Economía y negocios

Freddy Merino: "Tramitar hoy un proyecto en el SEA es mucho más estricto que hace cinco años"

La consultora tiene experiencia en más de 10 proyectos, siendo clave en la aprobación de la Terminal GNL de Penco (Biobiogenera) y la Minicentral de Pasada Itata en el Servicio de Evaluación Ambiental.

Por: Diario Concepción 06 de Agosto 2016
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La consultora tiene experiencia en más de 10 proyectos, siendo clave en la aprobación de la Terminal GNL de Penco (Biobiogenera) y la Minicentral de Pasada Itata en el Servicio de Evaluación Ambiental.
 

Felipe Placencia Soto
felipe.placencia@diarioconcepcion.cl

 

Freddy Merino es geógrafo especialista en evaluación ambiental de la consultora SGA, empresa con un extenso currículum que avala su experiencia en un tema que es fundamental para que se concreten los proyectos de inversión ¿Cuál es la clave? De acuerdo al experto, cumplir con la normativa ambiental vigente es fundamental. También, mucho trabajo coordinado para llevar los procesos con el Servicio de Evaluación Ambiental y generar un vínculo con la comunidad.

"Tramitar hoy un proyecto en el SEA es mucho más estricto que hace cinco años", aseguró. Es por ello que contar con una buena firma de apoyo es primordial para evitar atrasarse y ahorrar así millones de dólares en perdidas.

Bien lo sabe GNL Penco-Lirquén ( Biobiogenera, ex Octopus), proyecto que cumplió con la normativa ambiental aplicable. Su EIA fue desarrollado por SGA. Otro con el que trabajaron fue la recientemente inaugurada Minicentral de Pasada Itata.

– ¿Cuáles son los errores más comunes de las empresas que buscan instalar proyectos en la Región? ¿Por qué se rechazan los proyectos?

– Los proyectos se rechazan ambientalmente porque no cumplen con la normativa que les es aplicable. Indicar la normativa aplicable y la gestión ambiental que debe desarrollarse es responsabilidad del Consultor Ambiental. Este debe asesorar al titular para que incorpore en la ingeniería todas las medidas necesarias para cumplir la normativa.

Adicionalmente, en forma voluntaria, el titular también puede proponer medidas que le permitan insertarse en el territorio, entregando valor agregado a sus vecinos y potenciando el crecimiento conjunto del entorno. Entonces, me atrevería a decir que el error número uno es contratar un equipo consultor sin experiencia.

Toda intervención genera impactos negativos y positivos, lo que hay que hacer desde el principio es identificarlos, evaluarlos y gestionarlos, de tal manera de que se minimicen los negativos, se potencien los positivos, se reduzcan los plazos y costos, se cumpla la normativa y se relacionen de buena fe y con transparencia con la comunidad y autoridades. Esta es la especialidad de las buenas empresas de consultoría ambiental. Para hacerlo bien, hay que tener experiencia en ello. Un inversionista no tiene por qué saber los pasos para lograrlo, por eso requiere estar bien asesorado.

– Hay que considerar que algunos no pasan las fases de desarrollo, en parte tal vez porque lo hacen sin esta asesoría, lo que conlleva a una pérdida para la empresa. ¿De cuánta inversión monetaria hablamos?

– Lo principal es la pérdida de tiempo. Para que un proyecto sea rechazado en la tramitación ambiental, al menos ya perdió un año. Dependiendo del nivel de la inversión total del proyecto, eso puede significar hasta millones de dólares. Cada inversionista tendría que evaluar cuánto significa eso en lo proyectado para el retorno de la inversión, su flujo de caja, la oportunidad de la iniciativa, etc. Alguien puede tomar una mala decisión en el comienzo, que tiene muchas repercusiones económicas y comerciales posteriores.

– ¿Cómo guía SGA a una firma que busca instalarse en la Región?

– Mucho trabajo coordinado. Esto es clave. Como SGA se ha tramitado una buena cantidad de proyectos en el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental. Tenemos una experiencia acumulada de muchos años con todo tipo de proyectos en los más diferentes ambientes: costeros, marinos, de valle, urbanos, rurales, de montaña, acuáticos, desérticos, interregionales, prístinos, intervenidos, contaminados, etc. Esa experiencia es la que debe volcarse hacia el inversionista, de tal manera de ir encaminándolo a la obtención de la aprobación. Haciendo un símil, lo que hacemos es tomar al titular de la mano, llevarlo por un túnel, hasta salir de él. Ese es nuestro trabajo y nuestra pasión. Nos mueve el desarrollo sustentable y la excelencia.

– ¿Cuál es el rol que juegan las comunidades en los proyectos de inversión de este tipo? ¿Cuál es su importancia en el proceso de tramitación ambiental?

– El rol de las comunidades es fundamental para mejorar los proyectos. No hay que olvidar que es un externo el que quiere insertarse en un territorio que tiene grupos humanos con anterioridad. Entendido esto, lo que corresponde es que el Titular del proyecto se acerque a las comunidades, organizaciones sociales y autoridades locales, comunales y regionales para informar sobre su idea, de tal manera que la comunidad participe del diseño del proyecto en los ámbitos no técnicos.

Obviamente, lo estrictamente técnico debe queda en manos de la ingeniería, pero hay una infinidad de temas que pueden abordarse en conjunto con los vecinos, que son los que más saben de su territorio.

Formalmente la comunidad tiene la posibilidad de informarse y pronunciarse en el proceso de evaluación ambiental cuando el proyecto ya ingresó al Seia y sus observaciones deben ser evaluadas y respondidas por el SEA, sobre la base de lo que informa el titular del proyecto.

En específico, para los proyectos de energía, el Ministerio de Energía emitió una guía de participación temprana que orienta meteorológicamente de cómo llevarla a cabo. Eso demuestra la importancia y relevancia del tema.

– Hoy se busca acelerar la inversión con un plan piloto para mejorar la trazabilidad. ¿Qué le parece esta propuesta del Gobierno, que será trabajada en conjunto con el mundo privado en la Región mediante Hacienda?

– Creo que toda iniciativa, pública o privada, que esté orientada a mejorar el crecimiento económico sustentable es buena, más aún en tiempos de bajo crecimiento. Lo importante es lograr trabajo coordinado entre todos los órganos de administración del Estado para que se definan con claridad los alcances y plazos establecidos para la tramitación y obtención de permisos. Si la Región pretende ejecutar un plan piloto en este sentido, de todas maneras debe contar con la aprobación del nivel central, puesto que, al menos en materia ambiental, no pueden, ni es bueno, que existan diferencias de criterios entre regiones.

– ¿Cómo se puede acelerar la inversión en este proceso? Considerando que hay tiempos bien definidos en la normativa ambiental.

– A eso me refería anteriormente. La Ley de Bases del Medio Ambiente y su Reglamento, definen procedimientos y plazos para estos efectos. La Ley ya lleva más de 20 años operando en el país, de hecho, los mismos años que tiene SGA en el mercado. Con conocimiento de causa puedo indicar que se deben levantar ciertas barreras que en el último tiempo se han impuesto para la tramitación ambiental de proyectos.

Tramitar un proyecto en el SEA hoy es mucho más estricto que hace unos cinco años, hoy se requiere mucho detalle en la ingeniería y la tan comentada "Licencia Social". Si el inversionista debe obtener su RCA y "Licencia Social" para seguir con el proyecto, deberá esperar más de un año en ello.

Si a esto le sumamos la tramitación de permisos sectoriales posterior a la RCA, se llegan a plazos considerables, que provocan atraso en las inversiones. Entonces, lo que se requiere es un cambio estratégico consensuado entre todos los Órganos de la Administración del Estado con Competencia Ambiental, que apunte a la flexibilización y trabajo conjunto que permita acelerar la tramitación ambiental y sectorial de los permisos.

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