente en la temporada de verano.
El crecimiento ha sido particularmente acelerado en los últimos dos años, de hecho Raúl Riquelme, fundador y codueño de este negocio, reconoció que "para un emprendimiento como éste, hay que ser perseverante y tener convicción, ya que recién cuatro años después de la creación de Toten, pudimos ver números azules".
Al mismo tiempo, fue enfático en advertir que "las cervezas han tenido buena aceptación de la gente y por esto mismo, han podido captar muchos clientes".
El equipo de trabajo de Toten consta de seis personas, cuatro integrantes que se encargan de la elaboración del producto y Raúl junto a su esposa, Norma Santi, quienes administran esta microempresa.
El Financiamiento
Entre 2011 y 2015, la cervecería ganó un concurso del Servicio de Cooperación Técnica (Sercotec), lo que significó una gran inyección de fondos, ya que antes no tenían recursos externos y financiaban este negocio con dinero propio. Gracias a esto, comenzaron a posicionarse de mejor manera en el mercado penquista.
El grupo objetivo al que apuntan, por ahora, son los pubs y bares, ya que sólo venden cerveza en barriles. No obstante, Raúl adelantó que existe la idea de vender botellas el próximo año y así, expandirse en esa área.
Confianza de los clientes
Respecto al proceso de captación de clientes, el fundador afirmó que "al principio teníamos que ir a ofrecer a otros lados, ya que los dueños de los locales de Concepción les costaba hacerse la idea de que CCU no fuera su único proveedor. De todas maneras, era muy entendible, ya que nosotros éramos una empresa que no habíamos demostrado nada, pero hubo gente que creyó y que incluso, aún están con nosotros. Somos muy críticos con nosotros mismos, por lo que siempre nos exigimos más. Sin duda, eso nos ha ayudado bastante", explicó.