Economía y negocios

Test ride de la Honda CBR-500 R

No es nada, subirse a la CBR-500R es toda una experiencia.

Por: Diario Concepción 28 de Octubre 2016
Fotografía: imagenPrincipal-1756.jpg

No es nada, subirse a la CBR-500R es toda una experiencia. 

 

Esta motocicleta deportiva y de diseño ni muy agresivo ni muy suave es toda una máquina de competencias. 

Además de cómoda (una característica que otras marcas envidian de Honda), tiene la ventaja de ser muy estable y otorgar un buen manejo. 

Qué decir de sus casi 47 caballos de fuerza, de su motor bicilíndrico en paralelo (idéntico al de la CB-500X) enfriado por agua, su caja de 6 velocidades y la ya familiar inyección electrónica PGM-FI. 

Además de rápida, posee frenos ABS y luces LED, puntos a favor al momento de hablar de seguridad. Esto, sumado a una amortiguación trasera de 9 etapas de precarga de ajuste, la convierten en la motocicleta ideal para salir a pistear con tranquilidad y estilo.

Ahora bien, dejando de lado todo lo técnico, ¿cómo se siente manejar esta máquina?

Salí desde la tienda G&P motos de calle O’Higgins, en dirección a la Laguna Grande de San Pedro de la Paz, pero pude probar el motor recién en el puente Llacolén, luego de un largo taco. 

Me sorprendió que luego de pasar a la tercera marcha el marcador ya estuviera en 100km/ph. Desde los 300cc en adelante hay que andar con cuidado, la aceleración es radical. Bajé un poco la velocidad y puse a prueba la estabilidad en relación al viento que corre en el Bío Bío, y debo decir que es bastante estable, aún con viento lateral y recibiendo a menudo el empujón invisible de los buses y camiones.

En cada semáforo de San Pedro la gente se daba vuelta a mirarme. No a mí, claro, sino a la moto. Una belleza, qué decir.

De vuelta en G&P me di cuenta del único detalle en contra: traía las piernas calientes por el motor. 

No es nada, subirse a la CBR-500R es toda una experiencia. 

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