A 20 años de su creación, su directivo repasa los énfasis del quehacer del organismo cuyo norte es transformar el conocimiento científico en tecnologías que permitan a personas y empresas aprovechar oportunidades de mercado.
A 20 años de su creación, su directivo repasa los énfasis del quehacer del organismo cuyo norte es transformar el conocimiento científico en tecnologías que permitan a personas y empresas aprovechar oportunidades de mercado.
Javier Ochoa Provoste
javier.ochoa@diarioconcepcion.cl
La Unidad de Desarrollo Tecnológico de la Universidad de Concepción cumple 20 años.
Su director, Alex Berg, lo catalogó como todo un hito haber recorrido este camino de la ciencia, la tecnología y la innovación, tres elementos que resume el quehacer del organismo.
Berg reconoció que existe en el mundo y, por cierto, en Chile, una dificultad muy grande para que el conocimiento científico se traduzca en el otro eje, en tecnología.
"Hablamos de soluciones tecnológicas que permitan a las personas y a las empresas aprovechar oportunidades o solucionar problemas. Esta es la principal debilidad en Chile, donde existe una comunidad científica pequeña con buenos índices relativos de gestión. Sin embargo, en cuanto a desarrollo tecnológico somos sumamente débiles, y no sólo si nos comparamos con el hemisferio norte, sino también con países como Brasil, Argentina y Colombia. Por eso el punto fuerte de la UDT es crear soluciones tecnológicas que hay que llevarlas al mercado, que asegura que servirá a las personas. Esto es innovación".
Sobre las causas de la comentada debilidad, Berg asumió que el problema es complejo, pero agravado con particularidades.
"Las empresas compiten por costos, y muy pocas con base tecnológica compitiendo a través del valor diferenciado. Además, no tienen el requerimiento de innovar debido a su esquema productivo. De hecho, gran parte de éstas no tienen ni siquiera un departamento de investigación y desarrollo, por lo tanto, la contraparte empresarial está coja".
Otra razón está en las universidades, apuntó, las que se dedican, básicamente a publicar. "Nos miden de acuerdo a las publicaciones que tengamos y sus impactos, sin embargo, existe muy poco incentivo para pasar de un conocimiento científico a una solución. No obstante, reconozco que el Estado se ha esforzado en los últimos 30 años en impulsar I+D, pero con falencias evidentes: la inversión en esta área se ha mantenido prácticamente constante en los últimos 20 años, del orden del 0,3%-0,4%, muy bajo si se considera que varios gobiernos han prometido elevar este aporte, pero no han cumplido, tampoco el actual".
El director de la UDT enumeró además el hecho de que existe una dispersión de esfuerzos muy grande: Conicyt, otras agencias de I+D, y existe una comunicación precaria entre éstas. Conicyt no forma parte formal del Estado y más del 90% trabaja a contrata, incluso los altos cargos, una cosa que no soporta análisis.
"Por eso debemos aprender a trabajar en conjunto, universidades, empresas y centros de investigación. Necesitamos plataformas de contacto mucho más efectivas. La solución es difícil, es más bien un camino de solución, que toma tiempo, pero es esencial tener un foco claro, saber hacia dónde se quiere llegar. Por eso el anuncio del Ministerio de Investigación, Desarrollo e Innovación me parece que es una medida correcta, aun cuando esto no cambiará nada, pero sí es un buen punto de partida".
– ¿En qué está hoy la UDT?
– Centrados en cómo lograr impactar a la sociedad, para lo cual reestructuramos todo nuestro sistema de gestión tendiente a determinar desde el principio de una idea cómo se puede aplicar, con quién se compite, con quién asociarse. También contratamos una asesoría para que nos guíe semanalmente. Por último, estamos enfocados en determinar las tecnologías con mayor potencial de entrar al mercado, las llamadas tecnologías champion (ver fotografías). Hoy sumamos once que esperamos de aquí a fin de año llegar a un resultado concreto de transferencia. Hoy generamos productos para el hogar en base a un material compuesto madera-plástico que se comercializan en Sodimac.
Producto estrella
Hoy existe una marcada tendencia de los consumidores hacia productos amigables con el medio ambiente y la industria del retail se está abriendo a estas opciones que llegan desde el laboratorio al mercado.
Considerando la gran disponibilidad de residuos de la industria forestal en la región, y el apoyo de empresas productoras de plástico, el área Biomateriales de UDT tuvo la iniciativa de desarrollar la versión chilena de madera-plástico, presente en USA. Actualmente estos productos para el hogar -porta cubiertos, secadores de platos y basureros, bandejas- se encuentran disponibles en 20 tiendas Sodimac en Santiago, Valparaíso y recientemente en la tienda del Mall Mirador de Concepción, alcanzando las 30 mil unidades vendidas en todo el país.