La tasa de supervivencia es de un 51%, siendo la media mundial de un 10%. Sin embargo, se mantienen fuertes desafíos, en especial, atraer emprendedores de clase mundial. Estudio indaga sobre lo avanzado y las brechas que permanecen.

 

 

Javier Ochoa Provoste
javier.ochoa@diarioconcepcion.cl

Start-Up Chile es un programa creado en 2010 cuyo objetivo es aportar al desarrollo de un ecosistema del emprendimiento en Chile, apoyando proyectos que cumplan con los requisitos de poseer base tecnológica y que tengan salida a mercados internacionales.

Dentro de los números macros, destaca que, a la fecha, han acelerado a 1.309 empresas. 

A la Región del Bío Bío han logrado atraer 8 startups para que desarrollen sus proyectos desde 2015.

Sobre la tasa de supervivencia, su directora ejecutiva, Rocío Fonseca explicó que es de un 51%, lo que es excelente, acotó, ya que el indicador mundial es de un 10%.

Pero, ¿cuál es el balance global y los desafíos pendientes de este programa que apoya con capital fresco a emprendedores?

Pues bien, el Ministerio de Economía acaba de publicar un estudio al respecto, que buscó medir el impacto de StartUp Chile.

Lo positivo

Dentro de los resultados positivos, destaca que la iniciativa sí tuvo impacto positivo tanto en el levantamiento de capital como en el monto levantado con posterioridad a la postulación al programa.

Una explicación a lo anterior es que el programa podría estar operando como un "certificado de calidad" (validación) de los emprendimientos, según se recogió mediante las entrevistas realizadas a actores relevantes del ecosistema nacional de emprendimiento.

Se observó que la experiencia en emprendimientos previos también estaba asociada positiva y significativamente con acceder a nuevos fondos y al monto de los mismos. Como explicación posible, el estudio menciona que la experiencia previa podría estar fortaleciendo competencias específicas asociadas al levantamiento de capital, por ejemplo, presentación ante inversionistas, y que la experiencia previa de los emprendedores es una variable relevante para quienes deciden invertir.

En opinión de los entrevistados, Start-Up Chile ha contribuido con atraer talentos, aunque este aporte está limitado por la baja capacidad para convocar a emprendedores de clase mundial debido al atractivo mediano-bajo del país, la baja selectividad del programa y la baja capacidad para retener emprendimientos exitosos en Chile.

También ha contribuido al posicionamiento internacional de los atributos de emprendimiento e innovación de la imagen país, de manera complementaria con un conjunto de factores externos y esfuerzos de diversas organizaciones y actores del ecosistema.

Además, ha sido capaz de contribuir a promover una cultura de emprendimiento en el país, complementando otras iniciativas públicas y privadas.

Lo negativo

El estudio del Minecon detalla que el programa no tuvo impacto estadísticamente significativo para los proyectos en cuanto a continuidad de la startup, formalización de la empresa en Chile, realización de ventas, ventas totales y crecimiento en ventas. Tampoco en la obtención de utilidades, realización de exportaciones, nivel de empleo y cambio en el nivel de empleo en Chile, ni apoyo posterior de incubadoras o aceleradoras. 

Recomendaciones

Se recomendó definir como único propósito del programa el que "emprendedores de clase mundial desarrollen en Chile emprendimientos de alto potencial global que instalen operaciones en el país.

También asegurar que las actividades del programa cumplen apropiadamente las funciones de atracción y selección de emprendedores de clase mundial; desarrollo de negocios de alto potencial de crecimiento; retención de emprendimientos de alto potencial en Chile; en cuanto a la "atracción y selección de emprendedores", priorizar criterios relacionados con el potencial del emprendimiento y su permanencia en Chile. 

Además se recomendó mejorar significativamente las actividades orientadas a desarrollar negocios de alto potencial de crecimiento y analizar alternativas de especialización del programa, ya sea por tecnología y/o por mercado. 

Análisis

El economista Renato Segura opinó que las condiciones país son insuficientes para que este tipo de programas tenga éxito. 

Si se considera, dijo, que los objetivos del programa consideraban aumentar el emprendimiento de alto potencial global en Chile, fortalecer el ecosistema de emprendimiento y posicionar a Chile como un polo de innovación y emprendimiento, la evaluación no muestra evidencia que, en alguno de los tres, se haya avanzado, estimó. 

"En mi opinión, el objetivo del programa no se cumplió y, solo fue una fuente de financiamiento tradicional con nombre distinto. Si queremos realmente que no sea sólo un saludo a la bandera, dos son los factores que se deben considerar: los cambios de las reglas del juego de la política pública no ha sido especialmente amigable con la inversión privada y, segundo, el que el ambiente en Chile sea de emprendimiento, pasa necesariamente por romper los enclaves monopólicos", sentenció.