Economía y negocios

María Isabel Vial Izquierdo: "No podemos seguir entrampados en conversaciones obsoletas"

El debate sobre el mercado laboral chileno está enfocado sólo en remuneraciones, bonos y conflictos, dice la ejecutiva del organismo que apuesta en la formación de dirigentes sindicales.

Por: Diario Concepción 28 de Agosto 2016
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El debate sobre el mercado laboral chileno está enfocado sólo en remuneraciones, bonos y conflictos, dice la ejecutiva del organismo que apuesta en la formación de dirigentes sindicales.

 

Silvanio Mariani
silvanio.mariani@diarioconcepcion.cl

El empresario chileno Carlos Vial Espantoso se anticipó a la reflexión social de su época. Ya en los años 30 hablaba que el empresario aportaba capital en dinero y el trabajador en horas trabajadas, y la suma de ambas producía un bien que debía ser repartido en su justa medida. Esta visión, de vanguardia para su época, ha sido la inspiración para la Fundación creada en 1999 con el objetivo de fortalecer los vínculos de los trabajadores con sus empresas. La entidad es más conocida por el premio que otorga un reconocimiento a empresas cuyas prácticas posibilitan que empresarios y trabajadores se reconozcan en el fruto del esfuerzo común. 

Pero la Fundación también se dedica a "evangelizar", explica la presidenta del organismo, María Isabel Vial Izquierdo. A través de seminarios, diplomados y capacitaciones, y en estos 17 años, la nieta de Carlos Vial ha conocido muy de cerca a unas 300 compañías de todo el país. "Compartir los logros y ganancias es el gran desafío de la empresa", garantiza. Pero también ser más productivos conviene a todos, y para ello es clave la capacitación de calidad.

– La Fundación, además del Premio, impulsa una escuela de formación sindical. ¿Qué los motivó a generar esa iniciativa?

– Llevamos 17 años formando a dirigentes sindicales a través de un diplomado con la Universidad Católica. Por ese diplomado han pasado unos 500 ó 600 dirigentes, y vemos que un dirigente formado es un aliado para construir una mejor empresa. Sus conversaciones tienen que ver con temas relevantes al interior de la empresa, con mantener una agenda permanente. No solo se preocupan de las remuneraciones y bonos de término de conflicto, sino que están mirando las necesidades futuras de sus socios, su empresa y el entorno laboral. Es un programa muy completo que abarca temas legales, contables, de economía, de entorno. También se les entregan habilidades de comunicación, de diálogo con sus representados que los convierte en grandes agentes de cambio al interior de la empresa. 

– Esta semana iniciaron las clases en Concepción…

– Sí, esa es la razón por la que estamos aquí, inaugurando nuestra primera Escuela de Formación de líderes y dirigentes sindicales gratuitas con el Duoc UC, en la Región del Bío Bío. También estamos realizando otra en Santiago y postulando a las escuelas sindicales para mujeres. Una labor que estamos realizando gracias a la entrega de fondos del Ministerio del Trabajo para preparar a líderes sindicales en todo Chile. A lo largo de estos años, hemos reunido evidencia concreta que una empresa es distinta con dirigentes sindicales formados. Y junto al Duoc hemos dispuesto los mejores profesores e infraestructura para entregar herramientas que conviertan a los dirigentes sindicales en agentes de cambio, que impacten en la rentabilidad de las empresas y el desarrollo de las personas. Esa es nuestra meta, formar, con foco, contenido, impacto y medición.

– ¿Cuál es el diagnóstico de las empresas chilenas en esa materia? 

– Hay buenas prácticas, sin duda. Tenemos un modelo que ha sido perfeccionado en estos 17 años y que tiene 15 variables que son prácticas, medibles, que buscan mirar las relaciones laborales y cómo eso impacta en la productividad. La gracia de ese modelo, que hacemos con la Universidad Católica, es que ha sido mejorado visitando a las empresas. Nos vamos a una empresa y nos quedamos ahí por dos o tres días y nos reunimos con todos los estamentos, directivos, trabajadores, comité paritario, sindicato. Vemos en terreno qué pasa con remuneraciones, que pasa con las capacitaciones, qué pasa con la selección, la seguridad, los temas de liderazgo, qué pasa con las jefaturas. Todas esas dimensiones tienen variables y nosotros estamos monitoreando todos los años con las empresas, también mandamos un cuestionario a la empresa, le pedimos datos duros sobre remuneraciones, capacitación, ausentismo, seguridad, siniestralidad, números de contratistas, y con eso vamos haciendo una radiografía de lo que está pasando en las empresas en Chile.

– Con base en esa experiencia y en lo que han visto en centenas de firmas visitadas, ¿cuáles son las principales brechas?

– Cada empresa es distinta, tanto por donde está ubicada, por su industria, su tamaño y por la calificación de sus trabajadores. Por lo tanto, no es posible generalizar. Hay ámbitos de mayor impacto, por ejemplo, la capacitación, las relaciones laborales y los incentivos, entre otros. Más que horas en capacitación, lo importante es la calidad. La cátedra UC-Carlos Vial en sus investigaciones considera que lo mínimo son 45 horas al año por trabajador; es decir, aproximadamente una semana al año. Lo importante es medir el impacto en el desarrollo de las competencias del trabajador y cuánto aporta a los resultados de crecimiento de la empresa. 

– Aún sobre buenas prácticas. ¿Qué echa de menos en las empresas en Chile?

– Creo que las empresas en Chile están en deuda en materia de remuneraciones variables para sus trabajadores. Existen bonos por competencia para los ejecutivos y muy poco para los trabajadores y es una forma de mejorar remuneraciones, impulsar una mayor equidad y comprometerlos con los resultados y actividades de la empresa. De acuerdo a lo observado en las visitas, junto a literatura internacional, la Cátedra UC ha sido enfática en pedir a las empresas postulantes y finalistas al premio Carlos Vial Espantoso que las organizaciones deberían aspirar a tener al menos 4 sueldos adicionales al año, como bonos relacionados al resultado individual, de equipo y de empresa. Para esto, es muy relevante la pedagogía que se le entrega a los trabajadores para que entiendan la composición de sus remuneraciones. Es clave que el trabajador sepa por qué se le está pagando y cómo él contribuye al crecimiento de la empresa. Es clave reconocer ese aporte.

– Al respecto, ¿qué rol desempeñan los directorios? 

– Es tremendamente importante que los directorios estén preocupados por sus trabajadores. Pero generalmente en los directorios se habla mucho de lo que pasó en el mes pasado y se habla poco del futuro. Los directorios son responsables de las personas que trabajan al interior de la empresa, por lo tanto, debería haber una mayor reportabilidad e instancias de conversación. Por lo general, las conversaciones se dan cuando hay una huelga, cuando hay un conflicto. No es posible que las partes sólo se conozcan el día de la negociación colectiva. Por eso es que desde la Fundación estamos dedicados a formar dirigentes sindicales, que son agentes importantes de cambios, que abordan los temas que verdaderamente son importantes para la sustentabilidad de las empresas. Hoy debemos abordar los temas de estrategia de la empresa e incluir a los trabajadores en la discusión.

– Usted ha señalado que el país se perdió una gran oportunidad con el debate sobre la Reforma Laboral. ¿Por qué? 

– Sí, perdimos una gran oportunidad para reflexionar sobre los temas laborales que de verdad importan. Las mujeres, los jóvenes, las remuneraciones, la flexibilidad, entre otros. La Reforma Laboral estuvo enfocada en temas del ámbito sindical desde una óptica más confrontacional que de colaboración. Necesitamos empresas sostenibles y un país que crezca. No podemos seguir entrampados en conversaciones obsoletas, en las dificultades y conflictos que hemos tenido en el pasado. Es importante construir el futuro.

– Por último, ¿qué opina sobre el debate en torno al sistema previsional? 

– El problema de las pensiones en Chile existe. Es real, grave y preocupante. Y no hay que minimizar el problema. Pero debemos hacerlo en forma responsable, sin caer en los slogans, o adjudicándole la responsabilidad sólo a las AFP, sólo al Estado, sólo a las empresas o sólo a los trabajadores. Cada uno tiene responsabilidades. Y muchas veces las más básicas no se cumplen.

– ¿A qué se refiere?

– Hoy existen casi un millón 200 mil juicios de las seis AFP del sistema en contra de empresas que mantienen impagas las cotizaciones de sus trabajadores. Un hecho que no puede seguir sucediendo. La empresa debe pagar las cotizaciones de sus trabajadores y podría cumplir un rol social mayor que ayudaría a descomprimir la crisis de las pensiones. Una vía que existe -y que ya aplican varias de las empresas ganadoras del Premio Carlos Vial Espantoso- es el "Depósito Convenido" (APV). Con ese sistema, si el trabajador voluntariamente ahorra un peso, la empresa le pone otro. Ambos incluso reciben beneficios tributarios y es una muy buena práctica laboral. Pero también hay responsabilidad enorme de los trabajadores. Por ejemplo, cuando subcotiza y no impone por el total de su sueldo. De hecho, uno de cada 5 trabajadores cotiza menos de lo que realmente debiera. Y es una situación que se da en las pequeñas empresas y en el mercado informal. 

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