Su mejor promoción era salir en el billete de $10 mil hasta que el Banco Central determinó que no. Temieron lo peor, pero hoy trabajan duro en la denominación de origen y así alcanzar el éxito.

Felipe Placencia Soto
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Ninhue es una pequeña comuna de Ñuble, con poco más de 5 mil habitantes y es conocida por ser la cuna de Prat. De hecho, hasta hace unos años su mayor promoción era aparecer en el antiguo billete de $10 mil. Que la Hacienda San Agustín ya no fuera más por decisión del Banco Central, causó indignación en su gente, temiendo caer en el olvido de los turistas. Hoy se estima que el 70% de ellos basa su economía familiar en la artesanía. Es en ese contexto que la Asociación de Artesanos local busca exportar su producto estrella: la chupalla de huaso.

"La idea es que vender al extranjero. En un momento se abrió la página y llegaron al tiro pedidos de Argentina, solicitando los precios y la información de modelos", aseguró el presidente de la Asociación de Artesanos de Ninhue, Rafel Montecinos, quien no duda que el tradicional sombrero de campo se transforme en un ícono internacional.

Los diseños son variados, al igual que sus precios. Uno hecho de paja de trigo parte en los $15 mil. El más caro llega a los $100 mil, ya que se trata de un trenzado fino. Esta última es la predilecta de los corraleros.

Y es en las afueras de Ninhue, cercana a la carretera que los une con Quirihue hacia el mar y con Chillán, en las faldas de la cordillera, que donde se encuentra ubicada la Casa del Artesano. Allí llegan visitantes nacionales y extranjeros, principalmente en los veranos, para llevarse sus productos.

También realizan los envíos a pedido a tiendas especializadas en el mundo rural de otras regiones.

De acuerdo a Montecinos, el fuerte de las ventas es entre agosto y abril. Durante el periodo de otoño y parte de invierno se enfocan en el proceso de acopio. En un mes bueno cada productor puede elaborar hasta 80 chupallas.

"Entrego hasta fines de marzo o abril, cuando se hace el último Champion de Rodeo en Rancagua", dijo Montecinos, quien aprendió el oficio de su padre y de sus abuelas. Sandra, su señora, le ayuda en los detalles.

¿Cómo se hacen? Compran la materia prima a los colchaderos. Luego, las cuelchas se limpian cortando las puntas de las pajas no trenzadas para plancharlas en rodillos artesanales y así dejar todo emparejado. Acto seguido, se cose todo mediante una fina costura en máquinas especiales marca "Grossmann" traídas desde Alemania durante la Segunda Guerra mundial.

"Se hace en espiral, partiendo desde la copa, dándole la forma de cono truncado y un ala ancha. Una vez cosida la chupalla en este estado, recibe el nombre de clocha, la cual es planchada y lacada para darle firmeza. Finalmente, el chupallero con ayuda de su familia da los toques finales colocando el trafilete, el fiador y el cordón o cinta a nuestra típica "chupalla de huaso", explican los artesanos en la página web www.chupallasycuelchas.cl.

Hoy cuentan con un importante aliado, ya que son parte de un proyecto con la Universidad de Chile. A su vez tienen apoyo de la Fundación para la Innovación Agraria, FIA, del Ministerio de Agricultura.

"El proyecto tiene una duración de 24 meses e involucra una inversión de más de 80 millones de pesos, de los cuales FIA aporta cerca de 60 millones. El número de Chupalleros beneficiados en forma directa son aproximadamente 60, pero el número de beneficiarios indirectos de este proyecto es de aproximadamente 500, entre productores, colchanderas y chupalleros del Valle del Itata", destacó la representante Regional FIA, Claudia Suazo.

Respecto al trabajo de internacionalización, añadió que la nueva plataforma web es el primer gran paso para avanzar a la comercialización electrónica.

"Con este proyecto revalorizamos el valor patrimonial que tiene este rubro que existe desde fines del siglo XVIII. Adicionalmente, estamos cubriendo la necesidad de crear una imagen país a partir de nuestra identidad, que permitirá posicionar nuestros productos en el extranjero. Se observa un interés del mercado mundial por las artesanías, especialmente en las tendencias del ecodiseño", enfatizó el Seremi de Agricultura, Rodrigo García.

Es por ello que artesanos como Francisco Durán, Laura Sanhueza, Augusto Molina, Alex Palma, Fernando Dominguez, entre otros, pretenden llegar lo más lejos posible, en un pueblo que hoy lamenta que los turistas no puedan sacarse "selfies" con el billete de 10 mil y la cuna de Prat de fondo para compartir en las redes sociales.

Y por supuesto, con chupallas made in Ninhue.